Capítulo X.

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Todo fue risas y diversión hasta que recordaron la nube verde que se expandía lentamente por toda la ciudad. Por suerte y gracias a los dioses Kajii llamó pocos minutos después de su pánico colectivo.

Ya tenía un simple remedio, sólo había que buscar una manera de dispersarlo de manera correcta, sin necesidad de poner en peligro a una persona o un pokemón.

Dazai era un suicida, así que por obvias razones se ofreció como sacrificio ante la idea de decidir entre su vida o la de sus compañeros. Pero nadie de los presentes lo iba a permitir, por lo que llegaron al veredicto final de ir todos juntos y agarraditos de las manos para que ninguno saliera herido.

- Y por eso creo que el agua de jamaica es mejor que la de horchata- Argumentó Jez arrastrando el cuerpo amarrado del castaño

- Bueno, para gustos colores- Respondió Chuuya, algo cansado de caminar luego de tanto alboroto en un mismo día - Juro que mañana me voy a despertar y serán las seis de la tarde

- Creo que yo ni siquiera me voy a despertar- Secundó el azabache, cargando con Atsushi en su espalda debido a que perdió una apuesta

- ¿Qué hay del tipo que los secuestró?- Preguntó el pelirrojo de la nada - Sigo con la duda y ni alcancé a verle la cara

- Ah, ya está de camino a prisión- Contestó la chica con sencillez - No fue nada nuevo en su expediente, sólo un incidente de muchos

- La ciudad es más problemática de lo que pensaba- Opinó con voz monótona, a lo que Chuuya asintió y Jez suspiró agotada

- Luego te acostumbras, pero extraño mi bonito pueblo rodeado de árboles y pokemones salvajes... apuesto a que me vendrían bien unas vacaciones

- Pues te llevaremos de viaje apenas acabar con esta pesadilla, te las tienes merecidas- Decidió Chuuya sonriendo en grande, recuperando algo de ánimos mientras le quitaba la cinta de la boca a la bola de vendas - ¿Tú que opinas zombie?

- ¡Opino que me están tratando como un perro!- Se quejó haciendo un berrinche de niño pequeño - ¡Hasta un perro tiene mejor trato que yo!

- Hasta un perro es más considerado que tú

- ¡Retractate!

Finalmente consiguieron llegar a la cima de una montaña, tenía una estructura que servía como mirador, que además también les sería útil para expandir la cura que hizo el científico loco.

Entre cosas raras que decía Dazai y el gran descubrimiento de que Atsushi podía hacer ronroneos de gato mientras dormía, virtieron el líquido color morado oscuro en un contenedor para luego hacerlo explotar con ayuda de Typhlosion y un excelente lanzamiento de Cubone y su huesito.

Estaban a punto de celebrar cuando más explosiones se escucharon afuera, viendo asombrados la cantidad de fuegos artificiales que generaba la mezcla entre humo verde y vapor púrpura.

Los presentes se emocionaron por la obra de arte que se coloreaba en el cielo nocturno, era como una gigantesca aurora boreal química. Pero cierta persona no prestaba mucha atención al paisaje, en su lugar estaba demasiado concentrado en mantener controlado su ritmo cardíaco debido al contacto con el otro.

En cierto momento, a Chuuya se le hizo lindo tomar la mano del castaño y entrelazar sus dedos con los suyos, todo esto mientras fingía desinterés y desviaba la mirada.

Aunque no pudo contener una leve risa traviesa cuando se giró un instante para apreciar el rostro de Dazai, rubonizado y con los labios temblorosos, obligándose a ocultar la sonrisa de idiota que quería aparecerse.

Y bueno, salvar una ciudad entera de un ataque terrorista no es algo que ocurre todos los días, pero ahora tenía amigos nuevos. Además de la recompensa millonaria que les dieron por rescatar a los mayores líderes de Yokohama, que obviamente, iban a aprovechar muy bien.

Confianza // SKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora