Fuí al bar y me encontré con mi amigo Ian.
El me muro sonriente, pero debo estar fatal ya que cuando me ve su sonrisa se cambia por una cara de preocupación.
-¿Estas bien Mackenzie?-me encojo de hombros.
-Dentro de lo que cabe, bien, supongo-el me abraza fuerte
-¿Que hizo?-sollozo.
-Nada... ese es el problema, no quiere nada conmigo, solo...-el me calla con un abrazo de oso amoroso, como le decimos.
-No te merece, eres fabulosa Mackenzie, guapa, lista, inteligente, eres única
-¿Por qué todos nos chicos no pueden ser como tú?-me sonrío como puedo y el ríe.
-Entonces la raza humana se exstinguiria-nos echamos a reír.
Escucho la puerta del bar abrirse, no hago caso hasta que siento que alguien esta detrás de mi.
Me doy la vuelta y ahí esta, el gran idiota.
-Dejame en paz...-lo aparte de mi camino y salí a tomar el aire.
Cerré la puerta detrás de mi, pero esta se volvió a los segundos.
-Mackenzie, yo...-miro la luna.
Esta bien redonda, parece una pelota de pin... Un minuto...¿Luna llena?
¡Mierda se me olvido!
-Me cago en la madre que parió a la luna.
Corro eh intento llegar a mi apartamento, pero a mitad de camino unos brazos me toman y en un plip pas estoy en mi apartamento.
-Cierra todo-digo ahogando un grito
El obedece
-Vete...-susurro antes de caer al suelo.
El niega con la cabeza y veo como se sienta en MI SOFÁ. Puto.
Sin darme cuenta ya estoy en mi forma de loba y no recuerdo nada más salvo oscuridad y luego... luz
CAPITULO CORITO, SORRY.
LOS QUIERO MUCHO, REGALENME ESTRELLITAS PARA NADAR EN ELLAS Y VOTEN SI LES GUSTÓ.
LA VERDAD ES QUE ESTE CAPITULO ES MUY ABURRIDO
