Bad at love 🖤 KM.

Capítulo 30.

La boda de entre Park y Lee fue todo un espectáculo. La prensa estuvo presente, junto a un montón de gente que los ahora señores Lee, no conocían.

—No sé si felicitarte o no —Yoongi le dijo bajito, solo para que él escuchara.

Jimin giró su rostro para mirarle, viendo que andaba de la mano con su ahora prometida.

—Claro que sí, no es como que esté sufriendo —le regaló una encantadora sonrisa.

—Felicidades, pequeño —Hoseok lo abrazó— Espero que... seas feliz estando solo en Moscú —ambos rieron.

Ellos sabían que todo era falso. Jimin volvería a Moscú y Taemin se quedaría en Corea, un matrimonio de apariencia, nada más que eso.

—¡Te ves precioso, Mimi! —su amigo lo abrazó y besó su mejilla— No te vayas a Moscú —le pidió mientras le hacía un puchero—Te extrañaré tanto...

—Sabes que soy débil ante esos pucheros —ambos sonrieron— Pero estoy tan bien allá, los ensayos son increíbles y ya no pienso... ya no pienso tanto en él... —lo último sonó casi en un susurro. Antes que Taehyung pudiera decir algo, el padre de Jimin apareció.

—Hijo —habló el padre de Jimin— Realmente no entiendo porque te casaste con ese muchacho, pero solo espero que te haga feliz —el padre de Jimin era ajeno a toda verdad pero no por inocente, simplemente prefería no meterse en lo que su esposa hacía.

—Lo hará papá —le aseguró, acurrucándose en los brazos de su padre.

—Sabes que si te hace algo, debes decirme, ¿Verdad? —lo miró serio.

—Claro, pero dudo que haga algo estando yo allá y él acá.

La fiesta duró hasta el otro día pero los novios se retiraron antes para comenzar su luna de miel, cosa que realmente no pasaría, Jimin volvería a Moscú y Taemin iría con él por una semana para fingir y realmente quería descansar de sus padres.

Antes de irse se despidieron de todos, Taehyung y los chicos prometieron ir a la presentación en diciembre de Jimin y quedarse allá una semana para pasar así tiempo todos juntos y disfrutar, conocer y simplemente ponerse al día en lo que más pudieran. Taehyung había quedado a cargo de la venta de la academia que Jimin había remodelado ya que no tenía intenciones de volver, no hasta que pasaran los dos jodidos años que estaría casado con Taemin.

***

Los días, las semanas y los meses pasaron demasiado rápido. Demasiado para Jungkook.

—¿Cariño? ¿Jie? —Jungkook le habló, mientras tomaba su fría mano— ¿Cariño? —volvió a preguntar.

—¿Mmm? —abrió lentamente los ojos, estaba completamente diferente a la hermosa chica saludable que fue en algún momento— Jun...

—Jinnie y Nam ya están aquí —ella solo sonrió débilmente— Y la pequeña Sun también vino a verte, cariño.

Jieun había estado hospitalizada, nunca mejoró y nunca lo iba hacer. Ella misma pidió ir a casa y esperar su fin junto a su esposo, en su cómoda cama y junto a sus mejores amigos.

—Hola, cariño —le saludó Seokjin— ¿Te sientes bien hoy? —ella asintió levemente con la cabeza— Traje a nuestra princesa para que la veas, está re gordita.

—Ji... —Namjoon se acercó y besó su frente— Te traje pastel, del que te gusta —le sonrió y ella se puso aún más feliz.

Jieun no hablaba mucho, se agitaba y estaba completamente agotada la mayor parte del tiempo, su respiración estaba inestable y todos sus órganos estaban dejando de funcionar rápidamente.

Una noche, Jieun no quiso recibir los cuidados de su enfermera personal que tenía, una que la cuidaba todas las noches, que estaba ahí desde que ella volvió de la clínica.

Jungkook apareció en la habitación de ellos con pijama y mandó a la chica a descansar, si necesitaban algo la llamaría. La enfermera tenía una habitación para ella y estaba al lado del cuarto principal.

—Jungkookie... —apenas y se le escuchaba cuando hablaba—Jung...

—Dime, cariño —le sonrió y besó su mejilla— ¿Necesitas algo? ¿Te sientes mal? —ella negó con la cabeza.

—Te... creo... creo que te amo... —logró decir luego de un rato. Ellos nunca tuvieron intimidad, porque el cariño se tenían, se lo demostraron de todas las formas, pero menos teniendo relaciones sexuales. Simplemente no quisieron llegar a ese nivel— Te... amo...

Jungkook no pudo contener ese nudo en la garganta que se le estaba formando, un dolor de estómago lo invadió y sus ojos se cristalizaron.

—Dios, no hagas esto —se sentó en la orilla de la cama y la abrazó con cuidado— No estoy preparado, no aun...

—Estoy... cansada... —dijo mientras lágrimas caían por sus pálidas y huesudas mejillas.

—Eres increíble, desearía haberte conocido antes y haberte entregado a ti mi corazón, haberte amado como alguna vez amé —y no aguanto más, un sollozo se escuchó salir de sus labios que fueron acompañados de lágrimas.

—Gra-Gracias... por todo, Ju-Jungkookie... —dijo entre lágrimas mientras se aferraba a los brazos de su esposo.

—Desearía que no me dejaras, Ji. Desearía que te sanaras y te quedaras aquí. Te quiero, yo... —la miró y besó sus mejillas.

Esa noche, Jieun dejó de respirar.