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—¿No prefieres que cenemos fuera? —preguntó Dylan, bloqueando su celular y mirando a Tae.
El último mencionado le negó con una sonrisa.
—Prefiero que quedemos en casa.
Realmente no tenía ganas de salir, solo quería quedar en su casa mientras veía alguna película y pasaba un buen rato. Pero tenía a Dylan insistiendo en salir, que si no iban los dos no iba ninguno, y pues a Taehyung esto no le importó ya que realmente no quería salir.
Pensando todo esto, dejó lo que estaba haciendo para acercarse al rubio que se encontraba sentado en el sillón, se acercó y llegó hasta su lado, sonriendole.
—Ya te dije que si quieres salir, que vayas, no te hagas problemas por mí. —dijo amablemente. —Estoy muy cansado y no tengo ganas de nada.
—Entonces no. —Dylan sonrió, tomándole la mano y dándole un suave apretón. —Quedaré aquí contigo, no te preocupes. —sonrió mientras besaba la mano de Tae. —Cambiando de tema, ¿Jungkook te volvió a hablar?
Si se sorprendió cuando escuchó esa pregunta y más viniendo de Dylan. Él no estaba enterado de cómo fue la relación con Jungkook, no sabía casi nada pero aún así estaba muy metido en el tema. Era consciente de que se hablaban, o mejor dicho, de que Taehyung le hablaba a Jeon, y digamos que esto a Dylan no le parecía tanto.
No eran celos. No eran celos y estaban lejos de serlo, o al menos eso es lo que creía el rubio y lo que lo dejaba tranquilo.
—En realidad, él nunca me habla. —dijo Tae un poco bajito. —Siempre soy yo él que insiste.
Dylan mordió sus labios, un poco enojado.
—Ya veo. —asintió. —¿Y eso no te hace daño?
—No importa. —negó con una sonrisa, aunque no estaba para nada feliz. —Él nunca me hará daño.
El rubio se quedó en silencio porque si decía algo, solo serían cosas malas hacia Jungkook y prefería guardarselo. Así que siguió en silencio, con su mirada puesta en el suelo mientras Taehyung seguía hablándole. Por supuesto, no le prestaba atención.
—Y mañana es el cumpleaños de mi mamá...
Dylan alzó su vista a penas escuchó eso. Eso solo significaba una cosa y él sabía perfectamente cual.
—¿Mañana? Wow, todo pasó tan rápido. —comentó.
—Sí. —asintió el modelo. —Mañana mismo.
Ninguno de los dos era tonto. El cumpleaños que se daba mañana significaba ver a Jungkook, ya que este estaba invitado y esta misma tarde confirmó que iría. Así que los nervios comenzaban a salir a flote.
Taehyung era el más nervioso e interesado de los dos, mientras que a Dylan lo único que le generaba era desinterés e inseguridad. Tener a Jungkook en el mismo lugar que Tae sólo significaba peligro, y el rubio no tenía ganas de presenciar nada de eso. Pero, aún con esos pensamientos, se quedaba callado sin mencionar nada acerca del tema.
Confiaba en Taehyung y sabía que éste no se le acercaría a Jungkook luego de tres años sin verse.
Qué equivocado estaba.
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