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Otro día comenzaba y con el, otro día dónde me debatía el si levantarme de la cama merecía realmente la pena o no.
Cuándo conseguir levantarme me di cuenta que de nuevo, ya comenzaba tarde.
Cómo una loca empecé a correr para realizar todos los que haceres mañaneros como si fuese flash personificado.
Una vez bajé rápido, corrí como si mi vida dependiese de ello por la entrada principal dirigiéndome a la parada del bus.
En cuánto llegué vi en la pantalla que le quedaban dos minutos para llegar. Contenta de que había conseguido realizar la carrera de mi vida, me puse mis cascos para volver a distraerme de la cruda realidad , observando las caras de gente desconocida intentando averiguar imaginariamente a que se dedicarían o qué estarían haciendo con sus vidas a esas horas de la mañana.
Te preguntarás el por qué voy en bus y no en coche hacia la universidad, bien, la economía no me lo permite, mi madre trabaja en un bar partiéndose la espalda día y noche para poder darnos un plato de comer el cual llevarnos a la boca.
Yo, por otro lado, trabajo de vez en cuando en el mismo bar de mi madre para algunos eventos específicos y así poder costear mis cosas .
Sacudiendo la cabeza con media sonrisa al ver una pareja de ancianos paseando tranquilamente a su perro vi, como llegaba el autobús a la parada esperando para que los que ivamos a subir pudiésemos hacerlo tranquilamente mientras pagábamos el dinero correspondiente.
El hombre de unos 50 años aproximadamente me regaló una sonrisa mientras me tendía mi ticket del bus a lo que yo le contesté frunciendo el ceño.
No me gustaba se amable, es abrirte para que alguien pudiese lastimarte. Hay pocas personas las cuales sepan como soy en realidad, para los demás, soy la borde chica de los cascos y eso estaba bien.
Ninguna chica solía meterse conmigo ni yo con ellas y los chicos, sabiendo lo borde q suelo ser suelen darme las palabras justas y necesarias para no tener que hablar ni una palabra de más conmigo.
Me di cuenta que si no bajaba rápido en esta parada tendría luego que correr hacia atrás para poder llegar a la universidad.
Al bajar, me quede absorta mirando a todos los estudiantes, todos hablaban tranquilamente con sus amigos mientras se dirigían al interior de lo que yo llamaba cárcel a empezar un nuevo año. A muchos se les notaba con entusiasmo, sobre todos a los nuevos , a otros , aburridos sabiendo lo que sería y el resto, simplemente riendo con sus amigos planeando que cosas harán este nuevo curso que se nos viene por delante.
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Me encontraba yenndo a mi primera clase arrastrando los pies planteándome fuertemente si merecía la pena pasar ese suplicio, luego, me recordé que si quería sacar a mi madre de esa mierda la cual llamaba trabajo debía mantenerme firme para darle un buen futuro.
Te preguntarás ¿Y tu padre? Bien mis padres, se separaron hace unos años. Él era un alcohólico, el cuál solo exigía dinero para poder volver al bar para seguir bebiendo.
Ahora, creo que a él le va bastante bien, consiguió una novia, un empleo y una casa bien ubicada, pero claro, no pudo pensar en hacer esas cosas estando con mi madre, prefirió dejarnos solas a mis hermanas, mi madre y a mi a nuestra suerte.
No tengo demasiado contacto con él se que no puedo odiarlo toda la vida, simplemente estamos bastante distanciados aunque bueno, mejor eso que nada ¿no? .
En cuánto llegué a la puerta de la primera tortura mañanera cogí una buena bocanada de aire lista para entrar cuándo noté un leve empujón en el hombro.
- eyy, ten más cuidado capullo- dije de mala forma. Al mirar de quién se trataba no pude creer lo que vieron mis ojos, ¿Por qué la vida se dispone a odiarme tanto? Era él, el puto niñato del otro día, el cuál me miró miro de reojo y mientras sonreía a medias me dijo
- ten más cuidado tu, si te pones en medio, habrá alguien el cuál te aparte ¿o te crees la dueña del pasillo?- al parecer algunos tampoco se levantan de muy buen humor.
- déjame en paz- dije gruñendo. De verdad algunos por ser guapos creen que deben tener a todos cómo ellos quieran . (¿Acabas de decir que es guapo?) Me dijo el subconsciente burlándose de mi. (Cállate, es un decir) .
- Encantado de hacerlo niñata- contestó de mala forma mientras continuaba su camino.
Así era yo, solía hechar de mi vida a la gente incluso antes de darle cualquier tipo de oportunidad.
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- Cómo odio al profesor thomas! Es la primera clase de arquitectura de este año y ya mandó un trabajo!- dijo mi amiga a forma de saludo cuando llegué a la cafetería.
- hola a tí tambien Emma- comenté de forma animada.
- losiento clary, ¿Qué tal el primer día? - aquí vamos de nuevo, sabe que no me gusta que me llame clary aunque esta vez, cansada del primer día hice un oídos sordos para no ponernos a discutir.
- estupendo- dije con alta ironía a lo que ella contestó simplemente dándole un bocado a su ensalada. Ella y su comida sana, me irritaba el solo ver como incluso en la universidad comía de forma tan sana (sólo porque tú no eres capaz de hacerlo gorda, no significa que otras no puedan) me gritó mi subconsciente a lo cual suspiré y decidí que mejor no comería esa vez mas que una manzana por la patada que me había dado mi mente.
-oye, tu crees que podrías...- iva a decirle sin darme a tiempo a terminar mi oración cuándo de forma automática me interrumpió.
- ¿Quién cojones es el puto dios griego que se dirige hacia aquí?- dijo entusiasmada, por inercia me giré para ver a quién se refería mi amiga cuándo escuché la voz que menos esperaba en ese momento.
- ¿Qué pasa niñata?- ohh por Dios, realmente la vida me odiaba ese día.

carta de una mariposa con el corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora