10. 4 puntos para ser exitosos

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Felix, como de costumbre, llegó a la casa Seo tocando la puerta. Con el paso de los días se había comenzado a sentir cómodo en aquella casa. Era una familia relativamente amable, no compartía mucho con ellos pero afortunadamente nunca le habían dicho o hecho algo que lo pudiera ofender. Incluso le dejaban entrar a la casa sin que alguien le tuviera que abrir, pero aun así se esperaba a que alguien le abriera.

Después de saludar y de que le avisaran que Changbin no estaba en casa aun, subió directo a su cuarto. Aunque estuviera solo por un rato, aún tenía un par de tareas pendientes que tenía la intención de hacer. Sin embargo sus planes cambiaron por completo en cuanto vio a su amigo mayor frente al escritorio del estudio. Sus ojos estaban hinchados y rojos y tenía la mirada perdida en el monitor mientras tecleaba a una gran velocidad.

Ciertamente parecía un robot, daba un poco de miedo.

Se acercó lo suficiente para notar que estaba trabajando en varios proyectos musicales al mismo tiempo. Intentando llamar su atención, le quitó los audífonos haciendo que el chico saltará de golpe por el susto. Se sujetó el pecho mientras regulaba sus latidos.

—Buenas tardes, Hyung. —saludo con una pequeña sonrisa que amenazaba con ser burlona por el susto de su amigo.

Casi te conviertes en un asesino involuntario —bromeó el mayor —. ¿No te topaste a Sungie en el camino? Hoy no pasé por él.

Félix negó con la cabeza mientras apretaba los labios en una línea.

¿Por qué llegaste tan temprano? Arruinaste mis planes de hacer tarea. —dijo mientras lanzaba la mochila a una esquina y se sentaba en la orilla de la cama frente al escritorio.

Aún puedes hacer tarea.

Ya lo arruinaste, dije —recalcó haciendo notar que desde un inicio no quería hacer tarea y solamente buscaba una excusa para no hacerlas—. ¿Entonces?

Me dieron salida temprano, cerraron temprano porque iban a fumigar. —mintió de forma tan natural que incluso se sintió mal de hacerlo.

Acababa de mentirle a Félix, quien asentía con una mueca habiéndose creído la mentira. Chan se sentía la peor persona del mundo. Ni siquiera supo porqué lo dijo, pero no le salía de forma natural contar lo que en verdad le había pasado.

Se giró volviéndose a perder en la pantalla, no podía ver a los ojos a su amigo. Se sentía la peor persona.

El resto de la tarde no pudo entablar una buena conversación. Había estado tan sumergido en sus proyectos musicales que había olvidado por completo lo que pasó en la mañana. Al recordarlo no pudo evitar sentirse afligido y ansioso.

Tras un buen rato, finalmente llegó el otro par, con sus estómagos llenos y sonrisas en la cara. Comentaron entre risas lo sucedido temprano y Jisung terminó por hacer un drama completo nuevamente por el desperdicio de su almuerzo.

El joven australiano tuvo que pedir prestada la cocina y algunos ingredientes de la casa Seo y terminó haciendo la cena para todos en cuanto la noche cayó. Y aunque todos comían bastante gustosos de su cena, podía notar como Chan estaba un poco más gris que otros días. Su sonrisa estaba bastante apagada y sus ojos no podían demostrar expresión alguna.

Después de la cena Chan se volvió a sumergir en el monitor mientras que el resto de chicos se sumergían en su propia charla. Aunque también habían notado que Félix no estaba aportando mucho a la charla.

—Entonces —comenzó a relatar Jisung sentado cómodamente en la cama frente a sus amigos —, no sabía dónde quedaba esa tienda y por accidente terminé entrando a un bar gay. Fue bastante entretenido, me dieron una muy cálida bienvenida.

4RACHA  °Stray Kids°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora