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Estábamos comiendo en un silencio que para mi sorpresa, era bastante cómodo.
Aprovechando el sonido de la nada, pude darme cuenta el cómo se escuchaba una fina lluvia en el exterior. (Genial ahora tampoco tienes paraguas genia) decidí ignorarme para no arruinar la comodidad que se expandía sobre nosotros sin razón alguna.
Me giré buscando mi teléfono en la mesita de noche que se encontraba junto a la cama.
El al percatarse de eso dijo.
-Upps, casi se me olvida. Tu teléfono se encontraba apagado sin batería y lo puse a cargar, toma- me tendió el teléfono el cuál se sacó del bolsillo. Lo cogí dándole una débil sonrisa.
-Gracias, soy tan torpe que ayer me lo traje con la batería justa- dije a modo de disculpa.
(¿Por qué te disculpas estúpida?).
-No no te disculpes, debería hacerlo yo, con todo esto se me olvidó devolvértelo- dijo con un pequeño tono de diversión, a lo que yo simplemente sacudí la cabeza con diversión.
Una vez el teléfono volvió a la vida me puse a ver las notificaciones leyendo algunas de Emma.
*clary, no me mates, juro que te recompensaré*
Leí mientras fruncí el ceño, que había hecho esta chica pero antes de preguntar leí los demás.
*Juro que no estaba en mis planes quedarme a dormir en esta casa*
*Clary por dios, contesta... ¿Tanto la he cagado?*
Sonreí mientras le escribí yo a ella un mensaje
*Tranquila, no estoy enfadada mi móvil murió. Tenemos mucho de que hablar entonces.*
Volví a mirar al pelinegro con una sonrisa sincera a lo que el me contesto levantando sus cejas divertido. En el momento en el que iva a volver a hablar, sonó otra notificación en el teléfono.
*Dame media hora y voy a donde quieras para encontrarnos*
Divertida le dije.
*En media hora en la cocina de la casa*
Inmediatamente recibí respuesta de su parte.
*¿Queeeeeee?*
A lo que ya decidí ignorarla para dejarla intrigada.
De pronto cayendo en la realidad noté como me puse blanca.
-Oye ¿Estás bien?-  Preguntó preocupado.
-¿Qué pasó anoche? No espera, no me lo digas. Bueno o sí, no espera me estoy arrepintiendo no, no lo digas- comencé a hablar bastante rápido por culpa de los nervios, a lo que el soltó una fuerte carcajada.
-A ver, si, no, no, si. Demasiadas contradicciones como para saber que decisión tomar- Comentó bastante divertido.
-¡Tú solo dime!-  Hablé nerviosa.
Una vez comenzó a hablar las imágenes correspondientes a la noche anterior vinieron a mi cabeza dándome un momento de lucidez.

~ FLASHBACK ~

conmigo aún subida en su hombro, me subió hacia la plata de arriba de la enorme casa.
-¡Vamos, canta conmigo!-  Le grité con entusiasmo antes de continuar dándole un concierto de la canción parrapapapa de cidinho & doca.

-¡PARRAPAPAPA PAPA PARRAPAPA!-  Canté a todo pulmón entusiasmada con la canción que se me había venido a la cabeza sin saber el motivo.
-No voy a cantar esa canción niñata y estate quieta o tendré que amarrarte- Dijo tratando de sonar serio fallando estrepitosamente porque se le notó la diversión en la voz.
-Si eres tu quien me amarra... Tal vez me porte mal más a menudo- dije tratando de sonar coqueta creo que no consiguiéndolo demasiado puesto que debí arrastrar demasiado las palabras a causa de la embriaguez. Él sin embargo contestó con una fuerte carcajada.
Entramos a una habitación la cuál no pude enfocar el todo bien.
Se veía una habitación bastante animalista complementada de colores negro y blanco. Algunos pensarían que moderna, mi respuesta a eso mas bien fue, que aburrida.
No habia nada allí que te hiciese sentir en un hogar, más bien se sentía como si se tratase de un lugar diseñado fríamente.
Me bajó de su hombro con cuidado de no hacerme daño. Una vez me posé en el suelo sentí un un mareo que me recorrió de pies a cabeza provocando que perdiese por un momento el equilibrio.
- ¿Estás bien?-  preguntó agarrándome de las caderas para que pudiese sostenerme en mi lugar y no caer. Sentí como una ola de calor se propagó por mi cuerpo sin saber que fue debido al alcohol o a qué, pero sinceramente no me importaba. Deseaba a ese desconocido en ese momento y no me lo pensé mucho cuando decidí agarrarle del cabello pegándome a su cuerpo.
-¿Qué... Qué estás haciendo?-  Preguntó con nerviosismo.
-Por un vez, lo que deseo hacer- contesté sin ningún tipo de temor antes de estampar mis labios con los suyos.
El momento desencadenó a un sin fin de emociones las cuales había llegado a olvidar que se podían sentir en un solo instante.
Di paso con mi lengua para entrelazar nuestras bocas en un juego en el cual nunca se decide un claro ganador ni tampoco es que uno piense que quiera serlo en tal situación.
Noté como me agarró del trasero para intentar acercarme más a el si es que eso era posible.
En un momento vi como tuvo un momento de lucidez y decidió separarme de el lentamente debatiéndose si realmente quería hacerlo.
-¿Qué pasa? ¿No quieres?-  pregunté aún con intentando recuperar la respiración.
-Claro que quiero, pero no así. No estando tu en esas condiciones-  Dijo repentinamente serio.
(Puff, perfecto ni provocar a un hombre sabes) . Me sentí abruptamente estúpida por la situación que se había presentado ante mis ojos.
Él notando mi preocupación dijo rápidamente.
- No me malinterpretes, claro que quiero. Solo no quiero ver como mañana te sentirías usada si eso pasase-  Vale, tenía razón en eso.
Mañana me sentiría como la misma mierda si hacía algo así de esta manera.
Me sentí nuevamente mareada sintiendo como expulsaría todo lo que llevaba dentro.
-voy a vomitar-  Dije repentinamente.
-Ohh ¿Ahora? Vale vamos al baño-  Dijo cogiéndome del codo para llevarme hacia el baño. En cuanto llegué, me tiré sobre el inodoro como si fuese mi salvación dejando a mi cuerpo expulsar cada gota de alcohol consumida en la noche.
- Qué asco, te has manchado la ropa-  dijo asqueado sin poder evitarlo.
-espera un segundo te traeré algo de ropa-  Dijo para desaparecer de la habitación volviendo unos segundos después con una camiseta básica negra.
-Toma, ponte esto mientras te lavo lo que llevas-  dijo tendiéndome su camiseta.
Bien esto no es nada bonito de ver. Viendo como simplemente salió de la habitación para darme intimidad, me cambié de atuendo mientras intentaba no caer en el intento.
Una vez conseguido, salí de la habitación para encontrarme con él.
-ehh, gracias...-  dije arrastrando la última palabra dándome cuenta que aún siquiera sabía su nombre.
-James-  Finalizó mi frase mostrándome que no se le veía muy contento por siquiera saber su nombre.
-Gracias James- finalicé apenada sabiendo lo mal que le había sentado eso.
-Bueno, descansa en esta cama, nadie vendrá a interrumpirte nos vemos en la mañana- Dijo mirándome detenidamente sin un ápice  de vergüenza.
-Gracias, buenas noches james- Dije a lo cual costándole retirar sus ojos de mi cuerpo. Una vez lo hizo me dedicó una última sonrisa antes de salir de la habitación.
Cuando me encontré sola, me metí en la cama un tanto insegura por todo lo que había sucedido esa noche y antes de siquiera de darme cuenta, caí en los brazos de morfeo.

~ Fin del flashback ~

Volviendo a la realidad miré al chico cuyo nombre recién había recordado para decirle.
-james, gracias por todo pero, si alguien pregunta. Esto nunca sucedió-  Dije levantándome de la cama y salir de la habitación sin siquiera mirarlo para ir al encuentro con mi mejor amiga
-Pero yo...- Escuché que decía antes de cerrar la puerta y dejarla con la palabra en la boca. Di un suspiro armandome de fuerza y bajar al piso inferior cuando al mirar hacia atrás me encontré a James caminando decidido en mi dirección.
-Oye Clarissa - Dijo mientras se acercaba peligrosamente a mi.
-¿Interrumpo algo? -  Escuché la voz de mi mejor amiga a mi lado por lo cual me golpeé interiormente mi frente para girarme hacia ella.


carta de una mariposa con el corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora