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Giuliana

-no te voy a negar que extrañaba este calor de mierda -murmuró mirando a Paulo

-si, yo ta...

-nenaaa al fin, no te vayas más -kun aparece corriendo abriendo a los brazos, al tenerlo lo suficientemente cerca lo abrazo con fuerza, Paulo rie acercándose a bren abrazándola.

Me separo de kun y abrazo a brenda

-y paso algo? O nada aún? -susurra cerca de mi odio, niego sin dejar de abrazarla a lo que ella asiente.

Luego de varios abrazos de kun, decidimos por salir del aeropuerto, el vuelo me agotó demasiado, más de lo normal.

-por qué no vino mi hermano? Creí que iba a estar acá -kun y brenda se miran a lo que se me hace raro.- que paso?

Miro a Paulo en espera de alguna respuesta a lo que él ni me mira.

-Leo no está Giu... -kun voltea a mirarme luego de guardar las valijas en el baúl del auto.

- ¡Como que no esta! ¿Donde esta?

-Cuando lleguemos a casa, lo hablamos bien amiga -brenda intenta acercarse a lo que retrocedo chocando con Paulo.

¿Por que no me dijo nada?

-Vamos chiquita -Paulo rodea mi cintura con sus brazos

Asiento a lo que subo al auto en silencio, los chicos tardaron en subir a lo que le reste importancia, ahora lo que me importa es Leo, quiero creer que es todo joda, quiero llegar a casa y ver a Leo aplastando el culo en el sillón, solo eso quiero.

(...)

Kun estaciona el auto enfrente de casa y lo primero que veo es las ventanas cerradas, algo raro porque Leo odia tener las ventanas cerradas.

Brenda y kun bajan del auto dejándome a sola con paulo. No quiero bajar.

-no te vamos a dejar sola Giu, estamos nosotros acá con vos

Ignoro a Paulo y bajo del auto de inmediato dirigiéndome hacia la puerta buscando abrirla pero se vuelve un completo fracaso, esta con llave. Brenda se acerca y saca las llave de la puerta y abre, se hace a un lado y logro pasar.

La casa está a oscura, no hay rastro de mi hermano, dejo la mochila en el piso al lado de la puerta y subo las escaleras corriendo hasta la habitación de Leo, entro y no hay rastro de él, me acerco a su placar y suspiro abriéndolo, mis ojos se llenan de lágrimas al ver que no esta la ropa de él.

Se fue... y me dejó sola, estoy sola.

Cierro el placar con todas mis fuerzas, retrocedo negando mientra lágrimas caen sobre mi rostro, me apoyo en la pared deslizándome sobre esta misma hasta quedar sentada en el piso.

-ey gorda, veni... -Paulo se agacha quedando a mi altura y me abraza a lo que rompo en llanto.

Me aferro con fuerza a Paulo, trato de tranquilizarme a lo que veo inútil.

-Gorda, tenemos que bajar, kun y brenda quieren, queremos mejor dicho hablar con vos

-vos sabes algo?

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒗𝒐𝒔- 𝑷𝒂𝒖𝒍𝒐 𝑫𝒚𝒂𝒃𝒍𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora