{Abril 15, 2014}
Hace solo dos días llegue a Los Ángeles, mis padres nos hicieron mudarnos después de que se enteraron de todo lo sucedido, mis hermanos también estaban algo decepcionados.
Como odiaba este lugar, la gente es demasiado egocéntrica, creen que lo dominan todo y-
-Dame la bolsa y tu dinero -dijo mirando por todas partes
-¿Es en serio? -dije incrédula
-Dámelo ya o juro que disparo -el ladrón apuntó hacia mi con su arma
-Ni siquiera está cargada -mire cerca del gatillo y reí - estas haciendo el ridículo, ¿que quieres?
-Ya lo he dicho, quiero tu bolsa y tu dinero - apretó los dientes remarcando cada sílaba de las palabras
Me di cuenta que un chico se acercó y analizó la espalda del ladrón, sin que él lo viera, no hizo nada más, solo miraba su espalda y de vez en cuando mis ojos, se veía algo asustado pero tenia los ojos obscurecidos sin brillo
-Uno, -contó el ladrón - dos, y... - alargó las palabras y cayó al suelo boca abajo, pude ver como su nuca sangraba. Me fijé que el chico de ojos oscuros tenia un ladrillo de cemento con una mancha de sangre, en las manos, esa fue su arma para derribar al desconocido ladrón.
-Pero que.. - reaccioné
-Shhh, corre - el chico dijo de una manera suave y ronca
Y corrí, no quería discutir más hoy, lo seguí hasta un parque y se quedó parado mirándome a los ojos fijamente.
-¿Qué?
-Nada - empezó a reír
-¿Qué? -dije mas alto
-Nada, es solo que.. tienes unos ojos muy bonitos
-Que, pero... Va-vale gracias, los tuyos dan miedo -dije susurrando para que no me oiga - gracias por la ayuda, pero yo sola podía, es la tercera vez que me pasa desde que llegué, y eso fue antes de ayer -evité su mirada y mire hacia los árboles marrones, para ser medios de primavera, las plantas se veían bastante mal
-Vale, la próxima te dejo que tu te encargues, pero deja que te acompañe a tu casa por lo menos - guiñó su ojo, no tengo mucha experiencia con chicos pero definitivamente estaba ligando conmigo
-Ok...
Empezamos a caminar, intenté recordar la calle y hasta que me di cuenta que el parque estaba separado de mi casa por un estrecho carril. Pasamos por el paso de peatones y llegamos a mi casa
-Aquí es - señalé la puerta
-Bueno, pues veo que somos vecinos
-¿Que?
-Esta es tu casa, y esta es mi casa - señaló a la casa que estaba al lado de la mía, sus balcones rozaban, podría fácilmente saltar a su casa por mi balcón
-Ok, nos vemos, gracias por acompañarme, adiós -agité mi mano diciendo adiós y el copió mi gesto
Abrí la puerta con mis nuevas llaves y encontré a mis padres viendo la televisión en la sala, se veían como una pareja de adolescentes besándose y abrazándose.
-Hola mamá, hola papá - dije sonriendo, intentando evitar lo sucedido en los últimos siete minutos
-¡Hola! - dijeron al unísono
-¿Está David arriba?
-Sí respondió mi madre
Mi padre es policía y mi madre artista, le está yendo muy bien el negocio y ha empezado a viajar por todo el mundo.
David es mi hermano, tiene 15, esta en primer año de la preparatoria, mientras que yo estoy en tercer año, con 17. Tengo dos hermanas más, Bella de 23, graduada con su doctorado de psicología, y Gina de 25 que ya está casada y con su primer hijo David III, después de mi hermano y mi padre.
Subí las escaleras y me dirigí a la habitación de mi hermano
-Que tal señor David Jr. Fox - solía llamarlo por su nombre completo, solo para burlarme de el
-Bien y usted señora Fiona Fox - dijo riendo
-Señorita - corregí y solté una carcajada - me alegra que estés bien, te veo mañana, llevo todo el día paseando y estoy exhausta
-Buenas noches señorita te quiero - dijo, Dios, como amaba a mi hermanito
-Yo también te quiero
A pesar de lo que pasó hoy, no estoy preocupada, los asaltos me pasaban muy a menudo y tengo la ventaja de saber de armas y ladrones, gracias a la profesión de mi padre.
Llegué a mi habitación, lo único que había instalado era la cama, el resto eran puras cajas.
Fui a bañarme en agua fría para sacar todo el estrés, una vez bañada me limpie la cara y cepillé mis dientes. Me puse mi más cómodo pijama y me fui a dormir.
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Turning into pink.
Teen FictionPara tener diecisiete, Fiona Fox había pasado por bastante, pero no lo contaré todo ahora o arruinaré la historia. La vida de Fiona era en blanco y negro, hasta que conoció a Theo, que pintó su vida de color rosa.