𝐉𝐖┊Los rumores dicen que el peor error que un fan puede cometer es enamorarse del artista que admira, sin embargo Amin no es una fan y mucho menos la fan de Yang Jungwon.
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━━ Completa. Extensión: Introducción + 20 capítulos + Epílogo.
━━ Se pro...
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Lo besé. Nos besamos. Había sucedido y no podía creerlo, en especial porque se había sentido bien. Todos mis sentimientos eran confusos.
¿Qué sentía? ¿Qué me pasaba? ¿Acaso me gustaba? Eso no podía ser posible, no con él. No podía gustarme Yang Jungwon, no cuando se suponía que lo odiaba; sin embargo, haber besado sus labios fue extrañamente satisfactorio. Lo que sentí mientras sucedía, el como mi corazón latió con fuerza, el como mi piel se erizó, lo emocionada que estuve.
¿Era amor? ¿Se trataba de eso? Pero, ¿cómo podías amar a alguien que se supone que odias? No tenía sentido, nada de la situación lo tenía. En un momento estabamos hablando sobre Sieun y los secretos y al siguiente ya estabamos besándonos, como sí nuestra pequeña discusión no hubiese existido.
¿Me gustó? Esa era la verdadera pregunta. Sí, me emocioné y no fue para nada desagradable, además que también me asusté. ¿Eso significaba que me gustó lo que pasó? No lo sabía, pero esperaba descubrirlo pronto.
No me gustaba no saber que era lo que sentía y no me gustaba no saber que era lo que me estaba sucediendo con Jungwon, solo sabía que no dejé de pensar en él en esos últimos días.
Mi mente se encargó y aseguró de que no olvidase ese momento ni un día. Soñé con ese beso toda la semana y en clases lo pensaba mientras fingía prestar atención a las clases. Lo peor era que me sentí obligada a evitar a Jungwon en esos últimos días debido a mi falta de confianza para enfrentarlo. Temía que algo parecido volviese a suceder. Tan solo quería estar segura de lo que sentía para poder hablar.
Evitar a las personas no era propio de mí, no si se trataba de evadir conflictos o problemas; sin embargo, ese beso me confundió tanto que no encontré mejor salida que ignorar a Jungwon y sabía que no era lo correcto. Lo correcto era enfrentarlo y hablar sobre lo que sucedió, pero, cada vez que pensaba en él me ponía nerviosa y mi corazón comenzaba a latir como si hubiese corrido un maratón.
—Cariño, no puedes seguir evitando al muchacho —declaró mi madre a la vez que dejaba el platillo en la mesa.
—Claro que puedo y lo seguiré haciendo hasta saber que decirle.
Metí un bocado de kimchi a mi boca. Los cuatro estabamos en casa. Era sábado, no habían planes para salir en la mañana por lo que decidimos pasar un tiempo en familia, aunque eso a veces implicaba que mis padres husmearan en mi vida.
—Necesitas hablar con él sobre lo que pasó.
—Mamá, no es sencillo —le entregué kimchi a Minsu y este rió mientras masticaba—. Él es... no sé como explicarlo, pero, de alguna forma, cuando estoy con él e intento hablar de algo serio mi mente se pone en blanco.
—¿Y eso no es algo bueno? —cuestionó mi padre, saliendo del baño—. Amin, linda, debes aprender a no querer tener el control en todo siempre.
—¡Yo no quiero tener el control en todo, papá! —exclamé obviamente ofendida y él rió.
