Capitulo 7

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Me despierto sobresaltada cuando oigo mi móvil. Lo cojo y veo un mensaje de mi madre

Alex, Samu ya esta mejor, pero seguiremos en casa de los abuelos. Te quiero

De repente me doy cuenta de que estoy sola en la cama, miro por toda la habitación, pero no veo nada.

-¡Pablo! ¡Pablo! -Grito. No hay respuesta, pero inmediatamente veo que se abre la puerta y aparece Pablo.
-Buenos días princesa, me he despertado antes que tu -todo el mundo se despierta antes que yo, soy una marmota, y esta comprobado- y he bajado a preparar el desayuno.
-Eres más mono, me encantas.
-¿Vamos a desayunar o vas a seguir haciendome cumplidos? -Se ríe y yo me levanto de la cama.
-Eres un agua fiestas -me río y abandono la habitación dirección a la cocina, Pablo va detrás de mi. Antes de llegar al principio de la escalera me coge del brazo
-Eres una mala anfitriona, me estas dado todo el rato la espalda -se rie
-Pues ya no te invito a mi casa, como soy tan mala anfitriona -me río y el me coge de la cintura y me besa.

Llegamos a la cocina y veo que la isla parece un buffet de restaurante. Me encantan estos detalles de él, por muy capullo que sea en algunos aspectos, la gran parte de él es un amor.

-Tenemos que ir a casa de mis abuelos, bueno tengo, tu si no quieres no hace falta que vengas
-¿Y por qué no iba a querer ir?
-Pues no se. -sonrio
-Contigo voy al fin del mundo -me rio
-¿Te das cuenta de lo cursi que suena eso? -me vuelvo a reír
-Si, y me da igual
-Pues a mi no, solo te permitiré esas cursiladas en privado, no quiero que destruyas mi reputación -sigo riendome
-Ya claro...

Terminamos de desayunar, nos vestimos y salimos a casa de mis abuelos.

-Alex, por favor, dejame llevar la moto a mi. Me siento raro llendo detrás.
-No. Ya te lo he dicho mucha veces, no te voy a dejar llevar mi moto mientras yo vaya en ella. -Digo recalcando el <<mi>>. Le quiero mucho, pero mi moto es mi moto y en eso no voy a dar mi brazo a torcer
-Eres una cabezota
-Sí, pero me amas -me río

*******************************

Llegamos a casa de mis abuelos, abro la puerta y me dirijo al salón.

-¡Hola! -le digo a mi abuela con una amplia sonrisa
-Hola mi niña -me dice mi abuela - tu abuelo y tu hermano están en la cocina

Me voy a la cocina. Mi abuelo y mi hermano están de espaldas a la puerta desayunando. Me acerco y los abrazo simultáneamente a los dos.

-¿Pero que hacen los dos hombres mas guapos del mundo? -Pablo se ha quedado en el salón con mi abuela y por suerte no me ha oído.
-¡Alex! - grita mi hermano a la vez que me da un abrazo y yo me rio.
-Samu, deja a tu hermana, estoy seguro de que prefiere abrazarme a mi -dice mi abuelo riendose.
-A mi me quiere más -responde contundente mi hermano.
-Bueno, bueno, no os peléis por mi. -me rio y le revuelvo el pelo a mi hermano -Parece que ya estás mejor, enano.
-Si, ayer fuimos a urgencias, -abro los ojos como platos -le dieron suero y ya parece que está mejor.
-¿Como que a urgencias?
-Si, de madrugada, pensé que lo sabías.
-No, mamá me dijo que estaba malo y que venía aquí. ¿Por cierto dónde está?
-Fue a comprar, vendrá ahora.

¿Por qué mi madre no me ha dicho que ayer fueron a urgencias con mi madre? Igual me lo dijo pero estaba demasiado borracha. No me acuerdo de nada de lo de ayer, asi que no se si mi madre me lo dijo o no.

-Alex... -me llama Pablo sacandome de mis pensamientos.
-Dime -reacciono.
-Tu abuela pregunta si nos vamos a quedar a comer.
-Si, a no ser que quieras hacer algo tu.
-No, no -se vuelve al salón y oigo el timbre de la puerta.
-Voy a abrir -digo y salgo corriendo hacia la puerta. Es mi madre, le ayudo con las bolsas mientras me pregunta que tal la fiesta de ayer. Le cuento lo que paso, bueno lo que me acuerdo, que no es mucho sinceramente.

Me voy a jugar con mi hermano, pero enseguida lo dejamos porque le duele la cabeza. Le duele la cabeza. Gracias a las palabras de mi hermano me doy cuenta de que no tengo resaca, me estraña porque se que ayer bebí demasiado, mas que de costumbre.

-¿Qué pasa? -pregunta bajito Pablo sacandome de mis pensamientos.
-Nada, solo estaba pensando que hoy no tengo resaca, y se que ayer bebí mucho.
-Pues es verdad, yo tampoco tengo y también bebí.
-Igual nos viene retardada o algo -me río.
-¿Que queréis comer? -pregunta mi abuela.
-Yo quiero huevos encapotados, por favooor -digo alargando la ultima palabra.
-Vale, ¿algo mas o escojo yo?
-Escoge tu -y vuelve a la cocina.

Encerrada en mi propio serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora