{Mayo 7, 2014}
¡Genial! Me sentía fatal por haberle levantado la voz a Theo, pero es que ya me estaba sacando de quicio. A la vez, sentí la relajación recorrer por todo mi cuerpo. Al fin pude sacarme ese gran peso de encima.
El miedo me golpeaba el pecho, recuerdo cuando en la secundaria todos entendieron el porqué de mi silencio.
No podía creer lo que estaba pasando, no podía caminar cerca de una clase y ver -a través de la ventana- como todos se volteaban y se reían de mí.
— ¿Eres adoptada? No jodas, con razón eres tan gorda. Hija de puta —dijo un niño tirando mis libros
— Cállate, eso no tiene sentido —susurré
— ¿Que dijiste? —molestó otra niña—, ¿que tus padres están muertos? HA-HA-HA. Te crees la más guapa pero eres solo un pedazo de mierda, ¡HASTA HUELES A MIERDA!
— Cállate joder —alcé la voz—. —<<Cállate hija de perra, ¡Cállate! ¡Cállate!>>—pensé, no tenía las agallas de meterme con la niñata
— Adoptada de mierda. ¡Eres una puta! —me empujó otra chica—. Tienes solo 13 años ¡por el amor de Dios! ¿Enserio crees que le gustas a John Screep? Si eres una gorda sucia, eres una vaca, una vaca sucia y olorosa, eres fea y nadie te quiere, así que... ¿por que existes?
Solían tratarme como mierda, eran unos adictos de la arrogancia, pero, como decía el dicho, "una vez un adicto siempre un adicto".
Esperaba que Theo entendiera mi situación, que nuestra relación como amigos/vecinos/no se que más no se haya terminado.
Desconfiaba en las posibilidades de ser rechazada.
— ¿Cómo te fueron las clases? —mi padre habló llenando el silencio en la hora de la cena
— Bueno, pues tuvimos un examen sorpresa —contestó David
— ¿Y bien?
— Quedé bastante sorprendido —rió, reí junto con él
— Dios mío —murmuró mi padre—. ¿Y tú? —giró su cabeza hacia mí. Me sentía aturdida, solo pensaba en la expresión de Theo.
Mi padre se aclaró la garganta para llamar mi atención. Estaba prestando tan poca atención que estaba comiendo mi pizza con tenedor y cuchillo—. ¿Cariño?
— ¿Ah? —solté los cubiertos con sorpresa— Sí, me fue muy bien. Nada nuevo. Solo apuntes —balbuceé jugando con el queso.
— ¿Por qué tan callada Fifi? —intervino mamá
— Nada, es solo que en educación física me mareé un poco y creo que aún me siento mal —mentí bajando la voz
— Vale
Me tocaba lavar los platos como cada lunes, así que los recogí y los llevé a la cocina. Agarré mi teléfono y conecté los auriculares, la canción que estaba sonando era "Double Rainbow" de Katy Perry —<<They say one man's trash it's another girl's treasure>> —canturreé, la letra iba a la perfección "La basura de un hombre es el tesoro de una mujer". Por alguna razón las palabras hacían sentido, y rebotaban en mi mente redundantemente.
— ¿Qué le ocurre a ese tal Thomas? ¿Qué es lo qué está pasando entre vosotros dos? —se acercó David a lavar los platos junto a mi
— Theo —corregí—, nada, es solo que es un engreído sin corazón.
— Dice que quiere hablar contigo. Que te quiere conquistar o algo así —espetó con una carcajada
— ¿Conquistarme? Que idiota —susurré, había un nudo en mi garganta—. ¿Por qué hablas con él? Está tres años adelantado a ti, no hay forma de que se hayan cruzado.
— Existe football si no recuerdas
— ¿Qué haces americano? ¿Estás en el equipo de animadoras o qué? —reí con ganas
— No seas gilipollas —rió conmigo—, no, me inscribí en el equipo. A parte él dice que llevas todo el día ignorándolo y que soy su única fuente de información.
— No entiendo por que no pregunta a las chicas —bufé— no se tiene que meter con mi familia —Dos días después de mi confesión con Theo, le conté todo a las chicas -que estoy segura que ya le contaron a sus respectivos novios-. Llevaba cuatro años sin abrir la boca y no me lo podía contener más. Conocía a las chicas de hace un mes y medio, pero al escuchar las noticias se pusieron a llorar conmigo. Aunque fue una verdad a medias para ellas, ellas y Theo no tenían ni idea de quien era John.
Lancé el teléfono al sofá, que por cierto venía con diez mensajes: dos de Zoë, dos de Avery, uno de Noah y Evan y otros dos de mis hermanas. Los tres restantes eran de Theo y también venían junto con otras cuatro llamadas perdidas -él estaba haciendo el ridículo-. Subí a mi habitación y me lancé a la cama. —<<Estoy pensando seriamente en faltar mañana>> —dije en mi interior pero no serviría de nada, a parte de la escuela, también compartía calle con Theo, no había forma de evitarlo. Puede que estuviera reaccionando bipolarmente pero no dejaba de sentirme mal y enojada conmigo misma. Me daban unas ganas muy fuertes de tirar mi nueva lámpara y romperla de nuevo.
Theo era un estúpido. En primer lugar, ni siquiera debería haberse enojado conmigo. ¿Yo que hice? Si esto sigue así, acabaré reventando las bolas a alguien.
De nuevo escuché los gritos:
— ¡Robert! ¡Maldita sea! —chilló la madre de theo
— Melanie ¡Ni se te ocurra gritarme cuando fuiste tu la que...! —y se callaron, solo podía escuchar susurros—. ¡¿Que es lo que has hecho!? —gritó de nuevo
— Theodore Mitman, ¡Ven aquí ahora mismo! —dijo Melanie—. Le dijiste a tus amigos que, ¡¿qué?!
De pronto escuché un portazo, me giré hacia el balcón y la madre de Theo había cerrado la ventana de su respectivo balcón, pero eso no los detuvo para que dejaran de discutir.
No escuchaba golpes, pero si unos gritos infernales. De groserías a barbaridades. De una escala de 1 al 10, sus gritos eran un 16.
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Holas chicas!!! Esta es mi primera nota!!! WUUUHUUU que emoción.
Me harían un favor? podrían leer la novela de mi gran amiga Anddy?
Se llama "Living with the enemy" y esta muy buena.
(Link: en los comentarios)
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Turning into pink.
Novela JuvenilPara tener diecisiete, Fiona Fox había pasado por bastante, pero no lo contaré todo ahora o arruinaré la historia. La vida de Fiona era en blanco y negro, hasta que conoció a Theo, que pintó su vida de color rosa.