Qiren se había cambiado sus túnicas, ahora le gustaba más usar ropa holgada que no enmarcara su cintura redondeada y su prominente vientre. Se miró al espejo de cobre una vez más antes de cerrar su túnica.
Acarició aquella parte hinchada de su cuerpo, era firme al tacto y se sentía viva... Sonrió y suspiró.
- Ya veo que no eres un demonio como yo pensé – su piel blanca marcaba un poco las venas y mostraba delicadamente el bulto en su interior – No me importa... como llegaste aquí, pero nadie te hará daño, lo prometo A-Mian –
Dejó sus habitaciones para ir como Lan Huan y caminar hasta la casa de su madre, era ese día donde podía visitarla.
- Tío... -
- Mn –
- ¿Puedo quedarme a dormir con mamá? – Lan Qiren se detuvo en seco antes de retomar el camino - ¿Puedo? –
- Puedes estar con ella todo el día, no más tiempo – tuvo que endurecer el alma cuando su pequeño sobrino asintió con tristeza – Pero... quizás puedas dormir unas horas después de la merienda –
Entraron a la casa de Madam Lan. Ella sonrió a su hijo y lo abrazó, lo más que pudo dado el vientre de la mujer que, aunque no era grande, debía tener cuidado.
- Mi pequeño A-Huan... - el niño reía en brazos de su madre y se dejaba besar con gusto – Vamos, mamá tiene muchas cosas ricas para ti y un par de juguetes que hice – el niño pasó corriendo a la habitación y la mujer se dio la vuelta para mirar a Qiren – Cuñado, ¿puedes quedarte conmigo unos momentos? –
- No sería correcto que lo hiciera – vaciló un poco su respuesta.
- Por favor, quiero... necesito pedirte algo para mi bebé – ella acarició su vientre, un gesto con el que Qiren ya se había familiarizado - ¿Puedes? – él asintió y ella lo invitó a pasar.
Lan Qiren no había entrado antes a la casa, tan solo al pequeño recibidor donde dejaba y recogía a su sobrino. Pero ver la casa... le hacía sentir el hogar. Lan Huan jugaba con cada juguete que su madre le daba, comía y probaba todo, desde cosas inusualmente dulces hasta picantes suaves.
Lan Qiren veía con curiosidad esa escena. Ella tocaba a su hijo como si fuera el tesoro más preciado en su vida, aunque estuviera cansada.
- Cuñado, quisiera pedirte que cuides de mi bebé cuando nazca – ella comenzó, distrayendo a un Huan muy cansado en su regazo, peinando su cabello y arrullándolo con movimientos suaves – Este nuevo bebé... será más frágil de lo que fue mi primer niño –
- ¿Por eso... tu vientre es más pequeño de lo usual? –
- Mn –
- Si la cuñada necesita medicinas o más comida... -
- No es eso – ella le interrumpió con suavidad y una sonrisa agradecida – Mi cuerpo no es tan fuerte como antes, sé que no me dejarán cuidar al bebé cuando nazca, sé que no me dejarán alimentarlo... y sé que tampoco se me permitirá saber de su estado –
- Quieres que te informe de él –
- Así es –
Lan Qiren miró el vientre de su cuñada y luego a su sobrino, que ya estaba descansando profundamente en el regazo de su madre. El bebé, una vez que naciera, sería entregado a las nodrizas del clan y a él, su hermano mayor tampoco cuidaría del niño. Entonces su cuñada le pedía cuidarlo más que a Huan.
- Intentaré... tal vez pueda hacer que veas a tu bebé con más frecuencia – la mujer le sonrió con tristeza – Puedo abogar por ello, si el bebé está enfermo o nace frágil, debería ser su madre quien se encargue de cuidarlo y alimentarlo hasta que nazca – ella lo miró y asintió, pero Qiren veía que la mujer no estaba convencida de esas palabras – Pero si no es así... te prometo que lo cuidaré y procuraré que sane –
- Te lo agradezco, en verdad lo hago –
Se quedaron unos minutos en silencio. Quizás era la soledad que ambos vivían en sus vidas, ella apartada de todos y él tan cerca, pero sintiéndose desplazado. Se quedaron sentados mientras bebían algo de té. No le preocupó a Qiren que le hiciera daño a su bebé, después de todo... la mujer frente a él también estaba esperando.
- Cuñada... ¿cómo es tener un bebé? – ella se sorprendió por la pregunta y levantó una ceja – Me refiero... ¿cómo es cargar a alguien que estuvo dentro de ti? A quien sentiste crecer –
- Oh... bueno, es una sensación abrumadora – explicó – Antes de que naciera A-Huan me daba miedo al pensar que podría lastimarlo, entonces nació y me daba miedo cargarlo porque era muy pequeño. Pero tenerlo junto a mi pecho... era la sensación más hermosa que jamás había sentido –
- ¿Duele? –
- ¿Dar a luz? Claro que sí, pero vale mucho la pena – ella miró al niño en su regazo con ternura - ¿Deseas tener hijos? ¿Casarte con una cultivadora y tener hijos? –
- No... creo... que quiero ser un maestro y enfocarme en ello –
- Podrías buscar una familia, nadie te juzgaría por ello –
- Mi hermano lo haría –
- Tu hermano tiene una familia y no sabe lo que es el amor de una... ¿por qué deberías tomar en cuenta lo que él diga? – era la primera vez que escuchaba a esa mujer hablar de su esposo, y ni siquiera lo había nombrado como tal, solo como "su hermano" – Les agradas a los ancianos de esta secta... ellos apoyarían esa decisión –
- ¿Y si solo quiero tener un bebé? Quizás no deseo casarme... - Lan Qiren había comenzado a mirar a otra parte, las pinturas en la habitación, las flores en el jarrón de la ventana, el dobladillo de su túnica - ¿Me juzgarían por ello? –
- Lo harían, los Lan tienen reglas muy estrictas – ella era amable, ella sabía y aceptaba aquellas palabras – Pero... ¿cómo puedes comparar el calor de la sonrisa de un bebé con las simples palabras de unos ancianos? –
Ambos comenzaron a reír, lo hacían en un tono bajo, con miedo a que les escucharan.
- Busca una mujer inteligente, que sepa pintar, bailar y cantar – dijo ella – Busca una dama que te encante los ojos y pídele un heredero... claro que te pedirá algo a cambio... ¿pero qué estás dispuesto a sacrificar? –
- ¿Se puede comprar una familia? –
- No, puedes pedir un bebé, pero la familia la tendrás que formar tú –
Lan Qiren asintió en silencio.
********************
Con el paso de tiempo, Lan Qiren pensó en su bebé y cómo le haría para traerlo a este mundo. Lo sintió crecer en su vientre mientras leía en la sección prohibida de su biblioteca, lo sintió patear con fuerza mientras escribía la carta al médico cuyo clan era mencionado en los textos antiguos.
Y luego llegó la respuesta. Una simple oración que indicaba que sí, ese clan aún seguía enseñando medicina y sí, también podían ayudarle a traer a su bebé al mundo. Estaba escribiendo una segunda carta cuando fue llamado a las habitaciones de su hermano. Entró con cautela y un poco de miedo, lo vio sentado a un lado de la ventana, mirando el frío paisaje que se alzaba frente a él.
- Qiren, ven conmigo, siéntate – el joven maestro hizo todo lo posible para ocultar con sus mangas y sus túnicas amplias su vientre, donde su bebé ya había vivido siete meses - ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes con los deberes de la secta? –
- Estoy bien, líder de secta – comentó sentándose frente a él, poniendo sus mangas en frente – Estamos a punto de comenzar con los planes para el siguiente año e aprendizaje para los jóvenes discípulos de la secta, los externos e invitados de otros clanes –
- Eso es bueno, estás haciendo un excelente trabajo – su hermano se dio la vuelta y lo miró directo a los ojos – Pero no estoy seguro si puedas realizar todas las tareas de las clases y la organización –
- ¿Por qué? Puedo hacer todas las actividades, yo puedo ayudar este año con las clases mientras mantengo el orden de la secta –
- Pero, ¿con un bebé recién nacido?
- Yo cuidaré de tu segundo hijo, pero las nodrizas también ayudarán –
- No mi hijo... el tuyo, Qiren – Lan Qiren sintióel frío recorrer por su espalda - ¿Qué harás con tu hijo cuando nazca en dosmeses? –
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La Familia de Lan Qiren. Cultivación Oscura (3, Precuela)
FanficLan Qiren tiene una relación particular con Wen Ruohan. Amantes que tienen que verse a escondidas. Wen Ruohan tiene otros planes, una familia, un bebé de los dos. Lan Qiren no lo sabe. HISTORIA PUBLICADA EN AO3 Y WATTPAD, SI ESTÁ EN OTRO LUGAR ES P...