11. El nuevo manager

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Finalmente el siguiente fin de semana llegó y como acordaron verse el sábado temprano por la mañana, Felix tuvo que madrugar un poco. Madrugar era un decir, tuvo que levantarse a las diez de la mañana pero con mucho esfuerzo.

Finalmente les iba a presentar a su posible futuro manager. Había hablado con su amigo y gustoso aceptó presentarse y ayudarles aunque le comentó que no tenía mucha experiencia. Pero era eso o nada.

Iba de camino a la casa de su amigo donde habían quedado para hablar, aunque a medio camino tuvo que desviarse hacia el bonito café Wonderful World para comprar algo dulce que lo mantuviera con los ojos abiertos. No había estado durmiendo bien durante los últimos días.

Apenas entró y divisó a la energética pelirroja atendiendo una mesa cerca de la caja. Aunque hubo algo que se veía particularmente distinto.

No estaba siendo tan energética como solía serlo.

En cuanto la chica se giró por oír el timbre que anunciaba la llegada de un nuevo cliente, sonrió al ver una cara conocida, pero su sonrisa no duró mucho, apagándose lentamente hasta verse más relajada que feliz. El rubio lo notó pero aun así mantuvo su sonrisa hasta llegar a la caja donde la chica rápidamente se había metido para poder atenderlo.

—Buenos días, noona. ¿Trabajando tan temprano? —saludo el chico.

—Sip, estoy tomando turnos dobles. ¿Qué te puedo servir el día de hoy? —preguntó la chica con una voz calmada.

Fingidamente calmada.

—Lo que sea que me pueda dar un coma diabetico, por favor. Si tiene algo de fruta mejor, hay que mantener la figura.

Dejó salir una pequeña risa y se relajo un poco al escuchar la risa de siempre de Sana, apenas y la conocía y solamente la veía trabajando, pero sabía que era importante para Chan y de cierto modo, lo que era importante para el mayor, lo era para él. Sana iba dentro del paquete.

—Sale un batido Unicornio, en un momento te lo entrego. —dijo la chica mientras cobraba el pedido.

Se sentó unos minutos disfrutando de la acostumbrada música suave que sonaba por todo el lugar. En definitiva, un lugar que le encantaba. Música, comida deliciosa, temática mágica, chicas agradables disfrazadas de hadas, era una cafetería bastante disfrutable para pasar el rato.

Su concentración se vio interrumpida con la presencia de la linda pelirroja.

—Un unicornio para ti.

Sin duda alguna, eso se veía peligrosamente dulce. Era una bebida fria de color rosa chicle con algunas manchas azules celestes y recubierta con crema batida y espolvoreada con estrellas, seguramente de azúcar. Una bomba dulce. El primer sorbo lo sorprendió llenándolo de emoción y despertandolo por completo. Era de fresa y moras, dulce y ácido al mismo tiempo.

Con una sonrisa agradeció dispuesto a salir con su bebida en mano cuando fue retenido por la chica.

—Uhm, Felix —lo llamó con un tono de voz inusual, extraño —. ¿Cómo está Chan? Tengo unos días sin poder comunicarme con él.

El chico abrió los ojos sabiendo que ese era el blanco, era la astilla que incomodaba a la chica. Rápidamente recordó entre semana, cuando el mayor se negó a tener a la linda chica de manager. No lo cuestionó pero aquella forma en la que lo dijo, tan tenso y frío, le daba a entender que quizás ellos se habían peleado.

—La verdad lo he visto bien. La vez pasada lo vi bastante decaído pero durante la semana ha estado bastante animado. Quizás deban arreglar las cosas, eres importante para él. —explicó intentando animar a la triste chica que mantenía una mirada de cachorro castigado.

4RACHA  °Stray Kids°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora