Capítulo 9

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Querido lectores, mil y un millones de perdones por no actualizar, si supieran lo horriblemente cansada que llegó de la escuela. En verdad perdón. Éste no es mi mejor capítulo pero me gusta y espero que a ustedes igual, los quiero mucho y POR FAVOR NO ME DEJEN.



CONOCIÉNDONOS

Blaine había despertado hace 5 minutos, estaba tratando de procesar todo lo que había pasado el día anterior: -Kurt se corta y está dormido a mi lado- pensó. El morocho no pudo reprimir la sonrisa que se asomó en su rostro al pensar en eso último, algo en su interior hacía que tuviera mariposas en el estómago cada vez que mencionaba al castaño y eso lo hacía inmensamente feliz. Giró para poder ver la cara de total paz de Kurt, se tomó su tiempo para admirar la gran belleza del castaño, cómo su piel fina como la porcelana brillaba con los rayos de sol que se adentraban por la ventana, como sus largas y negras pestañas descansaban en sus rostro, y por supuesto como sus labios tan bellos y delgados lo llamaban para besarlos. Algo había hecho que el morocho se sintiera atraído hacia Kurt, no sabe si fue el hecho de querer protegerlo, pero estaba seguro que lo quería porque el hecho de que es real, porque amaba la forma en la que sigue de pie y porque era simplemente hermoso. Ése último pensamiento lo hizo empezar a acercar su cara a la del dormido castaño, quería poner sus labios sobre los de el mientras que Kurt estaba dormido, sabía que se estaba aprovechando de la situación pero no podía detenerse. Estaba a unos centímetros de tocar sus labios, cuando la voz del castaño lo dejó helado.


-¿Siempre vigilas a los que te consideran su amigo cuando duermen?.- preguntó Kurt aún con los ojos cerrados removiéndose entre las sábanas, y antes que otra cosa pasara, Blaine volvió a acomodarse lejos de la cara del ojiazul. -Espera... ¿Kurt me ha llamado su amigo?- pensó mientras una sonrisa aparecía en su rostro.


-Lo siento... No sé porque lo hacía... Mmm... Tu me has llamado tu a-amigo...- dijo el morocho sin evitarlo, saber que Kurt se estaba abriendo con él le daba una gran sensación.


-Sí sí, no te pongas a llorar Anderson.- dijo Kurt mientras se sentaba en la cama y se tallaba los ojos. Volteó a ver a Blaine. -No, ya en serio... Ayer me demostraste que eres una gran persona y te lo agradezco, no me había sentido tan ¿ligero? ¿tranquilo?.- el castaño soltó una pequeña risa. -En realidad no puedo describirlo pero me siento bien y es gracias a que me escuchaste. Así que sí... Somos amigos.- dijo Kurt mientras tomaba por un segundo la mano de Blaine y le mostraba una pequeña sonrisa.


Blaine no sabía que decir, estaba anonadado, las palabras de Kurt se sentían tan sinceras... Sabía que habría momentos difíciles para el castaño, habría momentos en los que va querer alejarse pero Blaine estaría con él. No sabía que decirle, sólo atinó a decir lo primero que se ocurrió.


-¿Quieres faltar a clases hoy?.-


Hacer que Kurt faltara a clases junto con él había sido difícil, pero lo logró. Después de casi media hora de rogarle al castaño que se quedará, aceptó. Habían desayunado en el cuarto de Blaine mientras veían una película, por suerte Meredith no dijo nada al saber que su hijo y Kurt no irían a clases. Ya eran las 2 de la tarde, Kurt había salido de la ducha que la mamá del morocho lo obligó a tomar mientras se veía en el espejo de Blaine tratando de peinarse, pero una pequeña y aguda voz se escuchó subiendo las escaleras... -¿Es la voz de una niña?, pensó el castaño mientras dejaba de ver su reflejo y miraba ahora a la puerta. No pasaron más de 20 segundos cuando una pequeña niña de unos 8 años cruzaba la puerta gritando fuertemente el nombre de un tal "Blainey", -Ella debe de ser Amy...- se dijo Kurt mientras sonreía a la niña y tomaba su chamarra para ponérsela rápidamente.


-Hey, tu no eres Blainey... ¡TIA MER! ¡UNA NIÑA ESTA EN EL CUARTO DE BLAINE!- Kurt sólo pudo abrir los ojos ante aquel comentario. -Que raro... Creí que Blaine era gay..- dijo la niña mientras se acercaba más hacia donde se encontraba el castaño.


-Hola... Tu debes de ser Amy, la hermana de Nick y Blaine... ¿Cuántos años tienes, eh?- dijo Kurt mientras levantaba una ceja mirando desafiante a la niña.


-Voy a cumplir 10 en 5 meses. ¿Y tú?- dijo Amy mientras veía a Kurt de la misma manera en la que él la vio.


-Bueno señorita, creo que ya tienes la edad para escuchar cosas así... Mi nombre es Kurt y no soy niña, tengo pene y soy gay.- dijo Kurt mientras regresa su mirada al espejo y volvía a peinarse.


-Ya me caes bien Kurt que no es niña, tiene pene y es gay... Quiero decir que tu actitud es buena, cuando vives con puras niñitas.. dame eso.- dijo la castaña mientras le quitaba el cepillo de las manos a Kurt y se subía a una sillita para comenzaba a peinarlo.- ...te acostumbras a que te traten bien y tu no, tu eres diferente. Listo.- dijo mientras admiraba el lindo peinado de lado que le había hecho al castaño.


Blaine iba caminando por el pasillo cuando escucho dos voces agudas que reían de vez en cuando, se acercó a su cuarto para ver que pasaba y al entrar vio una perfecta imagen, Kurt riéndose junto con Amy de algo que había dicho la niña. -Kurt riéndose...- pensó el morocho.


-¿Hey, que pasa aquí?- dijo Blaine mientras entraba a su cuarto con una sonrisa en su rostro.


-Blaineey, por fin llegas... Te presento a la princesa, pero le puedes decir Kurt.- Blaine volteó a ver a Kurt con los ojos abiertos por el comentario de la pequeña pero el sólo levantó los hombros en señal de que no le importaba.


Nadie pudo decir algo más, porque el celular del castaño empezó a sonar.


-Oh, esperen...- Kurt tomó el celular y contesto. -Hola... ¿Pa-pá?- Kurt se tensó al escuchar a Burt, -Mierda, está borracho...- pensó mientras se quedaba sin aliento.


-¡CARAJO KURT! ¡¿DÓNDE CARAJOS ESTÁS?! ¡TE QUIERO EN ESTE MOMENTO EN LA CASA! ¡QUE MIERDA HACES EN OTRO LUGAR! OJALÁ Y TE HAYAS MUERTO TU EN LUGAR DE TU MADRE, OJALÁ Y JAMÁS TE VUELVA A VER. TE QUIERO EN 10 MINUTOS EN LA CASA MARICA, NO ME HAGAS IR A BUSCARTE PORQUE..- Kurt colgó el celular antes de que su padre lo hiriera de otra manera.


-Lo-lo siento, yo-yo me tengo que ir...-


-Kurt, ¿Por qué lloras?.-


-Lo siento, es que... Adiós y gracias, lo siento en verdad.- Kurt tomó su mochila y salió corriendo. No quería pensar en lo que iba a pasar cuando llegara a su casa, no sabía con que se iba a encontrar, de nuevo lo único que sabía era que tendría cicatrices nuevas en sus muñecas.

In My VeinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora