Capítulo 11

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-Flashback-

Mansión de la familia Black

Sirius y Regulus llegaron a su hogar sin saber muy bien qué esperar de aquella reunión familiar improvisada. Walburga se encontraba en la sala de estar con un vaso de whisky en su mano. Llevaba un vestido negro tornasolado que al sol dejaba ver destellos de color verde y tenía el cabello largo y ondulado levemente peinado hacia atrás y cayendo elegantemente. Al igual que sus hijos, la señora Black tenía buen porte y sus movimientos eran delicados. Sin embargo, su mirada se asemejaba mucho a la de una serpiente a punto de atacar. Sus ojos verdes iluminaban su rostro y anunciaban malas noticias, al menos para sus hijos.

Regulus notó que su padre, Orión estaba sentado en su sillón de terciopelo negro junto a la ventana. Se encontraba leyendo un libro y a penas levantó la mirada al verlos llegar. Hombre de pocas palabras y siempre muy hiriente con ellas. Sirius se preguntó a quién se parecía él, si es que se parecía a alguien de su familia. En cuanto a apariencias se parecía un poco a su madre, tal vez por el cabello oscuro y rebelde, pero el resto parecía un misterio. "Soy la oveja negra de la familia", pensó Sirius. "En todo sentido", sonrió de lado.

-Buenas tardes madre. -saludó el joven Regulus mirando a su madre a los ojos. -Buenas tardes padre. -agregó, pero Orión no movió un musculo y continuó con su lectura. Por su parte, Sirius optó por cruzar una mirada con Walburga y hacer una pequeña reverencia a modo de saludo. Había sido un movimiento tan ínfimo que otra persona no lo hubiera notado. La mujer observó los movimientos de ambos muchachos y caminó formando un círculo a su alrededor. 

-Bienvenidos. -respondió finalmente. Aquella era la primera vez que Sirius pisaba la casa desde la última discusión fuerte del año pasado, cuando él se había marchado a la casa de James debido a los constantes maltratos que recibía. Especialmente de su padre. Una parte de él a penas podía mirarla y otra tenía ganas de incendiar la casa y salir corriendo. Con sus padres adentro, por supuesto.

Regulus se movió inquieto al lado de su hermano mayor. No sabía por qué estaba ahí pero algo le decía que el motivo no podía ser nada apremiante. De hecho, temía por la vida de Sirius. ¿Por qué los habían llamado a ambos?

-Los llamé para informarles de la nueva alianza que la casa de los Black ha realizado. Su prima Narcissa se unirá muy pronto a la familia Malfoy y Bellatrix hará lo propio con los Lestrange. -hizo una pausa. -Como su madre, es mi deber advertirles que pronto será su turno. Su padre y yo hemos conversado con dos familias de sangre pura para que ustedes también se casen al finalizar sus estudios. -expresó Walburga.

El corazón de Regulus comenzó a latir cada vez más rápido y sintió ganas de vomitar allí mismo. La imagen de Rendra se estancó en su mente y ya no pudo escuchar nada de lo que estaba diciendo su madre. Sirius, por su parte, tenía el semblante serio y una expresión de asco como si alguien se hubiera defecado en la sala de estar. Observaba a su madre con un gran desprecio y su hermano menor notó que él no aceptaría aquella descabellada idea. Y si bien Regulus nunca contradecía a su madre y se quedaba callado..

-Madre.. -expresó, así sin previo aviso. Dejando a todos, incluso a Orión, atónitos por la interrupción. -Disculpame la intromisión pero, ¿cuál es tu juicio sobre la familia Gwydion? -elevó su mirada y volvió a mirar a Walburga. La expresión de la mujer era indescifrable a esas alturas.

 -Los Gwydion. -tomó un trago de su vaso de cristal. -Sí, es una familia respetable. -agregó. -¿Por qué lo preguntas hijo?

-Tienen una hija, Rendra. -comentó Regulus sin saber muy bien cómo explicarse. Ante la atenta mirada de su hermano, no supo descifrar lo que estaba pensando Sirius. Pero si algo era seguro era que el mayor de los Black no estaba de acuerdo con aquella situación. -Creo que podría funcionar madre. -continuó. -Me refiero, a un compromiso con ella.

-Puede que tengas razón Regulus. Sin embargo, si ese es tu deseo, necesitaré que hagas algo a cambio. -hubo silencio en la sala. -Necesito una lista de todos los alumnos nacidos de muggles que conozcas. 

-¿Qué? -preguntó Sirius con la mirada descolocada.

-No comprendo. -habló Regulus, esperando que su madre no se estuviera refiriendo a lo que él creía. ¿Acaso le pedía una lista de jóvenes, niños, a los que matarían más tarde? 

-Es muy sencillo Regulus. Solo tienes que escribir un pergamino con nombres de algunos sangre sucia para que podamos entregársela a alguien que nos ha pedido un favor y que nos ha estado apoyando estos últimos tiempos. -continuó Walburga.

-¿De qué estas hablando? -la voz de Sirius iba aumentando en tono y pronto su rebeldía cedería por completo. Se estaba controlando, especialmente porque no quería perjudicar a su hermano.

-Solo necesitamos algunos nombres para el Ministerio, es todo. -agregó Orión desde su asiento. Ya había dejado su libro a un lado y tenía su mirada clavada en su hijo mayor. 

-Madre, por favor. ¿Crees que somos idiotas?

-Sirius, no uses ese lenguaje en esta casa. -dijo Orión.

-Tu eres el menos indicado para negarte a nuestras ordenes luego de los eventos del año pasado. Es tu última oportunidad para que te unas a esta familia de una vez por todas. -expresó su madre.

-¿Última oportunidad? ¡Claro! ¿Pero, cómo no me di cuenta antes? ¡Qué bondadosos están siendo conmigo! ¡Por Merlín! ¡Debería estar tan agradecido de la gran basura que son mis padres!

-¡Sirius! -esta vez era Regulus el que lo regañaba, pero su hermano no parecía que fuera a calmarse pronto.

-¡NO PIENSO SEGUIR LAS ORDENES DE NADIE, MUCHO MENOS DE USTEDES O DEL MINISTERIO! ¡Y TAL VEZ TU ESTÉS BIEN CON ESO PERO YO NO SOY UN ASESINO! -su mirada se dirigió a Regulus con la última frase.

-NUNCA DIJE QUE ACEPTABA SUS ÓRDENES. -gritó de igual manera Regulus. -¡¿Podrías callarte y escuchar por una vez en tu vida?!

-¡Tu! ¡Eres un desagradecido! ¡Deberías darte cuenta que no serás nadie si continuas frecuentando a esos Potter y haciendo alianzas con sangre sucias, dejando a toda la familia en ridículo! -gritó Walburga, perdiendo la paciencia que había juntado hasta el momento.

-PREFIERO VIVIR CON LOS POTTER ANTES DE CONTINUAR BAJO EL TECHO DE UNA FAMILIA DE MAGOS QUE SE CREEN MEJOR QUE OTROS SOLO POR SU LINAJE DE SANGRE. YO NO SERÉ PARTE DE ESTA LOCURA MADRE Y NO ME QUEDARÉ VIENDO CÓMO ARRASTRAS A REGULUS A SU TUMBA.

-¡SIRIUS, TE LO ADVIERTO! UNA PALABRA MÁS Y NO VOLVERÁS A SER BIENVENIDO EN ESTA CASA NI EN NUESTRA FAMILIA!

-¡BIEN, GENIAL! NUNCA TUVE UN LUGAR EN ESTA CASA Y TAMPOCO LO QUIERO. -se dio media vuelta y observó a Regulus antes de marcharse, esperando que él le siguiera pero no fue así.

-ERES UNA VERGUENZA PARA ESTA FAMILIA, NO SERÁS NADA BUENO EN LA VIDA. -los gritos de su madre se fueron desvaneciendo a medida que se iba alejando de la casa. Sirius tuvo la sensación de que sus padres habían muerto en aquel instante.

The Dark House [Regulus Black Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora