𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐍 𝐌𝐄 | ʳⁱᵛᵉⁿ [ᶠᵃᵗᵉ: ʷⁱⁿˣ ˢᵃᵍᵃ]

𝐯𝐢𝐢𝐢. cuanto mas mejor

(gif; riven and circe argue)

CUANTO MÁS MEJOR
también conocido como: episodio cuatro - ángeles caídos

parte dos

—¿No te apetece ir a la asamblea?—

Sky negó con la cabeza ante la pregunta de Circe mientras ambos se alejaban del edificio hacia los terrenos de la escuela. Le importara admitirlo o no, Sky solía meter a su hermana en problemas, aunque a ella no le importara. Donde quiera que fuera Sky, ella la seguía. Si no tenían a nadie, al menos se tenían el uno al otro. Y para Circe, era más fácil estar cerca de Sky en ese momento que de cualquier otra persona: no sabía lo de ella y Riven, o la falta de relación en ese momento, y no lo cuestionaría.

—Dios no, no me gusta hablar de los quemados desde hace tiempo... —Sky se interrumpió, metiendo las manos en su pantalón mientras pateaba el suelo. Circe sabía perfectamente a qué se refería. La vez que se habían cruzado con una de esas miserables criaturas . . definitivamente marcaba los recuerdos de uno. Y Circe no quería rememorar el pasado. Sobre todo porque la última vez que lloró por una quemada, Riven la había visto.—De todos modos, ¿cómo te ha ido? Te he notado diferente últimamente—.

Fue el turno de Circe de mirar al suelo.—Estoy bien. No es gran cosa—.

Sky la miró sin convencerse, pero no insistió en el asunto, reconociendo que Circe no quería hablar de ello. Mirando al frente, notó la sombra de una persona que se dirigía al ala este, lo que hizo que Sky entrecerrara los ojos.—¿Es esa...? Bloom?—

—Parece ella—.Añadió Circe, sin molestarse lo suficiente como para comprobarlo dos veces mientras echaba un vistazo a donde miraba su hermano. Sin desperdiciar un segundo, Sky comenzó a caminar en dirección a Bloom, intentando alcanzar al hada pelirroja. Exasperada, Circe dudó antes de seguir a Sky.—Maldita sea, le debe gustar mucho Bloom—.

Los dos hermanos entraron en el Ala Este, intentando no hacer ruido mientras seguían a Bloom. Sin percatarse de su presencia, Bloom abrió una puerta, y un fuerte chirrido resonó en el silencio antes de que Sky la cerrara de golpe, levantando una ceja divertida.—¿Qué estás haciendo aquí?—

Bloom jadeó con fuerza, llevándose una mano al pecho mientras intentaba calmar los latidos de su corazón antes de mirar a los dos.—Si no son los engendros de Satanás... —

—¡Oye! Sólo quiero que se sepa que fue idea de Sky seguirte. Sólo tenía que asegurarme de que no se metiera en más problemas—.se defendió Circe, ignorando la mirada sonrojada de Sky mientras entraba en la habitación.

El polvo picó la nariz de Circe cuando pasó el dedo por un estante, recogiendo la suciedad en su dedo. Bloom entró la última en la habitación, dudando antes de decir—Estoy buscando alguna foto de hadas embarazadas del año en que nací—.