✘𝙀𝙦𝙪𝙞𝙫𝙤𝙘𝙖𝙙𝙤𝙨✘

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Me subí en unas de las esquinas del mueble para colocar el ultimo adorno navideño de toda la casa, tuve cuidado al bajar, dado que, no muy lejos de mi estaba el árbol ya equipado con sus múltiples luces de colores, sonreí sintiéndome de buen humor y me dirigí a la cocina donde ya estaba mi abuela preparando las galletas de manzana que tanto me gustaban.

— ¿No repartirás las galletas a los vecinas verdad? — pregunte caminando alrededor de ella mirándola interrogante.

Ella rio negando — No lo hare, por esta vez todas serán para ti.

Contento con su respuesta deje que terminara de prepararlas y avise que iría a mi habitación, subiendo las escaleras, detuve en un retrato de los tantos que habían alrededor de la pared.

sonreí con nostalgia al ver a mis abuelos a lado, recuerdo que era mi primer día de clases en la universidad de Seúl, mi nariz estaba roja al igual que mi cabello por el tinte que utilizaba en ese entonces, pero el brillo en mis ojos era de alguien que tenía expectativas por el nuevo mundo al que se abría.

Era tan ingenuo y torpe en esa época.

Pero por suerte mis abuelos estaban para respaldarme y darme mil consejos de la vida en la cuidad, y les debía tanto a ellos, por hacerse cargo de mi cuando mis padres murieron.

tenía solo seis años, cuando sucedió, ambos eran periodistas y tenían que viajar a las fronteras del país, donde se había desatado una disputa recientemente, pero en el transcurso del viaje, el avión donde iban tuvo un fallo mecánico y luego se dio la noticia que todos sus tripulantes habían muerto tras caer.

No recuerdo mucho de esa época, solo que sabía que a partir de ahora viviría con mis abuelos.

quienes dieron todo para que creciera en un ambiente seguro y cálido, no puedo decir, que alguna vez estuve insatisfecho de vivir con ellos, porque nunca me falto su cariño.

por eso cuando terminé con Sunghoon, no pude aparecer de nuevo en casa, porque creía que no era justo que recibieran a mi yo más apagado, cuando siempre fui un foco de energía alrededor de ellos.

A causa de eso estuve armándome de valor todo este tiempo, para volver de nuevo y pasar las fiestas juntos.

Abrí la puerta de mi habitación y el olor a libros me recibió, aparte las cajas que había en el camino y abrí las cortinas de mi ventana para ver el blanco paisaje que la nieve me daba.

Me acosté en mi cama boca arriba y miré las estrellas en la pared que antes había dibujado. Alcé mi mano y recorrí la forma de cada de ellas con mis dedos.

Buscaba la forma de entretenerme para que el silencio no me hiciera llevar, mis pensamientos hacia Sunghoon, pero, aunque lo evitará solo no funcionaba.

Jamás funcionaba.

Y ahora menos, después de ver esa entrevista en aquel programa de televisión, todo lo que dijo me dejó con muchas preguntas, que nadie más que él podría contestar.

Pero sólo pensar en volver a verlo, me hacía estremecer, solté un suspiro y coloqué una almohada en mi rostro ocultándome.

No sabía qué hacer.

La puerta de mi habitación se abrió y de ella apareció mi abuela, había cierta expresión en ella, que era reconocible para mí.

Venia por preguntas y respuestas.

Se sentó en la orilla de la cama y me miro mientras soltaba un suspiro — la verdad no quería enfrentarla tan pronto, pero conociéndolo no si iría, sin antes descubrir que era lo que me pasaba.

Mí Amor y Tú Corazón ᠶ Sunsun ᠶDonde viven las historias. Descúbrelo ahora