Sweet Night ;; 𝗬𝗮𝗻𝗴 𝗝𝘂𝗻𝗴𝘄𝗼𝗻 ✔︎

━ O3. ELLA

𝗨𝗻𝗮 𝗔𝗱𝘃𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮

Una semana había pasado desde que mi castigo comenzó y no era nada más que molesto intentar enseñarle algo a alguien que simplemente no tenía cómo prioridad los estudios.

Apenas había conseguido explicarle un clase de ciencias, porque Jungwon siempre estaba más apresurado en regresar a la practica con sus compañeros de grupo o en responderle a sus fans en vez de prestarme un poco de atención. ¿Y realmente se preguntaba por qué no me agradaba?

Iba a darle un oportunidad, iba a intentar ser amable con él durante las clases, pero no podía, Jungwon era demasiado detestable cómo para recibir un huen trato de mi parte. Luego de haber aceptado su propuesta imaginé que él iba a ser un poco más centrado en los estudios, pero me equivoqué.

—¡Amin, ven a comer! —escuché el llamado de mi madre desde la sala, por lo que deje mi libreta a un lado y salí de mi habitación.

Mi padre ya estaba sentado ayudando a Minsu con su coda mientras que mi madre seguía en la cocina terminando de servir la comida. Me acerqué a ella y sin decir nada, tome los platos restantes y los llevé a la mesa, luego mi madre se sentó y por último lo hice yo.

—¿Cómo te fue en la escuela hoy, Amin? —cuestionó mi padre con curiosidad.

—Bien. Ya sabes, lo de siempre. Estudios por aquí y por allá. ¿Cómo te fue a ti en el trabajo?

Mi padre solto un risa y mi madre rió después de él.

—¿Desde cuando tú haces preguntas sobre el trabajo, linda?

—Pues siempre me preguntas por la escuela, ¿por qué yo no puedo preguntar sobre el trabajo?

—Está bien, lo acepto. Respondiendo su duda, señorita Amin, me ha ido bien en el trabajo, parece ser que voy a ser ascendido, así que el sueldo aumentará.

—¿Es una broma? —preguntó mi madre, totalmente sorprendida.

Mi padre negó con la cabeza para después depositar un ligero beso en la mejilla derecha de mi madre.

—¿Papa, de verdad vas a ser ascendido?

—Eso es lo que me dijo mi jefe, que soy el mejor candidato. De ser el cado, pasaría a ser jefe administrativo.

—¡Eso es una buena noticia, cariño! ¿Por qué no me dijiste nada? Pude haber preparado una mejor cena para celebrar.

—Eso es lo menos importante, además no quería que hagas mucho esfuerzo. Lo importante es que estamos juntos, los cuatro cómo familia.

Me gustaba ver a mis padres. Mi madre me contó que se conocieron gracias a amigos en común en un festival y desde ese momento supo que mi padre era el amor de su vida. Ellos se amaban sin importar que sucedía, en las buenas y en las malas, ellos siempre estaban juntos y casi nunca discutían. La única discusión que presencié entre ellos fue cuando a mi madre le diagnosticaron cancer y dejó el trabajo. Creí que seria el fin entre su relación, pero me equivoque. Por esa razón tenías muchas expectativas respecto al amor y por eso los chicos de la escuela no eran una opción.