Siete días para enamorarse [NaruKarin]

Dia Cinco: Cuidados y Sentimientos

Karin se quedó sentada mirando la ventana abierta y recordando la sonrisa del rubio.

Esto no era como su obsesión con el Uchiha, iba más allá de eso, comenzó a pensar en las cosas que ha hecho en cuatro días y las superpuso con las cosas que el pelinegro hizo por ella y dejó salir una risa irónica, tenía que dejar de compararlos ya que son completamente polos opuestos y aunque dentro suyo lo admita, Naruto es mejor el Uchiha en cuanto a expresar sentimientos se refiere.

Sonrio por eso, se acaba de darse cuenta que siente algo más que una amistad hacia el rubio hiperactivo, su sonrisa desapareció al recordar cuando se vieron el otro día, estaba triste, decaído y nervioso, no le pregunto porque en su momento no le importo pero ahora quería saber aunque no era momento o seguro se enojaría si lo hiciera.

Nuevamente se sentido bien, ser tratada con cariño y respeto y no como un arma o una incubadora como querían hacerle los de Kusagakure antes de escapar, un escalofrío recorrió su espalda al recordar eso.

Quería ser madre y tener una familia pero no de esa manera, no sería violada repetidas veces para ser madre de esos bastardos que mataron a su madre.

Se tranquilizó y recostó su cabeza en la almohada.

Mientras tanto Naruto volvía con unas volsas con frutas y algo de comida, no sabia que podía comer así que trajo un poco de todo, solo esperaba que no le gritara inútil por saber como tratar con un enfermo.

¿Por qué no le dices y dejas este jueguito tonto de si le gustó o no?. Dijo molesto Kurama.

No puedo Kurama, no lo entenderías.

¿Entender que? Es una humana de tu odioso clan, te sientes atraído desde que terminó la guerra y ahora juegas al le gusto o no le gusto. O te apuras y le dices o tomare el control de tu cuerpo y lo haré yo mismo.

¿Me estás advirtiendo?. Pregunto indignado con el zorro.

Te estoy amenazando, Gaki.

Naruto trago grueso, sabia que las amenazas del zorro eran severas y tenía que si o si hacerlo, pero no encontraba un lugar seguro donde decirle o las palabras exactas para confesarse.

Solo dile que te gusta. Dijo Kurama desde su cabeza.

Cállate. Dijo enojado pero no de verdad.

Llego al hospital y saltó hasta la ventana de la habitación de ella, la encontró recostada con sus brazos detrás de su cabeza mientras miraba el techo.

—Ya volví— le dijo animado.

La chica se sorprendió pero se sentó en la cama lista para comer.

El rubio dejó unas bolsas en la cama y Karin sacó frutas y un cuenco de verduras cocinada y algo de pollo hervido.

—Gracias— le agradeció y comenzó a comer.

Naruto dejó salir un suspiro que no sabia que estaba conteniendo, se sintió bien hacer algo por ella poder su sonrisa.

Las risa del zorro se escuchó en su cabeza.

Agarró una manzana y comenzó a pelarla para que ella pueda comer, al no saber hacerlo la manzana quedo con pedazos de piel y deforme.

Karin dejó salir una risita burlona pero siguió comiendo hasta terminar el bowl de verduras y pollo.

Naruto pese a sentir vergüenza por eso, cortó la manzana como había visto hace mucho y le dio un pedazo a la pelirroja, ella le sonrió y comió el pedazo de manzana cortada.

Así hasta terminar todo y ordenar el pequeño desastre que había.

Karin suspiró y se acostó, estaba llena y cansada —Gracias Naruto— dijo ella feliz. El rubio le sonrio y levanto su pulgar en aceptación.

La habitación quedó en silencio, lo único que se escuchaba era la tranquila respiración de la chica, Naruto se quedó en silencio unos minutos más esperando que ella se durmiera profundamente y hablo.

—Karin, no soy bueno con las palabras... pero se que me gustaría compartir contigo todo lo que tengo y tendré en un futuro— dijo tranquilo ya que ella estaba dormida y no pudo escuchar nada. —Buenas noches—. Y se fue por la ventana.

Karin espero un momento y se dio vuelta con la cara roja, ¿escucho bien?, Naruto le dijo como se sentía con respecto a ella y no mentiría, se sintió bien, su corazón había comenzado a latir rápidamente y dudaba que se calmara rápido así que se acomodó y trató de dormir, cosa que no pudo.