My Name is on the Fireplace (L.S.)

Capítulo 7.

Después de acomodar su ropa en el cuarto libre, Harry se puso a cocinar. Louis había llamado y le había dicho que no estaría en casa antes de las cinco, entonces le había explicado a Harry donde estaba la llave de repuesto escondida y lo animó a ir y sentirse como en su casa. Lo divertido es que ya se sentía como en casa.

Encontrando la pequeña parrilla de interior, puso los perritos calientes para que se cocinasen mientras calentaba el chile. Disfraces, siguió pensando en el maldito disfraz con el que él tendría que ir para la fiesta de Halloween. Joder, no había ido a una fiesta en casi nueve años.

Vale, había estado en barbacoas, pero en una verdadera fiesta, no. Estaba seguro que habría algunos pervertidos por allí. Eran amigos de Gemma al fin y al cabo. Harry se preguntó lo que opinaría Louis sobre ello.

Oyendo abrirse la puerta principal, abrió la nevera y sacó una cerveza cuando oyó Louis quitarse su abrigo de invierno.

-Estoy en la cocina -gritó.

-Espérame allí, tengo mis vaqueros mojados por salir a través de un montón de nieve. Voy a ponerme algo más cómodo.

Sólo el pensar en el delgado cuerpo de Louis en algo con acceso más fácil, hizo que la polla de Harry se engrosara. Soltando el botón en sus vaqueros, removió el chile y esperó.

No pasó mucho antes de oír al ojiazul entrando en la cocina. Él se giró y se apoyó contra el mostrador, dándole la cerveza.

- ¿Cómo han ido las pruebas?

Louis sonrió y abrió su brazo.

-Parezco a un alfiletero humano, pero merece la pena. -Sus ojos se centraron en los vaqueros de Harry-. Me quedé y esperé los resultados de la prueba de VIH.

Abriendo sus brazos, Harry lo reclamó.

- ¿Qué te han dicho? -preguntó pasando su mano a través de la tensa tela de los pantalones de Louis.

-Que estoy oficialmente limpio. Los demás análisis de sangre llevarán un tiempo y creo que mi colesterol podría estar un poco alto.

Bajando los pantalones de Louis debajo de sus pelotas, él lo besó.

-Sí, tendremos que trabajar en tu dieta -gimió cuando agarró el culo de Louis y lo apretó contra su propia erección. Cerrando sus labios sobre los del ojiazul, le dio al atractivo hombre un erótico tratamiento de lengua-. Te deseo -gruñó sacando la camisa de Louis por su cabeza.

Con su cabeza inclinada, Louis comenzó a reírse cuando el detector de humo comenzó a pitar. Harry miró y vio a Louis alcanzar la parrilla.

-Ten cuidado, nene -instruyó Harry. Retrocedió para que Louis tuviera más espacio para trabajar.

Louis sostuvo uno de los perritos calientes quemados.

-Creo que deberíamos poner algunos nuevos y esta vez, los atenderé. Hay mucho tiempo después de cenar para lo que estoy pensando.

Colocándose detrás de él, rozó su polla cubierta por el vaquero contra el desnudo culo de Louis.

- ¿En serio?

-Sí, realmente. Sé que una vez que comience a tocarte podría continuar durante horas y no he comido nada desde anoche.

Suspirando, frotó los abdominales bien marcados de Louis.

-Mi pobre bebé, lo he olvidado completamente. -Sus manos subieron, pellizcando los pezones de Louis mientras le lamía su cuello-. Te he echado de menos hoy.

Louis dio vuelta a los perritos calientes y descansó su cabeza contra el pecho de Harry.

-Te dejaré cuidar bien de mí mientras descansamos delante de la TV.