Capítulo 2

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La mañana se hallaba fría, aun no salía por completo el sol. Las calles del pequeño pueblo se hallaban cubiertas de neblina, dificultad un poco el andar de los madrugadores.

En unos de los departamentos, se hallaba un hombre preparando el desayuno. El olor a huevos revueltos, acompañados de unas tostadas, se esparcía por el departamento. Él tenía el día libre, así que iba a aprovechar el momento para visitar al pequeño niño que en su momento le robó el corazón y ahora se encontraría en los brazos de alguien bueno.

Derek, tomó un poco de su café mientras caminaba hacia el comedor. Hacía poco le habían dado un archivo de adopción, él sabía de quien era, así que tenía una pequeña oportunidad con el chico de pecas hermosas.

Cuando se limitaba a desayunar, unos toques en la puerta lo detuvieron. Derek rodó los ojos por mala costumbre y camino hacia la puerta. Cuando miró por el ojo mágico, se encontró con una pequeña sonrisa, sin dientes. No dudo en abrir.

—¡Hey! ¿No estas ocupado? —pregunta Isaac mientras sonríe nervioso, y entre sus brazos se hallaba el pequeño Mike, quien no dejaba de sonreí y estiraba sus pequeños bracitos hacia Derek, quien no dudo en tomarlo.

—No lo estoy —respondió—. Estaba por desayunar ¿Quieres acompañarme?

Isaac asintió. Derek se hizo a un lado, dejando entrar al chico. Ambos se encaminaron al comedor. Derek tomo asiento frente al comedor, mientras que Isaac se dirigió a servirse el desayuno.

—¿A qué se debe tu visita, Isaac?

—Solo quería que pasaras tiempo con Mike, pronto el chico Stiles, vendrá por él. —Se sentó a su lado—. Y no lo podrás ver.

—Eso lo sé.

—Derek —le llamó, mientras Derek tomaba un poco de su café—. Siempre he tenido una duda. Conoces al pequeño desde hace mucho, pero, nunca lo adoptaste. ¿Por qué no lo hiciste, si lo quieres tanto?

—Isaac, es algo complicado.

—No lo es, solo tenías que presentar una solicitud y listo, sabes muy bien que la rectora no te lo negaría, ella sabes que amas a Mike, como si fuera tu propio hijo.

—Eso lo sé, pero, la vida que necesitaba Mike no se la puedo dar yo. Jamás he demostrado mis sentimientos, no sé cómo demostrarlos y tú lo sabes muy bien. Por mucho que quiera a este pequeño, no puedo cuidarlo. Él necesita una familia completa, no solo una persona. —Explicó Derek.

Se levantó de su asiento dirigiéndose a su habitación, adentrándose en ella, acomodó a el pequeño en la cama, al quedarse dormido entre sus brazos. Cuando se aseguró de que este no caería de la cama, con el seguro de muchas almohadas a su alrededor. Salió de la habitación, volviendo al comedor.

—Sabes que eso no es excusa, Derek —continuó Isaac sin dejar de mirarlo—. Además, el chico, Stiles lo adoptó solo. Él lo cuidara, no puedes decir lo mismo.

Derek negó. Él había visto al chico de pecas hermosas siendo acariciado por un varón, debía ser su pareja. Derek, estaba seguro de aquello, le hubiera gustado proponerle algo a Stiles. Aun así, prefería respectar su trabajo, incluso si le gustaba.

—Él chico tiene pareja, Isaac —aseguró—. No puedes afirmar algo sin saberlo.

—¿Leíste los documentos?

Derek negó—Lo haré luego.

—Entonces no inventes algo, que ni siquiera sabes.

Derek terminó su desayuno y llevo los trastes hacia el fregadero para lavarlos. Desearía dejar de pensar en el chico tanto lindo y maldecía a su corazón por fijarse en el chico. Ahora lo quería ver nuevamente.

Pequeñas ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora