La Familia de Lan Qiren. Cultivación Oscura (3, Precuela)

Un amigo

- Joven maestro Lan, su manejo con la espada es impresionante – dijo Wen Ruohan, impidiendo que Lan Qiren continuara - ¿Puedo acompañarlo durante su entrenamiento? Me gustaría observarle –

Lan Qiren pensó en las opciones. Wen Ruohan, el futuro líder de Qishan Wen, sería un hombre poderoso, quizás y hablar con él y congeniar sería buena idea, ya que él era el segundo maestro Lan. Dijo que sí con un gesto y se mantuvo en silencio mientras mantenía la espada en su mano.

Vio como Wen Ruohan se sentaba justo frente a él en el campo de entrenamiento. Si bien, a Qiren no le gustaba entrenar frente a tantas personas, tenía que demostrar buena disciplina y ser un ejemplo adecuado, según su hermano mayor.

Entonces, si Wen Ruohan deseaba aprender de sus técnicas de combate, estaba bien dejarlo ver su entrenamiento.

- He escuchado del segundo maestro Lan – comentó Ruohan, sentado en su lugar y moviendo un objeto entre sus manos, algo brillante – Dicen que es tan fuerte como los inmortales que se ocultan en las montañas –

- ¿Por qué dice eso, joven maestro Wen? – Qiren no detuvo su entrenamiento, ni siquiera le miró.

- Porque también he escuchado que el segundo maestro Lan posee la belleza de una tormenta – Ruohan se puso de pie y caminó hacia Lan Qiren, que ya se había detenido – Furioso, intrépido y sofocante –

- ¿Qué es lo que quiere? – Lan Qiren lo miró entonces más de cerca. Era un hombre atractivo, de seguro tendría uno de los mejores cultivos. Sus ojos destellaban peligro y esa voz... esa voz que le hacía sentir fastidiado y que, al mismo tiempo, le intentaba hacer sonreír.

- Yo solo deseaba conocerlo – dijo Wen Ruohan, tendiéndole el objeto brillante que había estado jugando hacía un rato – Valoro el talento y la habilidad de las personas, pero la belleza en usted, joven maestro Lan, no es como los rumores lo dicen –

- No deberías creer en los chismes –

Wen Ruohan vio como la cara de Lan Qiren se veía contrariada, supuso que había muy pocas personas que lo hubiesen notado antes, pensó en su hermano... que era casi un desconocido para las demás personas.

- Joven maestro Lan, Qiren-Xiong... - Lan Qiren levantó una ceja y apretó con fuerza la mano que sostenía la espada – Lo que quiero decir es que sus habilidades son excelentes e impresionantes, pero no tienen punto de comparación con su presencia –

Lan Qiren tomó el broche y, en lugar de replicar, tan solo le devolvió la mirada al joven frente a él. El broche era sencillo y elegante, un hombre podría utilizarlo sin miedo a ser juzgado. Pero no entendía porque el joven que acababa de conocer unos cuantos días atrás en las clases de Gusu Lan le daba un regalo así.

- Esto no es correcto, joven maestro Wen – Wen Ruohan ahogó una risa – Este tipo de regalos no se dan a solo un conocido –

- Entonces... me gustaría ser más que un conocido – Wen Ruohan solo hizo una reverencia y dejó en el lugar, que había estado ocupando unos momentos atrás, un pequeño libro.

Lan Qiren seguía sin entender por qué el interés de cultivar una amistad.

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El libro que Wen Ruohan había dejado para Lan Qiren era de poesía. A Qiren le gustaba bastante y muchos de los libros de la biblioteca de la sección de poesía habían sido leídos por él. Se dio cuenta de que había anotaciones pequeñas en los bordes de las páginas.

Eran poemas de amor y deseo. Pensó que Wen Ruohan se trataba de un hombre desvergonzado, pero el relato de los encuentros entre los amantes no era sucio ni morboso, tan solo dulce y apasionado.

Se volvió uno de sus poemarios favoritos.

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A Lan Qiren no le gustaba mucho asistir a cacerías nocturnas donde tuviese que encontrarse con jóvenes de otras sectas y clanes. No entendían su forma de vivir y siempre les juzgaban con la mirada. Aunque no le tomaba importancia a los rumores y las palabras que se decían a espaldas de los Lan, aun le era incómodo enfrentarse al mar de miradas que eran las cacerías cuando se encontraban con los pulcros, limpios y puros jóvenes Lan.

Y ahora estaba allí, cultivadores Jin y Wen hablaban entre ellos, tratando de unir a algunos cultivadores Lan que intentaban hacer algunos amigos. Menos él, Lan Qiren veía de lejos y se limitaba a saludar con cortesía.

- Qiren-Xiong – era la voz de Wen Ruohan, que le veía con una sonrisa divertida – Me alegra verte en esta cacería – Qiren asintió y pensó que no estaría mal hablar con alguien solo un rato, al menos hasta que Wen Ruohan se aburriera de él - ¿Leíste el libro que te dejé? –

- Mn, me pareció muy bueno –

- ¿Solo "muy bueno"? –

- Fue... interesante –

Ruohan no se esforzó por esconder su sonrisa – Un literato como tú... puede describir mejor ese libro –

Lan Qiren sonrió un poco por esas palabras y asintió – Fue muy hermoso, la manera en la que escribe el amor entre dos amantes no es sucia, tan solo... anhelante, con devoción –

- Vaya... pensé que esa poesía de mangas cortadas no era para ti –

- ¿Mangas cortadas? ¿Ambos amantes son hombres? – el rostro de Lan Qiren estaba completamente sorprendido, mientras Wen Ruohan comenzaba a reír. Entonces Qiren se dio cuenta... Wen Ruohan había hecho eso con intención de burlarse de él.

Pero, ¿cómo sería una burla si él mismo pensaba que el romance entre dos hombres era mejor para él que tener un romance con una mujer? ¿Estaba Wen Ruohan burlándose de sus deseos?

¿Cómo es que Wen Ruohan se había enterado de eso?

- Qiren-Xiong... calma, esa no es la reacción que yo esperaba – Ruohan se acercó y le dio unas bayas frescas y limpias – Nunca he juzgado a las personas por lo que hacen o no de la cintura para abajo – Qiren levantó las cejas – Pero si a ti te gustó esa poesía... -

- ¿Cómo podría darme cuenta de que eran dos hombres? – no estaba dispuesto a ocultarse, nadie le creería a Wen Ruohan si decidiera contarlo. Él era el joven maestro Lan, un futuro gran maestro y un hombre que no podría traer esos escándalos a su clan. ¿Qué más daba si hablaba un poco? - ¿Cómo te diste cuenta de que eran dos hombres? –

- Las palabras... el amante del hombre es el reflejo de sí mismo en cuerpo y alma – Ruohan sonrió cuando Qiren tomó las bayas – "Y el cielo reflejaba el amor de los dos pequeños brotes, bañados en rocía terso y el aroma de la tierra" ... Si quieres... en mi próxima visita a Gusu te llevaré más de esos poemas... o tal vez en la cacería que organizará mi secta -

Asintió solamente, negándose a soltar una sola palabra. Y la sonrisa de Wen Ruohan fue suficiente para distraerlo por el resto de la cacería.

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La cacería en Qishan Wen fue un éxito, Wen Ruohan y Lan Qiren estuvieron empatados, por lo que ambos tuvieron una competencia extra. Lucha con espadas solo para determinar quién ganaba la cacería.

Ruohan se limpió la cara y pasó un pañuelo por su mejilla, quitando el hilo de sangre. Miró a Qiren, quien guardaba su espada con la mirada baja. Levantó su mano, Qiren estaba tan distraído que no se dio cuenta hasta que sintió el dedo del joven a su lado tocar su mejilla.

- ¿Estás preocupado por mí? –

- Lo siento –

- Espera... ¿en serio te preocupa esto? – señaló el pequeño corte en su mejilla y el moretón en el pómulo – Es un combate... claro que yo también te dejé algunas marcas. ¿Por qué te disculpas? –

- No debí herirte, era solo una competencia, no una pelea real – Ambos habían peleado con fuerza, demostrando sus capacidades perfectas y belicosas, fue Lan Qiren quien ganó solo por poco – Solo quería... quería enorgullecer a mi hermano –

Wen Ruohan desvió la mirada de Lan Qiren y pensó en eso. En el orgullo y la culpa. ¿Por qué alguien que ya era perfecto se esforzaba por serlo aún más? Nunca había visto la expresión triste en el joven, así que se limitó a extender la jarra de licor hacia Lan Qiren. Ambos bebieron vino.