Prologo.

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—Lo siento mucho Hinata pero… no siento nada por ti— le dijo el rubio sin intenciones de lastimarla. 

—Lo entiendo— dijo la Hyuga triste, se despidió de rubio y se fue por donde vino. 

Naruto suspiro cansado, le costó mucho decir esas palabras, es más, cree que no fueron las más adecuadas. 

Camino a su casa de vuelta y se acostó en su cama, solo esperaba que ella no lo evitase y siguiera siendo su amiga. 

———♤♤♤———

Un mes, y la mayoría de su generación lo ve como el malo de la película, ¿por qué? Era la única pregunta que se hacía. 

Los únicos que no lo juzgaban eran Sakura, Shikamaru y Lee. Los demás le hicieron la ley del hielo y todo por rechazar a Hinata. 

Los días pasaban sin pena ni gloria por konoha, Naruto no ha querido salir de su departamento, no le gustaban las miradas que recibía, eran peores que cuando era un niño. 

Su puerta se partió en miles de pedazos, la viruta se esparció por toda la habitación, al rubio poco le importó. 

—Levántate ahora— le ordenó Sakura molesta. 

No recibió respuesta. 

—Me obligas a usar el armamento pesado— dijo la Haruno rendida. —Shikamaru, Lee. Vengan—. 

Ambos hombres entraron en el departamento. 

—¿Era necesario romper la puerta?, había un timbre— dijo con pereza el heredero Nara. 

—Si—. Dijo segura. 

—¿Qué quieren?— preguntó Naruto debajo de sus cobijas.

—Sacarte de este lugar, apesta y apestas— dijo Lee. 

—No quiero, me quiero quedar— dijo como un niño, para hacerse una bolita en su cama. 

—Que comience la operación de traer de nuevo a Naruto-kun— dijo con entusiasmo Lee. Shikamaru y Sakura se miraron, no le habían puesto nombre a su misión. 

Sakura le sacó la cobija de encima y se llevó al baño, le sacó toda la ropa y tiró a la bañera. Lo baño y lo dejó presentable. 

Shikamaru y Lee le prepararon un bolso con suficiente ropa para una semana y salieron del departamento. Los cuatro caminaban a un ritmo normal, no había prisa para llegar. 

—Chicos— habló Naruto por fin, sus amigos le prestaron atención. —Creo que es mejor aceptar los sentimientos de Hinata—. 

—Ni lo pienses— dijo Lee tajante. 

Sakura y Shikamaru se miraron. 

—Nunca, pero nunca, vuelvas a decir algo así. No tienes que aceptar sus sentimientos por la presión social, si te gusta sal con ella, y si no, está bien, porque también están tus sentimientos, no solo los de ella—. 

Naruto tenía los ojos cristalinos, necesitaba que dijeran que estaba bien, que no había hecho mal. 

———♤♤♤———

—Llegamos— dijo Sakura feliz. 

—¿A dónde?— preguntó Naruto. 

—A tus vacaciones— dijo Shikamaru con pereza. 

—¡Eh!—. 

—Una semana, aprovechala, nos costó convencer a la Hokage— dijo Lee.

Le dejaron su bolso y se fueron en un shunshin. Naruto quedó parado en medio de la recepción del hotel sin saber qué hacer. 

Siete días para enamorarse [NaruKarin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora