Epilogo

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—¡Ten cuidado Mike! —Dice Stiles mientras aleja al pequeño de los trastes que peligraban caer sobre él—. ¿Me quieres sacar el corazón?

—No, solo quería ayudarte —dijo un Mike de seis años, mientras jugaba con sus dedos.

No le gustaba que su papi le regañara, aquello lo ponía triste. El labio inferior de Mike se abulto, mientras sus ojos se cristalizaban.

—Lo siento —dice el pequeño mientras corre a los brazos de Stiles, quien acaricio sus cabellos y dejo muchos besos en él.

—No te preocupes, cariño. Solo ten más cuidado —sonrió

―Papi ¿Papá sigue mimiendo?

El doncel asintió.

—Ahora vamos a despertar a papá, ve a buscar a Nala. —Mike asintió.

Stiles dejo que el pequeño tocara el suelo y corriera hacia la sala donde estaba su hermanita jugando.

El doncel sonrió al ver como su familia había crecido. Hacía dos años que habían adoptado a Nala en el mismo orfanato donde conoció a Derek, fue una linda sorpresa para ambos, cuando Mike abrazo a la pequeña niña contra su diminuto cuerpo. Desde ese momento, sabían que era la indicada. Puede que no pudo tener la capacidad para tener un hijo de su sangre, pero, ahora tenía una linda familia y lo agradecía.

Mientras arreglaba los platos para el desayuno, al igual que la silla para sus pequeños, no pudo evitar observar su anillo. Recuerdos de su boda se instalaron en su mente, dejándole reír por cada uno de los momentos vividos y de su luna de miel, la cual sabía que no olvidaría, si fuera por él, lo repetiría.

—¡Appi! —grita Mike, aunque luego susurra al ver como Stiles colocaba su dedo índice en los labios, para que bajara la voz—. ¡Vamos!

—¡Mamos! —Dijo Nala, quien venía agarrada de la mano de su hermano mayor.

Stiles asintió, tomo a la pequeña entre sus brazos y tomo la mano de Mike, dirigiéndose a la habitación que compartía con su esposo. Soltó la pequeña mano del niño y abrió la puerta, haciendo la señal de silencio con su mano, nuevamente.

Ambos niños rieron mientras tapaban sus labios con sus manos. Stiles entro en la habitación con pisadas silenciosas dirigiéndose a la cama, donde descansaba Derek. Este se hallaba cansado después de la fiesta dada la noche anterior, como celebración de su cumpleaños. El doncel, subió a la cama y acomodo a Nala en ella. Tomo entre sus brazos a Mike y de igual manera lo subió. Por un momento los tres se quedaron quietos, al ver como Derek se removió, pero, fue una falsa alarma, pues, continúo durmiendo.

—Bien, mis niños —susurro Stiles —. Levanten a papá.

Nala gateo por la cama, hasta llegar al rostro de Derek, mientras que Mike se acercaba a la barriga de su padre varón.

—Apá —dijo la pequeña mientras daba suaves golpes en el rostro de Derek.

—Espelta, papá —dijo Mike, dejando muchos besitos en la barriga de Derek.

Imitando las amadas cosquillas que su padre doncel, hacía con él y su hermanita.

—Apá —Nala, acerco sus manitas a los ojos de Derek. Tomando los parpados y levantándolo. Dejando al varón expuesto a la luz.

Derek se removió en la cama, al notar tanto movimientos y sonidos a su alrededor. Cuando su vista se aclaró. Encima de él, se hallaban sus hijos, haciendo un enorme esfuerzo por levantarlo. Nala estiraba sus mejillas, mientras que Mike jugaba con sus cejas.

—¡Apá/Papá! —gritan los niños, al ver su trabajo finalizado con éxito. Emocionados abrazaron a su padre.

—Buenos días —susurro Derek en un tono ronco, por su recién despertar.

Pequeñas ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora