Neji 5

50 9 0
                                    

Lo primero que pensé cuando supimos del embarazo de Tenten, fue en decírselo a Shikamaru. No acudí a él de inmediato, pasé un par de días tranquilos junto a Tenten. Naruto y Hinata-sama nos ayudaron a tener nuestra propia cabaña, cerca de la de ellos, pero con la privacidad suficiente para nosotros dos. Creo que los días que pasamos construyéndola, fueron los más divertidos para mí.

Ahora he dejado a Tenten descansando, mientras detengo mis pasos frente a la guarida de Shikamaru, esta vez me ha pedido vernos en un lugar diferente, es una suerte de bar. Al ingresar, me doy cuenta de que está lleno de personas de aspecto sospechoso, todos me miran con curiosidad y hostilidad, debo continuar teniendo la facha de alguien con dinero, pues noto las intenciones con las que me observan.

Tomo asiento junto a la mesa larga, en donde parece atender un sujeto de aspecto rechoncho, éste me sonríe al verme llegar, no luce intimidante como los demás.

—¿Qué quieres pedir? —me pregunta, yo no le respondo enseguida, en lugar de eso, busco a Shikamaru con la mirada por todo el lugar, pero no lo veo, así que suelto un suspiro.

—Escucha, sólo dame un vaso de agua —contesto con desánimo; sin embargo, aquel sujeto entrecierra la mirada y se pone serio.

—El agua se sirve por allá —me indica, señalando una pequeña entrada a un costado de la mesa del bar. No entiendo muy bien por qué, pero por el tono en que me habla y la forma en que me mira, siento que debo seguirle la corriente, así que me pongo de pie y atravieso la dichosa puerta, cerrando detrás de mi espalda.

Mis ojos se abren con sorpresa cuando veo que Shikamaru está ahí, arrodillado junto a una mesa baja, mientras juega shoji contra aquella rubia que siempre lo acompaña.

—Supongo que Chouji supo que me buscabas apenas le pediste el vaso de agua —comenta él, sin siquiera mirarme.

Mi ceño se frunce, debo admitir que este sujeto a veces es muy tétrico.

—¿Sólo porque le pedí agua? —cuestiono, confuso, mientras me acerco lentamente a ellos.

—Esto es un bar de refugiados, aquí nadie viene por gusto, todos quieren olvidar sus penas en alcohol —me responde, moviendo una pieza sobre el tablero, pero noto de reojo cómo Temari sonríe ante su jugada—. Nadie pediría un vaso de agua, excepto, tal vez, alguien que sólo viene de paso —tras decir eso, por fin me mira—. Le dije a Chouji que si veía a alguien así, que lo pasara conmigo.

Ahora comprendo, creo.

—Jaque mate —escucho la voz de Temari, entonces veo a Shikamaru mirar el tablero con gran sorpresa—. Perdiste, eso significa que te toca la cena.

Él chasquea la lengua —¿Otra vez?

La chica rubia se pone de pie, hace una ligera reverencia hacia mí y luego vuelve a ver a Shikamaru.

—Los dejaré solos para que hablen, iré a ayudar a Chouji —menciona antes de perderse tras la puerta. Yo solamente la miro marchar, para luego sentarme en el lugar que había estado ocupando.

—¿Por qué te dejaste ganar? —pregunto con mucha curiosidad—. La vez que jugué contigo, me hiciste polvo en dos movimientos.

Él me muestra una sonrisa, para luego dar un hondo suspiro.

—No importa lo que haga, siempre me rindo con Temari —confiesa, aparentando desinterés, aunque estoy seguro de que eso es lo más cursi que le he escuchado decir—. En fin, pediste verme, dime, ¿pasó algo nuevo? ¿Algo que hayas recordado?

Mi ceño se frunce, por algún motivo, tengo miedo de decirlo.

—Algo nuevo, sí —contesto, haciendo mi mayor esfuerzo por mantener la calma—. Verás, según lo que tú mismo me dijiste, Tenten y yo jamás alcanzamos a pasar el suficiente tiempo juntos como para que algo así ocurriera, por eso... no sé qué puede pasar.

Contra el Destino (Neji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora