¡Voy a morir!

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-Ven vamos.- me dice y intento no pensar en lo que ha pasado. Así que voy con él, no sé por qué pero voy. De repente me coge de la mano y yo al ver el gesto me quedo en blanco, él me mira y le sonrió. Estamos caminando por las calles de Galicia, echaba de menos ir caminando a su lado. Estamos tan bien ahora, incluso estamos mejor que cuando salíamos. Empieza hacer frío y estamos sin chaqueta, saca una manta de alguna parte y nos tapa, ahora estamos más pegados y me gusta. La sonrisa que llevo es más grande que la de un crío con su helado. Quiero preguntarle porque no éramos así cuando estábamos juntos pero tengo miedo a cagarla así que decido callarme, no quiero arruinar este momento. Estamos hablando de cosas sin sentido y no puedo parar de reírme.
Recibo una llamada de Ángel y me dice que tengo que explicar por qué estoy con Alex ya que todos nos han visto, le digo que vale y me río. Al colgar Alex me mira de una manera que no sé explicar pero me gusta. Va a decir algo pero abro los ojos y vuelvo a cerrarlos y ahí sigue Alex.

-Disculpa.- me dice el chico de a lado y me da golpecitos en el brazo. Yo me despierto de inmediato y me doy cuenta que ha sido solo un sueño. -Tienes que abrocharte el cinturón que vamos aterrizar.- me dice y le doy las gracias. El avión empieza a bajar así que cierro los ojos y aprieto los puños, odio los aviones. -¿Estás bien?- me pregunta el chico tocándome el brazo gesto que hace que me relaje.

-Si.- digo y por su cara espera que diga algo más. -Es solo que me dan miedo los aviones.- le digo y el sonríe. Tiene una sonrisa preciosa, a igual que unos ojos y una voz que... Uff

-No pasa nada, ahora son más seguro antes. Además que aquí tienes mi brazo por si quieres agarrarte.- dice y no puedo evitar reírme.

-Gracias por la oferta. Por cierto soy Sofía.- le digo tratando de ser amigable. Tendría un haberlo hecho cuando me subí al avión no ahora pero como me quede dormida nada más al sentarme...

-Yo soy Gabriel.- me dice y le soy la mano. He de decir que es bastante guapo y simpático. -Sino te hubieras dormido croe que nos hubieras pasado todo el vuelo hablando.- me dice y le doy la razón.

-Estaba cansada.- me excuso pero es verdad. De repente el comandante o quien sea dice que hay problemas de aterrizaje por el clima y el avión empieza a subir otra vez y hay turbulencias -¡Voy a morir! ¡Esto se va a caer!...- empiezo a decir casi chillando y temblando. Soy consciente que la gente estará pensando que estoy loca pero como estoy a la venta nadie me veo y lo agradezco. Gabriel intenta calmarme con una palmadita y como si eso funcionara.

-Eh, eh que no pasa nada.- sigue intentándolo

-¡¿Voy a morir, bueno vamos a morir, seremos comida para los tiburones y me dices je me calme?!.- digo dramáticamente, sé que estoy siendo dramática pero VOY A MORIR VIRGEN Y SIN HABER TENIDO UNA FAMILIA.

-¿Eres virgen?.- me pregunta y seguramente esté más que roja. ¿Por qué tengo que pensar en voz alta? -Creo que cuando estas muy nerviosa, como ahora, hablas en voz alta porque continuas haciendolo.- me dice como sino supiera que estoy nerviosa.

-Pues pensaré en voz alta.- le digo y tengo a una niña pequeña rubia con ojos marrones mirándome, lleva 10min así, sus padres no le han dicho nada y yo le sonrió. Ella no me devuelve la sonrisa y se da la vuelta. Perfecto, he asustado a la niña.

-¿Eres virgen? Porque si es así y no quieres morir virgen como dices, si quieres vamos al baño y arreglamos eso y lo de tener una familia lo veo un poco más complicado.- me dice el muy engreído.

-Si lo soy, ¿algún problema?- digo evitando su comentario.

-No, ninguno pero me pareció extraño porque creía que tenias novio ya que mientras dormías decías Alex y sonreías así que supuse que era tu novio.-me dice y joder lo que me faltaba.

-Tú lo has dicho era mi novio, pasado.- le digo molesta.

-Le echas de menos.-

-No le echo de menos.- le digo y cruzo los brazos.

-No hice una pregunta, lo estaba afirmando.- me dice y sonríe. -Por cierto ya hemos aterrizado. De nada.- concluye. No me he enterado cuando hemos aterrizado y me he olvidado completamente de que se suponía que íbamos a morir. -Creo que me tienes que dar las gracias por distraerte.- continua y le fulmino con la mirada. Se levanta y coge su maleta y la mía también porque le he dicho como era. Que caballero aunque creído. -Tengo prisa que sino te llevaría hasta tú casa, toma mi tarjeta.- me dice cuando estamos afuera del aeropuerto, me da una tarjeta con su nombre y su número, es de una empresa. Pido un taxi y a casa.

El viaje se me ha hecho corto y vergonzoso. Esto solo me pasa a mi. La despida con mis amigos ha sido fácil comparando con la primera vez. Rubén ha quedado en ayudarme a averiguar lo de Alex y Bea, cosa que le agradezco muchísimo porque realmente quiero saber porque se han tomado tantas molestias para hacerme daño. Una parte de mi me hace quiere creer que todo esto es por culpa de Bea y Alex solo la ha ayudado pero aquí el que más daño me ha hecho ha sido él.

Cuando llego a casa me encuentro a mi madre con un hombre que no sé ni idea de quien es y a su lado está ¡¿Adrian?! Vale si, definitivamente es Adrian.

-Querida ya estás aquí.- me dice mi madre y me abraza. -Mira quien a venido a visitarnos.- me dice como si no les hubiera visto ya. Les saludo con dos besos. Esto me ha pillado totalmente desproveída, no me espera que Adrian viniera.

-¿Que te trae por aquí?- le pregunto para tener conversación. No ha cambiado nada físicamente el resto ya no lo sé.

-Tú.- me dice y ríe. Vale quizás ahora sea algo más lanzado pero me gusta.

-Enserio, ¿por qué estás aquí?.- le digo.

-Por ti.- me dice y le doy una mirada asesina. -Y también por mi padre por supuesto.- me dice y reímos. -Ha venido aquí por unos papeles y he querido aprovechar para verle antes de que regrese a Francia.- me dice con tristeza. Se nota que lo quiere a su padre. ¿Yo hablaría así d e mi madre si ella se va? A ver si la quiero y tal pero no sé...

La cena ya está lista así que nos sentamos a comer, me fijo en que en los ojos de mi madre se le iluminan cuando habla con el padre de Adrian. YO NO QUIERO COMO HERMANO A ADRIAN. Adrian nos cuenta cómo le esta yendo en Estados Unidos y dice que le gusta la gente de allá que es muy agradable. Hago un comentario un poco fuera de lugar porque le digo claro eso especialmente con las chicas, y todos se callan. Llevas un día Sofía que es para que te haya tragado ya la tierra.

No hay marcha atras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora