8. Buscando a Felix

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Nuevamente era testigo de aquella calidez y magia. El olor del pan recién horneado y el sonido de la música de jazz de fondo. Can't we be friends de Louis Amstrong era la canción que resonaba entre las paredes de aquel lugar dando un ambiente acogedor.

Era temprano y aún no había gente en aquel lugar. Una de las ventajas de saltarse las clases.

—¡Hola de nuevo pequeño niño! —la dulce y energética voz de Sana, amiga de Chan y mesera de aquel bonito café, llegaba a su lado —¿Dónde dejaste a tu guardián? —bromeó la chica mientras sacaba su libreta y una pluma, lista para tomar la orden.

—Hoy vine solo —dijo simple —. ¿Me podrías traer solo un americano helado?

Con una ceja alzada, la chica lo escribió en su libreta.

—¿Seguro? Creo que es un poco desabrido para ti. Puedo recomendarte un frappuccino o un Caramel, también el strawberries cream, van bastante contigo. Un sabor dulce para un niño sonriente. —propuso manteniendo una sonrisa.

Félix terminó cayendo, quería algo suave y descansar un rato escuchando la música del lugar pero terminó por pedir un Strawberries Cream junto con una orden de brownies. Seguro saldría con el azúcar bastante alto de ahí.

Tras varios minutos finalmente llegó su pedido, aunque había algo que le llamaba la atención. Un latte de té verde que definitivamente no había pedido.

—Creo que no es mio. —informó mientras apuntaba la bebida.

La chica sonrió mientras se quitaba el delantal y las orejas de elfo que debía usar en el trabajo.

—Es mio, espero no te moleste que me siente contigo. Es mi hora de descanso.

Y los planes de estar solo se fueron por el drenaje. Pero no se iba a quejar, le venía bien la presencia de alguien así de vivaz. Con una pequeña sonrisa aceptó que la chica se sentará en su mesa.

Y aparentemente, la chica tenía mucho que hablar. Habló hasta por los codos mientras que Félix se perdía en la mitad de la conversación entre su bebida y los brownies. La chica hablaba bastante rápido y el coreano del rubio no daba para más. Pero parecía ser que ella solo quería ser escuchada así que solamente prestó atención a lo que decía.

—Quizás ya te hartaste de escucharme. En verdad lo siento. —dijo la chica al notar que el rubio no había hablado en todo el rato, solamente la veía y asentía en momentos.

—No, tranquila, está bien para mí escucharte. Aún no domino el idioma pero estoy haciendo mi mayor esfuerzo por entenderte.

—¡Oh! Es cierto, la vez pasada te escuché hablando en inglés. Australia, ¿cierto? Me lo había comentado Chan.

—Sí, él también es de allá. Es bastante cómodo hablar en inglés con él —explicó esta vez un poco más interesado en entablar una charla —. Eres muy cercana a Chan Hyung, ¿cierto? Creo que dijo que estudiaron juntos.

—Sí, de hecho tengo que hablar con él de un tema muy importante mañana por la mañana. Estoy algo nerviosa así que deséame suerte. —comentó con una sonrisa.

Un piquete bastante peculiar se instaló en el corazón de Felix. Algo casi indiscernible. Pero era raro, incómodo. Tenía curiosidad de preguntar por lo que la chica tenía que decirle a Chan pero no considero correcto preguntar. La duda lo incomodaba y ponía tenso. Estaba comenzando a pensar que aquel lugar no era tan cómodo como él quería que fuese.

(...)

Mientras Félix deseaba mejor haber asistido a clases, Jisung deseaba salir lo más pronto posible. Su pierna subía y bajaba mientras golpeaba su escritorio con el lápiz a modo de batería.

4RACHA  °Stray Kids°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora