NOTA:
Hola hermosos lectores, les debo una disculpa por no actualizar ésta semana... Pero mis vacaciones de acabaron y volvi a la escuela, y en serio se me va el día horriblemente, quiero decirles que actualizaré 2 veces a la semana, gracias por entenderme. Y POR FAVOR, NO ME DEJEN :c Y si conocen a alguien que pueda gustarle mi Fic, pásenlo, gracia y ¡besos! DISFRUTEN ÉSTE CAPÍTULO.
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PAREDES ABAJO
Kurt no sabía cuanto tiempo había pasado, pero sabía que era mucho, ya que el cielo estaba oscuro. Apenas había dejado de llorar pero el sentimiento amenazaba con volver a aparecer, se levantó y caminó unos metros tratando de reconocer algo o por lo menos una señal que le indicara la calle, nada podía divisarse. Suspiró y volvió a sentarse en la acera.
-¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¡Mierda, odio todo! ¡ESTOY HARTO!- Kurt respiró profundamente, se apartó el cabello de la cara y volvió a hablar a la nada. -¿Por qué dejé que ésto pasara? ¿Cómo pude haber hecho pasar a Blaine por un momento así? Es más, no entiendo porque me preocupo por él, sólo que... me dolió tanto verlo así...- antes de que pudiera seguir hablando con él mismo escuchó que alguien gritaba desde lejos, levantó un poco la mirada y pudo ver como se acercaban unas luces, era una camioneta negra... quizá podía pedirle que le dijera como llegar a su casa... el grito se fue haciendo más fuerte a medida que se iba acercando, podía empezar a distinguir lo que decía esa voz, era claro que estaba llamando a alguien, la camioneta venía hacia donde se encontraba a una velocidad baja, -Alto, ésa es la voz de Blaine... No, estás mal Kurt, no es posible que le importes después de que vio tus cortadas, es obvio que jamás va a querer ser tu amigo-, pero antes de que pudiera pensar algo más, la voz de un muchacho gritando su nombre hizo que se quedara callado sin saber como reaccionar, era Blaine. Intentó levantarse, pero su cuerpo nuevamente le fallaba haciendo que sus piernas temblaran, cuando por fin pudo hacerlo, la camioneta estaba a unos cuantos metros de él.
-¡Kurt! ¿Dónde estás? ¡Kurt!.- la camioneta se frenó de repente, Kurt sólo pudo ver como se apagaba y Blaine salía de ella; corriendo hacia donde se encontraba el castaño aún en shock para acogerlo en sus brazos - ¡Kurt! ¡Aquí estás! Kuuurt, que bueno que te encuentro. Diablos Kurt, me preocupé tanto, te quiero demasiado y no podía pensar en otra cosa que no fueras tu.-
-...Bla-blaine...- susurró Kurt en voz baja aún sin corresponder al abrazo de Blaine.
El morocho rompió el abrazo y tomó a Kurt de los hombros mientras lo veía directamente a los ojos. -Kurt tenemos que hablar, pero aquí no. Necesito y quiero ayudarte. Ya no quiero que me alejes y no lo haré aunque lo intentes. Quiero que te quedes a dormir en mi casa, mientras te buscaba Nick me habló a mi celular, le he dicho que le avisara a tu papá, dijo que tu papá no tenía problema...-
-Amm s-sí, eso creo.- dijo Kurt mientras veía los ojos de Blaine, esos ojos que por alguna razón le transmitían demasiada paz. Blaine le tomó de la muñeca con un suave toque, pero aún así el castaño se alejó de golpe, el morocho no dijo nada y le abrió la puerta, una vez listo se dirigió al asiento del piloto. El viaje fue un poco largo, ninguno de los dos habló en el trayecto aún que no fue un silencio incómodo, era algo que necesitaban, como si lo único que quisieran fuera tenerse mutuamente. Cuando estuvieron estacionados fuera de la mansión Anderson, el morocho corrió para abrirle la puerta a Kurt y ayudarlo a bajar, caminaron hacia la puerta y entraron, en el momento en el que estuvieron dentro Nick y Jeff se acercaron a ellos.
-Nosotros nos vamos chicos, sólo queríamos saber que estaban bien.- dijo Jeff mirando a Blaine, después de esto se giró hacia Kurt. - Kurt, sabes que te quiero y si necesitas algo en cualquier momento, sabes que siempre estoy para ti... Nick te espero afuera.- dijo el rubio mientras veía a su novio.
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In My Veins
RomanceEs el último año de Kurt en McKinley, no sabe lo que quiere para su futuro, lo único que tiene son las navajas que siempre lleva en su mochila y las largas cicatrices en sus muñecas. Blaine Anderson ingresa con su mejor amigo a McKinley para su últi...