The Dark House [Regulus Black Fanfic]

Capítulo 5

Regulus y Rendra regresaron por el camino que habían recorrido minutos antes. Ninguno de los dos habló durante un largo rato. Mientras bajaban las escaleras en dirección a el Gran Comedor y asegurándose de que no había ningún estudiante cerca, Rendra habló. Su voz estaba cargada de preocupación, tanto como el semblante de Regulus; había algo que había perturbado al menor de los Black pero no sabía qué parte había sido. Tal vez, haber ido a visitar a Trelawney no había sido la mejor opción.

-Cuanto más lo pienso, menos lo entiendo. -confesó Rendra mientras bajaban los últimos metros de escalera antes de llegar al pasillo que daba a el gran comedor.

-¿Hay algo que haya tenido sentido de todo lo que dijo? Agua, fuego. No lo se. -expresó Regulus. Estaba desconcertado y eso le molestaba. Observó a su amiga con detenimiento, no entendía lo que había dicho Trelawney a excepción de la última advertencia. "Siempre hay una opción", repitió Black en su mente. -Oye, nada va a pasar. Nos mantendremos alerta y alejados del agua si es necesario. -comentó para animar a Rendra, pero ella no estaba muy segura.

-Sabes que eso es absurdo, cuando más queramos alejarnos crearemos más situaciones que nos lleven al agua. Dejemos que las cosas fluyan pero vayamos con cuidado. -dijo la joven bajando el último escalón.

-Si tu lo dices. 

-¿Reg? -la muchacha se detuvo a pocos pasos de el gran comedor y él se detuvo frente a ella. -¿Qué es eso que dijo de las decisiones? ¿Hay algo que no me hayas comentado y de lo que estés indeciso? -le preguntó sin rodeos. El joven Black le miró a los ojos pero sus latidos se aceleraron. A ella no podía mentirle y sin embargo...

-No Ren, nada. No se a qué se refería la profesora pero si lo descubro serás la primera en saber. -le respondió Regulus haciendo que Rendra respire hondo, ya más calmada. -Lo prometo. -dijo el muchacho mientras se dirigían a almorzar.

Aquella sería la segunda mentira del día y el comienzo de muchas otras que Regulus Black sería incapaz de controlar. La voz de la profesora Trelawney lo torturarían durante las próximas semanas y solo dejaría de escucharlas una vez que hubiera tomado una decisión pero, ¿cuál era la correcta? El menor de los Black aún no se había decidido.