Siete días para enamorarse [NaruKarin]

Dia tres: Exploracion Catastrofica

A la mañana siguiente, ambos Uzumaki desayunaron juntos, esta vez fue hecho por la pelirroja.

No fue ramen, claro que no.

Fue Arroz, Sopa miso, Pescado a la parrilla y una Taza de té verde. Tuvo que pedir permiso en la cocina del hotel para hacerlo.

Ambos bajaron a la recepción, el dia anterior habían acordado explorar los alrededores, Naruto tenía puesto su chaleco jounin con un tapado blanco y rojo, obviamente en honor a Jiraiya. Karin llevaba un short y una camisa mangas larga, sus botas y un tanto atado en su cintura.

Karin se sintió extraña, no esperaba pasar sus vacaciones exprés explorando el complejo turístico y mucho menos con el rubio, no le desagradaba, es reconfortante ver como el rubio se preocupaba por ella, la primera vez en mucho tiempo que se sentía tan querida, desde la muerte de su madre no se sentía así y agradecia enormemente este sentimiento.

Se agachó y tocó el suelo con dos dedos, sintió una gran concentración de chakra al este de donde estaban.

—Al este de nuestra posición hay una concentración bastante grande de chakra— dijo seria, no le estaba gustando por donde estaba yendo eso.

Naruto se mordió el dedo y en una pequeña nube de humo apareció un sapo verde de pequeña estatura.

—Desagradeble— murmuró la pelirroja.

El sapo de mostro la lengua en señal de molestia.

—¿Naruto-sama que necesita?— preguntó entusiasmado.

—Mi compañera registro una concentración grande de chakra al este, investiga que hacen e informame— ordenó.

—A la orden jefe— dijo el sapo y desapareció.

—Esperemos para ver como actuar— dijo el rubio.

No paso mucho para que el sapo apareciera e informara que era un comercio ilegal de armas y niños esclavos.

Naruto se enfureció y sus rostro se oscureció.

—Jefe, es Compania Gatō— dijo el sapo. El rubio explotó.

—Ese bastardo, lo mataron sentenció furioso.

—¿Gatō?— preguntó la chica.

Naruto suspiro y se calmó —Es una corporación creada por Gatō con la que él se convirtió en millonario; ésta se encargaba del tráfico de drogas de forma marítima y también del tráfico de armas ninja. También extorsionaba a los aldeanos para explotar sus recursos, como sucedió en el País de las Olas, al que dejó con escasos recursos. Con estos negocios fraudulentos, no le importaba matar o empobrecer a cualquier tipo de gente. También tenía contratados a guardaespaldas y a mercenarios a sueldo. En mi primera misión fuera de konoha nos enfrentamos a el, zabuza lo mató pero ahora debe ser algún aliado el que lo maneja—.

Karin se sintió asqueada con eso, su infancia no fue buena pero maltratar a un niño iba más allá de cualquier tortura que haya recibido.

—Esto es personal— murmuraron ambos Uzumaki y planearon como resolver esto.

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Llegaron cerca del lugar, Naruto activo su mado sabio, no perdonaría a nadie. Saco un conjunto de Kunai de tres puntas y lazo un par al rededor del lugar, Karin hizo un par de sellos y una barrera se levanro rodeando el lugar.

Ambos aparecieron en el lugar, el rubio hizo dos grupos de diez clones con suficiente chakra para usar algunos jutsus y se dividieron.

—Karin perdóname, esto no tenía planeado cuando sugerí una exploración ayer—.