Capítulo VI.

262 39 51
                                        

Estaban los cuatro reunidos por culpa de un detective azucariento que apareció de la nada y les pidió de favor ir a buscar una hierba mágica que sólo se encontraba en cierta parte de un tal "Bosque Dorado".

Sonaba como la búsqueda de cierta planta parecida al cilantro, y no, no era perejil.

La cantidad de horas que estaría hablando de esto con Odasaku apenas regresara a su pueblo era el equivalente a todo el anime de One Piece. Y eso que al día de hoy sigue en transmisión.

No tenía muchas quejas, por fin luego de un rato agarró confianza y empezó a contar sus mejores anécdotas suicidas. Lo llamaron loco, le siguieron el juego, incluso consideraron mandarlo a terapia una vez volvieran a la ciudad, pero después de todo se llevaron bien.

Tanto tiempo sin comunicación con seres humanos de su edad le había afectado, pues no sabía cosas básicas y simples como saber hacer un nudo correcto en una cuerda que no fuera para colgarse de un árbol.

- Y es por eso que me alejé de ellos- Terminó de contar Chuuya para luego soltar un largo suspiro - Debí ponerles un alto en cuanto supe de las apuestas

- Pero ya no importa- Intentó reconfortar Atsushi - No lo merecen Chuuya-san, ya podrá hablar y aclarar las cosas con ellos

- Yo digo que les pongamos una bolsa en la cabeza y con ayuda de un pokemón tipo hada los dejemos inconscientes para luego...- Akutagawa se detuvo a mitad de explicación al sentir las miradas contrarias, juzgandolo en silencio - Perdón, muchas películas de asesinatos

- En fin, cosas que pasan cuando suceden- Concluyó Dazai dejándose caer en el pasto - Igual te acompañaremos para que esos tontos te pidan disculpas

- Si, no se me hace justo que sólo estuvieran con usted por conveniencia- Apoyó el azabache - Y de ser necesario, Rashoumon y yo nos haremos cargo de esconder los cadáveres

- En primera estoy de acuerdo con lo que dijo Akutagawa, y en segunda nadie va a matar a nadie- Dejó en claro el albino, jugando con Espeon y una ramita

Chuuya dejó salir una risa divertida, apenas ayer por la noche le llegó el mensaje de Yuan diciendo claramente que debido a sus "circunstancias" no pudieron ni visitarlo al hospital. Luego se enteró de todo cuando mencionaron de casualidad la cantidad de dinero que habían apostado, así que lo único que querían era ganar dinero con su participación en la carrera.

Anoche tuvo la oportunidad de reclamarle a Shirase, pues tal parece que el de la idea fue él. Pero no pudo ni dar un paso a su habitación, porque a pesar de era algo lógico en personas de bajos recursos, por lo menos si tenían la intención de hacerse sus amigos luego de el evento.

Igualmente Dazai y los demás se sintieron atacados aunque la traición ni siquiera fuera para ellos, ¿cómo se atrevían un par de tarados a utilizarlo de tal manera? Si Chuuya no tomaba cartas en el asunto, ellos lo harían por mano propia.

De todas formas hoy sólo querían disfrutar la brisa fresca, nada de peleas innecesarias, únicamente caminar, reír y aprovechar el momento de tranquilidad para relajarse.

Bueno, dentro de lo que cabe hasta que un Blastoise los atacó por la espalda y los hizo rodar colina abajo.

- ¿Están... todos están bien?- Preguntó Dazai, aturdido y algo conmocionado igual que los demás

- Escucho borroso Dazai-san- Respondió Atsushi quien cayó casi encima del azabache, pero se apartó rápidamente antes de que el otro lo golpeara

- Carajo, Anne-san meteme en arroz...- Murmuró el pelirrojo adolorido, pues se había golpeado en la rodilla con una maldita roca

Confianza // SKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora