Otro más sobre ti supongo

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Incluso cuando mis mejillas reciben su remojo cada noche y mis labios son mordidos con fuerza para evitar un sollozo lastimero, pienso en ti.

Aun cuando soy consiente de que lo nuestro puede llegar a ser duradero y tengo mil razones para decir porque te quiero, me abstengo de hacerlo; porque entendí que a veces un amor no puede ser eterno, que aferrarse no es del todo bueno y que las mentiras cavaron un agujero, uno donde al final del cuento se encuentra mi corazón latiendo.

Pero, ¿Recuerdan que alguna vez dije que no existe el final y que solo es algo impuesto por nosotros?

Pues aquí lo confirmo, no existe un final porque el amor no a muerto, pero no soy capaz de mantenerlo en pie.

No soy lo suficientemente fuerte para mantener a flote la sarta de sentimientos que antes mantenía activos por ti, sentimientos que me hacían sentir en las nubes y me estrellaron contra el pavimento en una corta conclusión.

El desarrollo de esa historia no es muy complejo a decir verdad, pero es tan dramático que parece una de las típicas novelas escritas por Shakespeare, pero sin muerte.

Al menos no de un cuerpo, pero si de un corazón.

Existen un millón de maneras de como explicar el desastroso y sencillo final, pero soy tan dramática como se me permite ser, y diré que yo simplemente no puedo darle un final sencillo.

Tengo esta necesidad de hacer todo intenso, cuidadoso y dramático, porque así se resume lo que vivimos. Lo cual es irónico porque según yo no tengo una forma sencilla de describirlo.

Quedo claro hace mucho que la ironía es lo mío y que más que una historia fue un aprendizaje.

Qué aunque los corazones no latan con pasión sincronizada se mantienen sanando de forma igualada.

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Jilenny 🦋

Desde un joven punto de vista [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora