¿RENDIRSE O SEGUIR INTENTANDO?
Hacía 20 minutos que estaba acostado en el suelo de su cuarto, en frente de él estaba un paño que hasta hace unos 15 minutos estaba mojado, y su mirada estaba perdida... o mejor dicho sin vida. No tenía la fuerza para levantarse o para hacer nada en absoluto. Había escuchado su celular vibrar hace unos minutos, luego lo volvió a escuchar y luego otra vez, después decidió ignorarlo, ya no servía de nada contestar... Cualquier tipo de ánimo se había esfumado cuando su padre lo golpeó hasta cansarse.
En cuanto dejó la casa de Blaine, una parte de él quería llegar lo antes posible a su casa y la otra parte quería huir y no regresar jamás. En cuanto llegó a su casa pudo ver que la cochera estaba abierta y la camioneta de su padre mal estacionada, la puerta de su casa estaba entre abierta y las luces apagadas. Contempló su casa unos minutos y se hizo la pregunta que siempre rondaba su cabeza, ¿Cuándo pasó todo eso? ¿Y cómo lo detengo? Caminó hacia la entrada y abrió un poco la puerta... No tuvo tiempo de reaccionar cuando un gran puño se estrelló en su mejilla izquierda lanzándolo al suelo.
-¡TE DIJE QUE LLEGARAS RÁPIDO PEDAZO DE MIERDA!- dijo Burt viendo como su hijo luchaba por soportar el dolor y pararse del suelo.
-Papá... ¿Qu-qué pasó? ¿...Por qué actúas así? Deberías llamar al psicólo...- Dijo Kurt un poco desubicado por el fuerte golpe tratando de apoyarse en la pared, pero nuevamente sintió como un puño se estrellaba contra su mejilla sin poder detenerlo.
-Kurtie,- dijo Burt de repente con una voz tranquila pero sin ocultar su ebriedad. -...¿Por qué no moriste tú? ¿Por qué tenía que quedarme con la persona más jodida de éste mundo? ¿Quieres saber qué pasó? ¡Tú me pasaste, tú y tú maldita vida! ¡CARAJO, ME TIENES CANSADO!- El castaño no podía moverse, no podía contestar, no podía defenderse y cuando llegó una patada a su estómago siguió sin hacer nada, cuando llegó la quinta el dolor dejó de sentirlo, fue entonces cuando decidió levantarse. Su cuerpo no resistía el dolor, su cara punzaba y no podía hacer ninguna expresión mientras pequeñas gotas de sangre salían de la cortada en su mejilla, su estómago parecía que estaba a punto de explotar. Al parecer en algún momento su padre se había cansado de golpearlo y decidió acostarse en el sillón junto a su cerveza, mientras varias botellas vacías descansaban en el suelo. Fue cuando muy lenta y dolorosamente fue subiendo las escaleras, esperando a que su Burt no despertara. Después de 10 minutos llegó a su cuarto y al sentarse en su tocador lloró de miedo y tristeza, su cara estaba roja de los golpes, una gran magulladura color morada se había instalado en su mejilla después de la golpiza que su padre le propicio y al subir su camisa pudo ver otro gran morete morado en su estómago, fue entonces cuando entró al baño a mojar el paño para que el contacto frio relajara las punzadas de dolor. Decidió acostarse en el suelo.
-¿Cuándo pasó todo esto? ¿Y cómo puedo detenerlo?-se dijo Kurt, mientras lágrimas seguían rodando por su cara hasta caer en la alfombra. El castaño no esperaba nada de lo que pasó, y al parecer eso fue lo que lo hizo caer, el esperar que su padre fuera el mismo de siempre. Se levantó lentamente, apoyándose en sus brazos para evitar el dolor, tomó su celular y caminó hacia el baño, al entrar vio cómo su cara iba empeorando así que le mandó un mensaje a Nick... Lo necesitaba, necesita a su mejor amigo, necesita alguien quien pudiera abrazarlo sin juzgarlo, necesitaba a su mejor amigo.
Para Nick Duval
8:47- Nick? Necesito que vengas a mi casa rápido, Burt se salió de control y... y me encuentro muy mal, por favor ven. Te necesito.
La respuesta no se hizo esperar y en pocos segundos su celular vibró.
De Nick Duval
8:47 – Kurt? Qué pasó? Iré lo más rápido posible, no hagas nada, voy en camino.
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In My Veins
RomanceEs el último año de Kurt en McKinley, no sabe lo que quiere para su futuro, lo único que tiene son las navajas que siempre lleva en su mochila y las largas cicatrices en sus muñecas. Blaine Anderson ingresa con su mejor amigo a McKinley para su últi...