𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐍 𝐌𝐄 | ʳⁱᵛᵉⁿ [ᶠᵃᵗᵉ: ʷⁱⁿˣ ˢᵃᵍᵃ]

𝐢. no más de quince segundos

NO MÁS DE QUINCE SEGUNDOS
también conocido como: episodio uno - con un hada, de la mano

Era el primer día de vuelta a Alfea. Y para algunos de los estudiantes, su primer día, siendo nuevos alumnos. Ya sea siendo un hada o un especialista, ya sea que posean poderes mágicos o habilidades físicas. No muchos eran capaces de decir que poseían ambas habilidades, las mágicas y las físicas. ¿Por qué iban a hacerlo? Si tenías magia, ¿por qué ibas a necesitar habilidades de lucha?

Circe era la única excepción. No porque quisiera, ni porque tuviera elección, sino porque su magia no era lo suficientemente fuerte. Al crecer con su hermanastro, Sky, y ser criada por Silva, algo de su magia había brillado si estaba realmente enfadada. Pero nunca era fuerte. Circe sólo había sido capaz de hacer parpadear las luces y provocar algunas chispas de fuego.

A pesar de ello, siempre se la consideró un hada débil, aunque su madre había sido un hada poderosa antes de morir.

Y siempre había una persona que parecía restregárselo en la cara cada vez que podía. La única persona a la que Circe odiaba más que a nadie en el mundo mágico.

Riven. El mejor amigo de Sky, y compañero de habitación.

Tenían quince años cuando se conocieron, su hermano los presentó. Los dos chicos estaban en su primer año, y Circe, al ser un año más joven, aún no podía asistir oficialmente a las clases. Pero en cuanto los dos se miraron, fue la guerra.

Riven se dedicaba a jalar sus coletas cada vez que podía, burlándose de ella y retándola cuando sabía que apenas podía hacer magia. Y aunque Sky le decía a Circe que no cayera tan bajo como él, no podía evitarlo. Circe le robaba cualquier cosa, como sus cigarrillos, para molestarlo. Retrasaba sus alarmas una hora para obligarle a llegar tarde a sus clases con Silva y, en general, se esforzaba por hacerle la vida imposible, como él hacía con la suya.

Pero este año era diferente. La situación era diferente, y el verano había cambiado a los dos. Y el año escolar que les esperaba tenía planes diferentes para ambos.

Riven llegó a los terrenos de la escuela, con un cigarrillo apoyado detrás de la oreja, paseándose mientras se ajustaba la chaqueta de cuero. Mientras sus fríos ojos cerúleos echaban un vistazo a la multitud de estudiantes que zumbaban, no tardó en reconocer la nuca de Sky, que sobresalía por encima de los demás estudiantes. Sonriendo, se acercó con un movimiento, dándose cuenta de que el chico estaba hablando con una pelirroja más baja que Riven nunca había visto antes.

—Deja de acosar a las primero, si?—.

Sky suspiró, lanzándole una mirada.—¿Podrías darme un segundo?—

—¿Qué? ¿Para perseguirla?—,le dijo con un acento muy marcado. Sky se giró para darse cuenta de que la pelirroja ya se había alejado, antes de negar con la cabeza a Riven. Su aspecto era ligeramente diferente al de la última vez que lo vio en julio. Había una barba oscura en la afilada mandíbula de Riven, lo que le daba un aspecto descuidado, que Sky supuso que era lo que pretendía.