Abro un poco un ojo y una luz me sego por completo, así que los cerré de inmediato y escuche unas voces.
-Esta fatal...-decia una voz de mujer.
-Tiene muchas pesadillas, la mayoría relacionadas contigo-esta voz sin duda era la de puto Sebastián.
Me hice la dormida, para seguir escuchando.
-Eso es mentira... no me echa de menos.
-¿La has visto? Llevas semanas observando la, dudo que cuando erais jóvenes ella fuera así.
-No... para nada... ella era... divertida... popular... Caía bien a todos
-Pues ahora esta de lo peor, cree que la trato como puta.
-Lo haces Sebastian-lo sabia
-Callate Kimberly-mierda, eso no me lo esperaba.
Me levante de golpe provocando un dolor en mi cuerpo.
-Por fin despiertas-Sebastian estaba apollado en el marco de la pared y Kimberly sentada a mi lado.
La mire con asco.
-No me mires asi-murmuro
-Te mereces todas mis malas miradas, y te conoces todas.
-Vale, me lo merezco, pero tienes que entenderme....
-¡No! No pienso entender nada más... me iré a mi apartamento, are mis maletas y me iré a vivir con la manada.
-¡No!-grito Sebastián
-Me dejaste claro que no querías una relación, ahora no te hagas
-¡Quieres dejar ya de hablar sobre relaciones!
-¡Quieres tú dejar de comportarte como novio celoso!
-¡No, no quiero!-grito el
-¡Olvidame!-me grite antes de salí de a saber donde.
Luego me di cuenta de que estaba en mi apartamento.
Fuí a mi habitación y saque las maletas del armario, metitoda mi ropa dentro y las cosas que más me importan, mire en mi mesita de luz y no vi la foto en la que salíamos Kimberly y yo.
-¡Seba!
El apareció en mi habitación.
-¿Qué?-dijo cortante.
-La puñetera foto-el se encogido de hombros.
-La cogí yo-dijo Kimberly dandomela-aun me acuerdo de ese día, el día antes de mi accidente...
-Si, bueno, ya podéis iros
-Yo no me voy-dijieron los dos-tú te vas-dijieron a la vez
-Ya me voy yo-dije intentando de salir de ahí, digo intenté por qué Sebastián me cogio en sus brazos, saco a Kimberly de mi habitación y me dejo e el suelo.
-¡¿Qué haces idiota?! ¡Eres de lo peor, me dices que no quieres una relación estable, pero quieres acostarte conmigo!
-Caprichos...-dijo, cogí mi cara entre mis manos.
-¡No pienso ser tú "capricho"!-dije haciendo comillas con los dedos
-Lo sé, por eso pasaste de ser un capricho, a una obsesión-me senté en mi cama y el a mi lado, me abrazo y yo como tonta me deje abrazar- cuando te vayas no podre vivir sin recordarte.
-Y yo siento decirlo pero... no quieres una relación... no somos nada... no puedes besarme... y mucho menos acostarte conmigo, te lo dejo ya claro-el río- no somos nada.
-Los nada son los mejores, no tienen fin