No se cuando me dormi pero recien me despierto y estoy tumbada abrazada al pecho de Seba.
Abro un poco los ojos y el me esta observando.
-Buenos días-susurra dandome un beso en la frente.
-¿Cúanto tiempo llevas observandome?-el río
-El suficiente-me dio otro beso en la frente.
-Te odio-digo en un susurro.
-¿Por qué?
-Por hacerme sentir tan bien-el ríe
-Me gusta que te sientas bien, solo conmigo-me aprieta más contra él.
-Tengo trabajo
-No
-Si
-No, hoy tienes el día libre, Kim llamo y dijo que no podrias ir a la reserva ya que en tu transformación gastaste mucha de tu energía
-Cierto, quiero seguir durmiendo, no me siente bien-me abrazo a él
-¡De eso nada!-dice levantandose-¡Nos vamos por un helado!
-¿Qué? ¡No! ¡Quiero dormir!-me tape con la manta de nuevo, pero el la cogio y me la saco.
-Vamos-refunfuñe.
-Ser maligno-el estallo a carcajadas y eso que lo sije con todo el odio que pude-idota
-Lo dices mucho, voy a empezar a creer que es verdad.
-Lo es-me levanto y bostezo-grito
-¿Pero que es eso?-pregunta asustado ante mi bostezo-grito
-Acabo de bostezar
-Eso parecia una foca atragantandose con su comida-dice él estallando a risas.
-Imbecil
-Eso es nuevo-dice mientras me levanto, el tambien se levanta y veo que esta SOLO en calzoncillos, y yo esoy SOLO con una camisa que me llega hasta poco menos de las rodillas.
-¿Esta Kim en casa?
-No, te compro un sarten nuevo y se fue a la mansión antes de que saliera el sol-asiento y salgo de la habitación.
-Tengo hambre-digo mientras me dirigo a la cocina.
Encuentro un plato de tortitas y relamo mis labios.
-Tortitas¡ Yupii!-grito feliz.
-Espera.
Me coje de la cintura y me da la vuelta pegandome contra el.
-¿A qué espero? ¡Tengo hambre!-me queje haciendo un puchero
-Me encanta lo linda que eres-sonrío y desvio la mirada, me sonroje más que un tomate- y me gustas cuando pareces Heydy
-Idiota-le di un flojo golpe en el pecho-¡Venga tengo hambre!-salí saltando de sus brazos-Comida comida comidaaa-me puse a cantar- yortitas tortitas tortitassss-Sebastian estallo a carcajadas.
-Lina linda lindaaa-canto el, yo arruge la nariz
-Mejor dejamelo a mi lo de hacer el tonto cantando-le dije dandole una palmadita en la espalda-me das vergüenza ajena-el río
-Ah, entonces cuando vaya por la calle y te bese, tambien sentiras vergüenza ajena ¿no?-me reí
-¿No estaba claro ya?
Pasamos el día hablando y bla bla bla, me estaba divirtiendo, me daba igual de que hablaramos.
Junto a el me sentia demasiado feliz.
