C.2:La sonrisa de un estupido lindo

683 73 2
                                    

Kirishima era conocido por ser un chico entusiasta, animado, carismático y lleno de energía la cual terminaba quemando con el club de futbol del cual era actualmente capitán. ¿Que era lo que Bakugo mas veía de el? Sencillo, sus músculos, esos malditos músculos marcados que se veían muy bien con el uniforme deportivo del club e incluso con él uniforme diario el cual le quedaba jodidamente bien.

Kirishima adoraba a su amigo, no por nada se esforzó demasiado por acercarsele, pegándose a el hasta que finalemente el ojirubi dejo de quejarse de su presencia, y también de la del resto de chicos que le seguían.

—¡Blasty!¿almuerzas con nosotros hoy?— se acercó el pelirrojo al escritorio de donde se encontraba Bakugo guardando un par de libros en su mochila.

—Eh bueno...— los ojos rubíes de Bakugo se fijaron en su amigo, o mas bien en su brazo que ejercia presión contra el escritorio haciendo marcar los músculos contra el uniforme escolar.

—¿no puedes hoy?— los labios de Kirishima formaron un mohín mientras bajaba la cabeza, Bakugo creia que si fuese un perro tendría aquellas orejitas caídas, solo imaginar al chico con un par de ellas, una cola saliendo de su trasero y en boxers dejando ver todo ese buen cuerpo trabajado que tenia,le hizo tragar saliva,intentando no tartamudear por el calor que sintió de solo imaginarse aquello.

—Nos iremos juntos a la salida hacia los dormitorios bastardo, deja de comportarte como un mocoso— con toda la fuerza de voluntad que poseía acerco su mano a la cabellera rojiza para aplastar aquel puntiagudo peinado que llevaba siempre

—¿¡enserio?!¡bien!¡nos vemos después del almuerzo Blasty!— Kirishima se recupero rápidamente y salio corriendo tras el resto de alumnos dejando completamente al rubio quien se dejo caer en el asiento dejando escapar un suspiro de entre sus labios por lo mucho que se esforzó en que su amigo no notara la erección que se formo de solo verlo.

—Maldito pelos de mierda y su jodido cuerpo— murmuro mientras miraba a su alrededor asegurándose de que no había nadie mas que pudiera verlo o entrar, seguramente todos se encontraban en los comedores y sabía que mayormente jamas volvían al salón hasta que las clases volvían a comenzar.

Lentamente llevo su mano a su entrepierna dejando la mochila en la mesa, se acomodo sobre el banco abriendo levemente sus piernas mientras bajaba el ciper del pantalon desabotonado él mismo, con su mano comendo a dar pequeñas caricias por sobre la tela del boxer dejando escapar un jadeo.

Su imaginación se encendio rápidamente haciendo una imagen mental del pelirrojo, lo habia visto muchas veces en las duchas por las clases de educación física además que aveces prarticabs con el y su club de fútbol cuando tenia ganas, agradecia las malditas clases de deportes por otorgarle tal imagen mental de su mejor amigo, bien, continuó trabajando con su cerebro para imaginar una candente escena de Kirishima, el chico bañándose, con el agua cayendo sobre su cuerpo, las gotas resbalandose por esa piel con un sutil tono acaremalado ya que el pelirrojo solía entrenar mucho bajo el sol varios dias.

—Eijiro...— continuo con aquella fantasía en su cabeza o eso quiso pero algo lo interrumpió.

—¿B-Blasty?¿q-que haces?— musitó el pelirrojo a unos pasos de su banco con el rostro levemente rojo por la vergüenza de encontrar a su amigo de tal modo. Kirishima idiota no era, no tanto como parecía claro, sabia que su amigo llevaba una vida sexual muy activa pero preferia no saber mas haya de lo poco que imaginaba o probablemente querria golpear a todos esos idiotas que se acostaban con el, muchas veces visualizo en su cabeza a Bakugo en aquellas situaciones y una cosa era imaginar pero otra muy diferente era ver en directo a su amigo masturbándose mientras gemía su nombre.

—Mierda...— quería detenerse para poder hablar bien con el chico a unos pasos de el, pero solo visualizarlo tan cerca suyo no hizo mas que ponerlo aun mas caliente de lo que ya se encontraba en esos momentos —K-Kirishima...ah joder, lo siento— murmuro entre gemidos y gruñidos lascivos sin que su mano parara de pasearse por su miembro y su otra mano libre tanteo entre sus ropas bajando las mismas un poco mas para tener acceso a aquel lugar en el que tan pronto introdujo un dedo le hizo cerrar los ojos

Entre Finas LineasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora