Capítulo 3|| ''Tiempo juntos''

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De verdad que extrañaba los almuerzos caseros en casa de mi abuela. Solía ser una tradición que todos nos reuniéramos los sábados a compartir la tarde en familia.

No me esperaba la sorpresa que llegó sin siquiera avisar. Aunque últimamente, las cosas solían ser así.

Sentados en una mesa nos encontrábamos, mis padres, hermana y yo frente a Eros, su primo y tío. Mis ojos buscaban parecer calmos, pero no lo lograban. Quería derretirlo con la mirada para que quitara esa sonrisa de idiota que llevaba. Lo único bueno era que no me miró ni una sola vez, claro que yo tampoco lo hice. Al menos mantiene esa parte del trato.

No podía creer que tuvieran el descaro de venir a la casa de mi nana. Ella no parecía molesta, pero yo definitivamente lo estaba.

—Amaris—oí mi nombre y me volteé hacia mi madre, quien había hecho una pregunta pero yo me encontraba demasiado ocupada derruyendo la comida del plato.

—¿Qué pasó?

—Te hicieron una pregunta—me indicó y yo miré a Maddox quien me hizo la mímica de lo que me habían preguntado. Cuando lo entendí, respondí.

—Bueno, sobre el trabajo aún estoy terminando de estudiar. Pero suelo ayudar a mi madre en la empresa.—dije, lo más amable posible al señor Black.

—Es un buen comienzo, más si piensas continuar por ese camino. No dudes en consultarme si quieres algún tipo de pasantía, encantado de ofrecértela.

—Eso sería maravilloso para ella—dijo Eros, a punto de reírse—Seguro que podremos encontrar algo más permanente si prefiere.

Entrecerré mis ojos.

—Estoy bien. Muchas gracias.—respondí y noté como Maddox mordía su labio. Notando el humor de Eros y mi tono hacia su padre—Quería hacer una pregunta, ya que ahora el matrimonio es inminente, ¿Maddox que opinas de...—la mesa se centró en mi, esperando que soltara algo que comenzara la guerra, pero me retuve—las películas de terror? ¿Te consideras fan de ellas? Porque Alya tiene una supuesta fobia a todo eso, así que me cuidaría si fuera tu—volteé la pregunta, haciendo que la tensión se disipara.

—Pues, no me consideraría un fan, pero puedo verlas.—me respondió.

—Mira Alya, tal vez te ayude a vencer tus miedos—la incité, buscando sonar graciosa. Mi padre se rió y el señor Black lo acompañó, mi hermana me dio una mirada de reojo a la que respondí encogiéndome de hombros.

El almuerzo continuó normalmente, no dije mucho más, me concentre en la comida y charlar un poco con mi abuela. Los cuatro nos notábamos bastante tensos y queríamos que todo esto llegara a su fin.

—Oye Amaris, ¿Sage no vendría a acompañarnos?—preguntó mi padre, cuando terminamos de comer y empezamos a levantar los platos.

—Así es, pero tuvo un inconveniente y quedaremos luego.—dije yo, en un tono lastimero. De verdad quería que mi amigo viniera, pero al enterarme que la familia Black estaría aquí, le dije que no se apareciera. Podrían armarse conflictos.

—Oh, una lástima.

Asentí con la cabeza y esperé sentada a que mi abuela trajera el postre para todos. Me ofrecí a ayudarla pero no me lo permitió. Para mi sorpresa ambos jóvenes Black también lo hicieron, pero la respuesta fue la misma para ellos. Recibimos el postre y me acomode en la silla, esta parte era lo mejor del menú.

—Bueno, ya que estamos en un buen ámbito de amistad creo que sería bueno arreglar algunos preliminares para la boda—empezó mi madre.—Antes que nada, Eros y Amaris pensamos que ustedes podrían dar un discurso y ser los anfitriones de la fiesta—dijo y yo me atraganté con una porción de pastel.

Eclipsados © 1ºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora