Capítulo 1.

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Park Jimin era un pequeño y mimado adolecente de diecisiete años, que provenía de una familia con excelente estatus social y de renombre.

Disfrutaba de los placeres que la vida le había otorgado al nacer en cuna de oro. Gozaba de la nula responsabilidad que poseía y simplemente se divertía sin medir las consecuencias, para cuando fuera el momento, ir y alcanzar sus sueños.

—Mimi, ¿ya está o aún no?

La puerta de baño se abrió, y un pequeño rubio con mejillas febriles y ojos húmedos salió, cargando entre sus diminutas manos un delgado test de embarazo.

—Tae... —Jimin musitó bajito, sorbiendo su enrojecida nariz.

Kim Taehyung era su mejor amigo desde que tenía memoria. Era su confidente, el que siempre estaba ahí; en las buenas y las malas.

—¿Entonces? A ver, dámelo —le arrebató la prueba de embarazo cuando Jimin se sumergió en débiles sollozos, sabiendo ya el resultado, pero aun así necesitaba comprobarlo— Mierda...

—¿Qué voy a hacer ahora, Tae? —Taehyung se acercó y lo abrazó, acurrucándolo contra su pecho— N-no quiero... yo no lo quiero...

—Te quedarás aquí esta noche, ¿vale? —Jimin asintió con ligeros movimientos de cabeza— No puedes llegar a casa en este estado o tus padres definitivamente se darán cuenta de que algo malo pasa.

La lujosa mansión de los Kim solía ser habitada mayormente por él y los trabajadores domésticos, ya que sus padres eran adictos al trabajo y solían viajar demasiado.

—Mamá va a matarme...

La noticia lo tenía aterrorizado. Y su temor principal no era el embarazo no deseado, sino su estricta madre.

Sabía muy bien que si su madre Jiyu se enteraba, no dudaría en correrlo de la casa, sin importarle que estuviera embarazado y fuera su único hijo.

—Mimi, yo sé de un lugar donde te dan una pastilla, pero no sé qué tan confiable sea —Taehyung alejó a Jimin de sus brazos para secarle el rostro y guiarlo a la cama. Estaban aún parados fuera de su baño privado— Solo hay que pagar cierta cantidad de dinero...

—¿Puedo ir sin importar que sea menor de edad?

—Uhm... sí, por eso no sé qué tan confiable sea. Es una clínica de abortos clandestina.

—Iré.

—¿Le dirás a Jungkook? Después de todo, él vendría siendo el papá y tiene derecho a sabe...

—Lo llamaré —Jimin lo interrumpió— Pero para que me ayude a pagar la mitad de lo que me salga todo.

—¿Crees que lo haga?

Jimin miró a su amigo y suspiró cansado.

—No.

Sabía perfectamente que aunque le pidiera menos de la mitad del dinero, Jungkook no tendría nada para darle. Porque Jeon Jungkook no era algún heredero de una familia adinerada ni de renombre, era todo lo contrario.

Era el simple hijo de una mujer soltera que se explotaba al trabajar dobles turnos para poder llevar alimento a su humilde hogar.

—Yo tengo un poco guardado en la tarjeta que papá me dio, puedo ayudarte.

Jimin sonrió melancólico, volviendo a refugiarse en los brazos de su amigo.

—El dinero no es problema. Lo tengo, no te preocupes.

—Vale.

—Pero igual llamaré a Jungkook.


Bad at love 🖤 KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora