Capítulo 2

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La primer semana de clases había pasado sin problemas pero los alumnos aún mantenían ese espíritu de bienvenida, el cual no terminaría hasta la gran fiesta que habían pensado para el nuevo comienzo de curso. Por supuesto que tanto los maestros como el director de Hogwarts Albus Dumbledore habían organizado un baile de bienvenida con un gran festín el viernes por la noche pero los alumnos estaban ansiosos por lo que vendría después: la llamada fiesta de las casas.

Por una noche todas las casas de Hogwarts se unían, o al menos eso intentaban, para divertirse antes de que los pergaminos y libros por leer alejaran sus ganas de embriagarse. Siempre había un pequeño grupo de serpientes que optaban por crear su propia fiesta privada pero el resto solía reunirse en el lugar acordado el cual aún no habían definido y ya se acercaba el evento.

-Maldición prongs, ¡hoy es miércoles! -era Sirius Black, despertando a sus compañeros de cuarto con sus gritos mientras se vestía desastrosamente, trastabillando aquí y allá por la ropa tirada en el piso. -¡Prongs! Tenemos que decidir el lugar de la fiesta de las casas hoy mismo o será un desastre. Nuestra reputación a la basura, ¿y todo por qué? Por andar tonteando con esa peliroja. -se quejó el pelilargo mientras acomodaba sin remedio su corbata torcida y metía su camisa dentro del pantalón.

De un momento a otro Remus Lupin se sentó en la cama con los ojos achinados y el pelo hecho un desastre. Le reboleó un almohadón en la cabeza a Sirius, quien por el impacto cayó al suelo, y se desperezó.

-Muy bien, ya me despertaste canuto. -observó a Sirius maldecir desde el suelo. -Eso es lo que obtienes por despertar a un ser humano de su sueño reparador. -el pelilargo se puso en pie con mala cara pero enseguida le volvió la sonrisa al rostro.

 -el pelilargo se puso en pie con mala cara pero enseguida le volvió la sonrisa al rostro

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-Pero Remus, tu no eres humano. -se burló, haciendo que el otro saltara de la cama para vengarse y comenzaran a correr por toda la habitación.

-¡Ya dejen de molestar! -se quejó James Potter aún debajo de las sábanas, consiguiendo que los otros dos se tiren sobre él para aplastarlo.

-Buenos días princesa. -se burló Sirius.


Las mañanas en el gran comedor nunca eran iguales y aún así siempre parecían similares. La comía variaba de tanto en tanto pero el ambiente cambiaba según el día. Hoy el sol brillaba fuera del castillo más que nunca pero aún era muy temprano para Hogwarts, excepto para aquellos que solían caerse de la cama muy temprano, como Rendra.

Había abandonado a sus amigas antes de que se despertaran pero no sin antes de dejarle una nota a Cassie para no preocuparle. La rubia solía estar medio despierta cuando Rendra abandonaba la habitación pero hoy no era el caso ya que la castaña había tenido una mala noche. 

-Buenos días princesa

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-Buenos días princesa. -la voz de Regulus Black hizo que Rendra dejara de lado el libro que tenía a su lado y levantara la vista hacia aquellos ojos verdes. El más joven de los Black se inclinó para depositar un beso en su mejilla y se sentó a su lado, como era costumbre. Ambos solían despertarse temprano y sus desayunos ya eran algo más que una rutina, como un ritual.

-Buenos días Reg. -le sonrió, aún media dormida. -Ya deja de llamarme así o creerán que estamos comprometidos. -tomó un sorbo de su taza de café.

-Mejor así Nott deja de molestarte de una vez por todas. -sonrió con maldad mientras se servía un poco de café y tomaba una tostada. Regulus tenía la habilidad de comer en grandes cantidades en cada comida y hacerlo con una gracia y delicadeza que siempre sorprendían a Rendra. Los Black siempre habían sido muy peculiares y muy detallistas en todo. Por algo eran una de las casas más antiguas del mundo mágico. -¿Qué? -le preguntó Regulus al ver que la joven se le había quedado observando.

-Nada, solo te observo. Aún estoy algo dormida. -expresó Rendra, pero eso no era exactamente lo que la tenía distraída sino el sueño que había tenido aquella madrugada. Había sido tan malo que había tenido que ir a los lavabos a darse una ducha y luego había regresado a la cama. La oscuridad del castillo a las cuatro de la madrugada le había dado escalofríos.

-Ya lo creo. 

-Tuve una pesadilla anoche, fue de las malas. -confesó la castaña. Regulus se terminó su tostada antes de responder y darle un trago a su café negro.

-Hacía tiempo que no tenías de esas, ¿quieres contarme? 

Rendra recordó la parte de la pesadilla que más le había impresionado. Todo estaba oscuro, demasiado. Tanto como los pasillos de Hogwarts por la madrugada. No podía ver nada y de pronto ya no podía respirar. Le tomó unos segundos en notar que estaba ahogándose en un lugar que no conocía y solo podía ver un resplandor a lo lejos y oscuridad a su alrededor. No podía moverse, ni gritar, ni nada. Ella se hundía por una fuerza mayor que no comprendía y era llevada a las profundidades.

 Ella se hundía por una fuerza mayor que no comprendía y era llevada a las profundidades

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-Soñé que me ahogaba. Estaba oscuro al principio y no podía entender en dónde estaba. Después me daba cuenta que no podía respirar y entonces me hundía. No podía hacer nada más que ver cómo la superficie se alejaba. -respondió Rendra poniéndose tensa y observando su taza de café. Regulus posó su mano sobre sus hombros.

-Sabes que no dejaría que eso te pasara. Fue solo un mal sueño. -la consoló el de ojos verdes.

-Lo se pero, ¿crees que signifique algo? -se animó a dudar Rendra.

-No lo se. Podríamos ir a ver a la profesora de Adivinación más tarde, luego de Pociones tenemos un rato libre. Si quieres, claro. 

Si bien Rendra tenía miedo de lo que podrían descubrir en su visita a la profesora, se dijo que eso era lo mejor. Tal vez, solo se estaba preocupando por un sueño sin sentido, o a lo mejor, se trataba de una amenaza real. De una forma u otra, tenía que saberlo.

-Esta bien, así me quedaré tranquila. -aceptó Rendra finalmente. Regulus le dio unas palmaditas en la espalda y luego volvió a tomar otra tostada.

-Excelente.

The Dark House [Regulus Black Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora