CONEJO DORADO - NARUTO

IV

El olor del local donde se realizaba la fiesta incomodaba a Naruto. La mezcla de alcohol, cigarros y feromonas hacían un torbellino en la nariz del rubio provocándole ligeras nauseas. De haber sido una situación como las anteriores que ya había vivido, no hubiera tenido problema alguno, pero al tener sobre él las feromonas de un alfa dominante le habían complicado las cosas.

Sasuke estaba a solo tres metros de distancia hablando con distintas personas con diferentes esencias, pero nada comparadas con las de él. Lo había estado ignorando hace ya una hora desde que descendieron del carro, caminando frente a él sin siquiera darle una mirada.

Era una situación inaudita, era Naruto quien había descubierta las andanzas de Sasuke, ¿por qué era él el enojado? Se había hecho esa pregunta durante todo el tiempo que estuvo vigilándolo desde las sombras.

Antes de bajar del auto había tomado dos supresores para impedir cualquier tragedia en el evento, pero de igual formas las feromonas dominantes repercutían en su cuerpo causando una leve debilidad en su fuerza bruta.

-¿Qué estás haciendo?

La pregunta de Sasuke lo tomo por sorpresa, no había notado en que momento se había acercado a él.

-¿Señor?

A causas de su debilidad, se distrajo por un momento al notar la leve esencia de un alfa que había pasado hace solo dos segundos a su lado.

-Creí que habías tomado tus supresores.

-Si, señor. Lo hice.

-No están haciendo efecto, Naruto.

El rubio levanto sus claros ojos hacia cierta cantidad de gente -alfas- y noto como todos ellos lo estaban observando de una manera perversa con sus pervertidas sonrisas en sus labios.

-Lo siento. Llamare a Lee para que me reemplace.

-No lo hagas. Tardara demasiado.

-No puedo inyectarme más supresores, y los supresores normales no funcionan conmigo.

-Lo sé.

Sasuke tomo del brazo al omega que comenzaba a mostrar una mejillas sonrojadas y una respiración agitada.

Hasta ahora no se había dado cuenta de lo afectado que estaba por las feromonas dominantes.

-Tenemos un problema, señor-manifestó el rubio.

-¿Qué problema?

A cada paso que daba, Sasuke se molestaba más y más por las miradas agobiantes que le dedicaban a su guardaespaldas.

-Mis supresores no funcionan con sus feromonas.

-¿Qué me tratas de decir?

-Que desde ahora tendrá que controlar esa fabrica de feromonas que posee.

Se abría burlado de las palabras de Naruto, pero la esencia que dejaba salir lo afectaba al punto de no poder contenerse por más tiempo.

Al llegar a una sala común de donde se realizaba el evento, cerro la puerta con seguro y beso al omega que mantenía un ceño fruncido. Abrió sus labios sin dificultad aceptando con gozo su lengua bañándolo con sus feromonas por dentro. El gemido que emitió Naruto fue un duro golpe para su entrepierna.

-Por favor, no.

-¿Por qué?-pregunto al tiempo que se quitaba el saco-. Tu mente estaba embriagada de mi, Naruto.

-Estas comprometido.

-¿Y eso te molesta?

-No me meto con personas comprometidas.