Tal como venían haciendo hace dos meses, ahora mismo se encontraban juntos, en el departamento de Taehyung para ser más específica. Estaba de más decir lo mucho que disfrutaban de la presencia del otro.
—Cariño. —llamó Jungkook al modelo, quien le prestó atención en seguida.
Tae dejó lo que estaba haciendo y se acercó hasta la cama, sentándose al lado del menor.
—Mira... —con una sonrisa, Jungkook le mostró su celular.
Taehyung terminó de acomodarse y por supuesto, aprovechó para tomar el rostro del bonito chico que estaba en su cama y le plantó un rico beso. Beso que Jungkook siguió gustoso. Estuvieron así un ratito y luego se separaron, fue entonces cuando el menor le pasó su celular a Kim y este último comenzó a leer el chat de instagram.
La habitación quedó en silencio un largo rato, hasta que el modelo habló.
—¿Y esto? —dijo, con una risita. —Que idiota más grande, de verdad.
Jungkook le asintió.
—Me habló hace unos días y lo paré en seguida. —comentó. —Me dió tanto asco como se refería a ella que lo subí a Twitter. La chica también me habló luego.
—Hiciste bien, se lo merece. —sonrió.
Le devolvió el celular e inmediatamente cerraron el tema. No pasó mucho cuando Kook ya se encontraba encima del pecho de Taehyung, con la idea de descansar un poquito. Por supuesto que el modelo no se quedó atrás, amaba tenerlo tan cerca y claro que aprovechaba, en seguida sus manos traviesas ya acariciaban la pequeña cintura de Jungkook y su espalda.
—¿Vas a dormir? —con un tono bajito, Tae le preguntó.
El menor se quejó un poquito.
—No creo. —dijo con un puchero. —Últimamente tengo pesadillas y no me gusta.
—Piensa en mí y no las tendrás.
Jungkook sonrió, aún con sus ojitos cerrados. Amaba al Taehyung pícaro y sin una pizca de vergüenza al decir las cosas.
—Si pienso en tí me excito. —respondió, igual de pícaro.
Fue entonces cuando Taehyung se desarmó por completo. Siempre generaba eso en él, Jungkook era el único que lo generaba y le encantaba muchísimo. Entonces no pudo evitar reírse, lo hacía mientras mordía su labio inferior.
Jungkook notó esto, así que subió su rostro hasta la altura del otro y dejó un beso chiquito.
—Te quiero, te quiero, te quiero... —le susurró.
No fue necesario decir nada más.
Comenzó un beso exquisito y largo como a los que estaban acostumbrados. Taehyung tomó el rostro de su chico y ahí quedaron, disfrutando como lo hacían siempre que se veían.
Pero lamentablemente nada era para siempre.
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