Capítulo 12: Alianzas y condiciones

131 12 8
                                    

Me encuentro en el sillón del living junto a Keller y Ness, el bebé, el cual lo sostiene mi amigo, mientras le hace caras divertidas. Se nota que sabe tratar con niños, por mi parte creo que no estoy calificado. No he dormido nada ni he logrado que lo hiciera. Suertudo Astro que se va a trabajar y me deja las responsabilidades a mí. Bueno, me lo merezco por hacer esa apuesta.

—¿Y entonces por cuánto tiempo quieres que te lo cuide? —Keller me mira de muy mala manera.

Río nervioso.

—Solo unas horitas, gané la apuesta, así que Alekei tuvo que darme el número de la esposa de Valtec, por lo tanto iré a encontrarme con ella. Será una charla rápida, lo prometo. Es que si dejo solo al bebé con un robot, PlanetFem echará represalias, en cambio sí es una persona, no me pueden decir nada, más tú que eres coordinador.

Bufa.

—Mira, te ayudaré, pero dime la verdad, ¿esa mujer realmente va a encontrarse contigo?

—No, no quiso, aunque rastreé la llamada. —Río nervioso.

Bufa otra vez.

—Me vas a meter en problemas.

—No creo, si te llevas muy bien con ese niño.

Suspira triste y mira al bebé.

—¿Sabes? Vetil puso en contra a mis hijos. Él sigue hablándome de manera amable, pero los niños se han puesto muy distantes. Digo, no es que quería ser madre, pero ya lo soy y me duele. —Acerca al bebé a su pecho para abrazarlo y habla angustiado—. Yo los quiero mucho. —Sus ojos se han humedecido, pero se aguanta el llorar.

Pongo mi mano en su hombro.

—Tus hijos también te aman, es solo que ese hombre no tiene corazón y hace cualquier cosa para manipularte. Debes resistir, tú eres Keller y ellos tendrán que aceptarte, sé que lo harán.

—No con ese monstruo. —Sus lágrimas caen—. Cuando me mira, sabe exactamente qué decir para asustarme. Ese deseo por controlarme, esa obsesión y la manipulación que también le hace a los niños. Pensar que es alguien con superioridad, que puede hacer lo que quiera.

—No es superior y nunca va a serlo —afirmo—. Es un ser despreciable, eso es lo que es, no le des poder sobre ti.

—Es difícil, teniendo en cuenta que le hago caso hace tiempo.

—No importa, ya saliste de ahí, no vas a volver atrás, vas a ser quien eres y punto.

Keller se gira a mirarme y me sonríe.

—Tú eres la voz de mi conciencia y aliento, no sé qué hubiera hecho sin ti. Seguiría en ese infierno, seguiría abnegado de todo y continuando con mi sufrimiento. Te debo la vida, gracias.

Hago una sonrisa también.

—No me agradezcas, vive.

~~~

Dejé a Keller cuidando a mi hijo, eso suena raro. Como sea, cuida al bebé mientras yo estoy buscando la manera de comunicarme con la esposa de Valtec. Sabina habló conmigo por teléfono, pero se negó a verme, aun así conseguí su dirección, este gran edificio. Mi localizador dice que se encuentra en el último piso.

Adoro ser inventor y aunque mis dispositivos me duran para solo una vez, tener tantos me ha generado razones para utilizarlos y obtener buenos resultados. Evito los drones de vigilancia con un repelente creado por mí y subo por los vidrios, enganchado a estos con unos artefactos muy resistentes. El localizador suena cuando escalo en lo más alto, mi pequeño robot miniatura abre la ventana, entonces me adentro en la habitación. Acomodo la coleta alta que me está molestando, luego avanzo en dirección a mi objetivo.

AsunsethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora