Han pasado varias semanas desde lo ocurrido con Astro, no hay señales de nada sobre su paradero, ni si está vivo o muerto. Las esperanzas se extinguen, más y más con el pasar de los días. Sin embargo no he permanecido quieto, no puedo hacerlo. No sería bueno quedarme a esperar noticias, pues tiempo es lo que no tengo. Mi año de prueba y la insistencia de Valtec lo demuestran.
He avanzado con mi revolución, he continuado buscando hombres que han sido obligados a convertirse en mujeres. La verdad es que había bastantes, el tapujo de PlanetFem está saliendo a la luz. Con la influencia de Kaller y Sabina, muchos más se han acercado. El ataque está cerca.
Antes de que todo se revele y dar el gran golpe, debo convencer a Leviatán. No puedo quedarme sin mi mayor fuerza que es Sabina. Si logro hablar con coordinador y que le preste atención a ella, al menos por un tiempo, estaré listo para ganar esta batalla.
Me dirijo a encontrarme en una cita con el coordinador más codiciado de todos los usuarios. Llego a la cafetería, así que ya lo veo con una taza. Me acerco hasta él y me siento a su lado.
—Hola, corazón, qué sorpresa tu llamada. —Sonríe—. Ya daba nuestra relación por perdida. —Pone la mano en su mejilla.
Enarco una ceja
—¿Qué relación? —Muevo la cabeza para reaccionar—. No me marees con tus palabras de hombre fiestero, necesito un favor.
—Dime, soy todo oídos.
—Necesito que solo estés con Sabina, aunque sea tan solo un tiempo.
Alza una ceja.
—Qué extraño pedido —opina.
—Sé que me exigirás algo a cambio, eres del tipo de persona que se salta las reglas, así que hazme este pequeño gran favor y te juro que te conseguiré lo que quieras.
—¿Y qué te hace pensar que tú tienes algo que yo quiero?
—Pídelo y lo intentaré —insisto.
—¿Lo puedo pensar?
—¿Eh?
No esperaba esa respuesta.
Se toma el café y se retira. Luego, en la noche, recibo un mensaje de Leviatán, dándome una respuesta afirmativa, pero que después se lo va a cobrar. Me parece todo muy raro, aunque no dudo, tengo cosas más importantes de las que preocuparme que de la desconfianza en un coordinador.
Más tarde, Keller consigue una audiencia en un pequeño canal, donde todo será revelado. El ataque se siente muy cerca y no tengo a Astro para apoyarme. Si tan solo pudiera saber dónde está y que se encuentra bien. Tengo tantos nervios, necesito de su presencia para sentirme mejor y seguro.
Llega la hora, es de noche y Keller todavía no llega, sin su ayuda no podemos avanzar con el plan.
—Sin la autorización de la señorita Selineth, no será posible grabar —informa uno de los del canal.
¿Dónde estás, Keller? Todos desaparecen a mi alrededor.
—¡Corre, corre! —Se ve como varios en el programa van de un lado para el otro despavoridos.
Uno de mis compañeros usuarios, Mail, antes era Jereth, va a averiguar, entonces se me acerca a darme una mala noticia y lo sé por el gesto terrible que hace.
—Selineth asesinó a Vetil —expresa con la cara más pálida que he visto—. La arrestaron, están dando la primicia ahora. —Señala uno de los televisores flotantes.
Corro hasta allí y lo veo, la reportera cuenta la terrible escena:
—Tras un encuentro sexual fallido, el funcionario conocido como Vetil, fue asesinado por su esposa Selineth, quien se encontraba descontrolada y tomó un cuchillo para decidir hacer justicia por mano propia. Los niños serán enviados a un hogar de menores. Una tragedia para nuestro amado y pacífico HimnoVida.
¿Cómo es posible? Keller jamás haría algo así y las últimas veces que nos vimos se veía bien, para nada desequilibrado, algo no cuadra.
Miro a mis compañeros usuarios que se hallan asustados. Es evidente, lo notaron al igual que yo, fue un contraataque ¿Pero cómo se enteraron? No puede ser, no le dije a nadie y no puedo desconfiar de ellos, están todos aterrorizados.
—¿Dónde está Sabina? —Miro que también falta.
—Si Sabina no está, nos vamos —dice Mail.
—La... la llamaré —aclaro y levanto mi intercomunicador.
"El número que está intentando llamar se encuentra desconectado o fuera de servicio, por favor intente más tarde".
¡¿Qué mierda?!
El teléfono suena, entonces contesto rápido.
—¡¿Sabina?! —digo en alto sin ver el identificador, por culpa de toda mi alteración.
—Mi esposa no está, pero puedes hablar conmigo. —Escucho la voz de Valtec del otro lado de la línea.
—¿Cómo?
—¿Cómo sabía que lo harías? No debiste haber hablado con Leviatán —aclara.
—Yo no le dije nada a Leviatán. —Mis labios tiemblan.
—No, pero él te puso un rastreador, justo como tú detectaste a Sabina la última vez, ¿recuerdas? Y hablando de ella, mi esposa también se fue de viaje, como tu marido.
Trago saliva.
—¿Qué le hiciste?
—La envié a donde pertenece.
—Dijiste que no le harías nada.
—¿Quieres recuperarla? Ven aquí. —Me cuelga.
Miro el diminuto aparato de rastreo en mi comunicador. Maldito Leviatán, traicionero, ni siquiera me di cuenta cuando lo hizo. La jugada me salió mal, hablar con ese coordinador me dio efecto rebote. El plan estaba destruido sin siquiera poder iniciar, era su destino.
Debo ir a rescatar a Sabina, la necesito.
¡Qué explosivo este capítulo!
¡Todo junto, todo mal! 😭
¡¿Llegará Elier a rescatar a Sabina y lograr hacer su revolución?!
Lo averiguaremos ❤️
Atte: Vivi.
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Asunseth
Ficção Científica"Este es un llamado al joven Elier, para invitarlo a que se reúna con nuestros científicos y puedan charlar sobre nuestra selección para su cambio de sexo. La convocatoria remunera a todo aquel con una gran suma de dinero y la búsqueda de un compañe...