𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐍 𝐌𝐄 | ʳⁱᵛᵉⁿ [ᶠᵃᵗᵉ: ʷⁱⁿˣ ˢᵃᵍᵃ]

𝐱𝐢𝐢. hace tiempo yo tambien te odiaba

HACE TIEMPO YO TAMBIÉN TE ODIABA
también conocido como: episodio cinco - marchitarse en la verdad

parte dos

El día a día de Circe en las últimas semanas había estado lleno de auténtica felicidad. Todavía no había averiguado con quién se escapaba Echo para besarse, pero esperaba que cuando el hada del aire estuviera lista, lo dijera. Ella y Riven se habían pasado los días escondidos en aulas vacías, y se podría pensar que estaban pegados por la cadera.

Lo que no sabían era que el tiempo pasaba lentamente.

Terminando su almuerzo, se apartó del lado de Briar mientras caminaba por la cafetería, planeando escabullirse hacia la habitación de Riven antes de la lección de Especialistas que Silva había planeado para la tarde. Mirando a la derecha, frunció ligeramente el ceño al ver a dos adolescentes enojados que bloqueaban el camino de Dane.

Acercándose vacilante, Circe consiguió atrapar las últimas palabras de Aisha.—¿Qué pasa entre tú y Bloom?—.

—¿Qué está pasando?—,el trío miró a Circe, al darse cuenta de que las lianas se habían arrastrado alrededor de las piernas de Dane. Sin duda, obra de Terra. Tenía que admitir que estaba ligeramente impresionada.

Aisha cruzó los brazos sobre el pecho, la ira que irradiaba de ella, que se dirigía a Dane.—Nuestro querido amigo de aquí ha estado enviando mensajes de texto a Bloom de repente, y dudo que sea algo bueno. Probablemente tenga algo que ver con Beatrix—.

Dane gimió, dirigiendo su mirada hacia Circe.—¡Vamos Cirs! Dile a estas locas que me dejen ir—.

—Cállate. No te dejaremos ir hasta que hables—.Terra se lanzó hacia él.—Esa es una gran botella de agua. Espero que puedas aguantarla, si no, seguro que será un desastre—.

Circe se encogió de hombros ante la mirada de Dane.—Tienen razón, Dane—.

El chico suspiró, mirando entre el trío de chicas antes de decidirse a soltarlo todo. Alarmadas, Terra y Aisha se miraron antes de salir rápidamente de la cafetería, dejando a Dane atado con lianas alrededor de las piernas. Circe se tambaleó, dudando antes de seguir a las chicas, enviando rápidamente a Riven un mensaje de texto para que se reuniera con ella cerca del edificio donde tenían a Beatrix. Sin cuestionar a su novia, Riven se abrió paso, con el pelo desordenado hacia arriba, indicando que acababa de despertarse.

Aceptó el abrazo de Circe con gusto y reprimió un bostezo mientras le sonreía suavemente.—¿Qué pasa, cuál es la emergencia? ¿Con quién tengo que luchar?—

—Nadie, Batman. Sólo un drama en la habitación—.Respondió Circe, seguida de un grito de sorpresa cuando Bloom entró en la habitación, sin esperar ver a dos chicas enfadadas llamadas Terra y Aisha, a un Riven cansado y a una Circe incómoda.—¡Bloom! No sabíamos que estarías aquí también—.

El hada de fuego pelirroja le envió una ceja alzada.—Lo dudo mucho. ¿Ahora puedes quitarte de en medio? Tengo que...—

—¿Sacar a Beatrix?—interrumpió Aisha, haciendo que Riven abriera los ojos, sacudiéndose.

—Espera, ¿qué? ¿Por qué demonios harías eso?—

Bloom se mordió el labio inferior, mirando a Riven confundida por qué estaba ahí. Entonces recordó que dondequiera que fuera Circe, Riven la seguía, y viceversa.—Dowling me ha estado mintiendo. Olvida eso, todo el mundo ha estado mintiendo—.

—¿Qué hay de nuevo? Los secretos son los que dirigen este lugar—.replicó Circe, y el trío asintió mientras Bloom ponía los ojos en blanco.—Además, Dane también nos habló de Aster Dell—.

Riven frunció el ceño y se inclinó para susurrarle al oído.—¿Qué rayos es Aster Dell? Además, qué soplón—.

Circe hizo un gesto de desestimación con la mano, sonriéndole suavemente.—Te lo explicaré más tarde—.

—¡Llevan dieciséis años mintiendo sobre la muerte de una mujer, sobre un crimen de guerra! Entiendo que quieran creer en ellos, pero son destructivos, ¡incluso peligrosos!—Bloom replicó a Aisha y Terra, que parecían estar convencidas de que la directora era completamente inocente.

Circe dio un paso adelante, haciendo que los ojos azules de Bloom se dirigieran hacia ella.—De hecho, creo que es la verdad—.Terra y Aisha le enviaron miradas de desconcierto, mientras Riven se encogía de hombros, odiando a la mayoría del personal y del alumnado de Alfea.—¿Qué? Parece la verdad. ¿Por qué tratarían de ocultar un crimen de guerra si no hubieran sido responsables de él? No digo que debamos liberar a un asesino, pero... Bloom tiene razón—.

—¡Gracias!—,exclamó Bloom, enviando a Circe una mirada de agradecimiento.

Aisha permaneció impasible, extendiendo la mano.—Bueno, mientras averiguamos si eso es realmente cierto, no deberíamos ir por ahí liberando asesinos. ¿Trato?—

Bloom frunció el ceño, mirando entre el grupo de cuatro antes de suspirar, entregando a Aisha la llave de la celda de Beatrix antes de alejarse, apretando la mandíbula. Aisha y Terra compartieron una mirada vacilante, sin saber qué decir a la pelirroja.

—¡Bueno, no fue tan intenso!—Riven se rió, ganándose el ceño fruncido de Terra, que luego se despidió de Circe con la mano antes de salir con Aisha.—Huh, a veces tengo la sensación de que no les caigo bien a tus amigas—.

Circe se rió, levantando una ceja calculadora mientras rodeaba con sus brazos la cintura de Riven, mirándolo a través de sus pestañas.—Hace tiempo yo también te odiaba—.

—Sí, y mira cómo han cambiado las cosas—.Riven sonrió, mientras Circe se sonrojaba, sacándole la lengua.—Vaya, es bonito que sigas negándolo. Admite ya que me quieres—.

Circe fingió pensar, ganándose una mirada de Riven.—Bueno, seguro que ya no me cabreas como antes—.

Una mirada pasó entre los dos, mientras Riven encontraba sus dedos enredados en su pelo mientras la acercaba.

—¿Mi habitación?—