Capítulo 1: Crueldad.

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El pelinegro estaba comiendo tranquilamente aquella carne de lobo que había conseguido, dicha carne no le sabía tan bien como pensaba y eso se debía a que aquellos lobos eran en parte demonio. Todo era tranquilidad en la montaña y más siendo de noche, cosa de la que disfrutaba bastante el pelinegro, pero dicha tranquilidad se vió interrumpida al escuchar como alguien golpeaba la puerta de su cabaña.

T/N: (comiendo) ¿Mmmm?

El muchacho ignoró los golpes, pero después de un rato se cansó y se dirigió algo cansado hacia la puerta, al abrirla no vió a nadie, por lo que pensó que se trataba de alguna especie de broma por parte de algún mocoso. Sin embargo, al bajar la vista pudo ver unas pelotas de temari a sus pies, cosa que en un principio se extraño al verlas, pero que inmediatamente pudo reconocerlas.

T/N: (recogiendo las pelotas) Lo que faltaba.

???: ¿Podrías cerrar la puerta? Hace mucho frío.

El pelinegro cerró la puerta y se dirigió a la sala, allí pudo ver a una chica de tez pálida con unos ojos de color anaranjado claro y unas pupilas características de los gatos.

El pelinegro cerró la puerta y se dirigió a la sala, allí pudo ver a una chica de tez pálida con unos ojos de color anaranjado claro y unas pupilas características de los gatos

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El pelinegro se sentó nuevamente en el suelo y comenzó a comer nuevamente lo que había dejado con anterioridad. La muchacha por su parte se dedicó a observar a esa persona a quién le gustaba tomarle el pelo, pero al mismo tiempo sentía un enorme respeto por él.

???: ¿Sorprendido?

T/N: (comiendo) No.

???: Eres aburrido, anciano.

T/N: (comiendo) Tendrás que esforzarte más, niña.

???: Odio que me llames niña.

T/N: (comiendo) Y yo odio que me molesten cuando estoy comiendo, pero uno no puede conseguir todo lo que quiere en la vida.

???: (sacando un paquete) Vale, vale. Ya lo he entendido, acepta esto en señal de disculpa.

T/N: ¿Qué es?

???: Un regalo.

El pelinegro agarró el paquete y procedió a desenvolverlo, al hacerlo pudo ver un montón de carne. El chico cogió un trozo de dicha carne y se lo acercó un poco a la nariz para poder olerlo mejor, evidentemente aquello era carne humana.

???: (entusiasmada) ¿Y bien?

T/N: Ha pasado un tiempo desde que comí carne humana.

???: (sonriendo) Bueno, si no vas a cazar humanos, yo lo haré por tí.

T/N: Sabes de sobra que yo no necesito carne humana para sobrevivir, Susamaru.

Susamaru: Lo sé, pero igualmente te tienes que alimentar como el demonio que eres.

T/N: Medio demonio.

Susamaru: Como sea. ¿Te gusta? Es carne de noble.

T/N: Lo aprecio. ¿Comemos juntos?

Herencia demoníaca. (Lector x Kimetsu No Yaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora