Cap 9

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Ya en la habitación de Gakushuu, los dos sentados en la cama del rubio fresa, cada uno con un plato lleno de helado, con sus respectivas cucharas, con la tarrina en medio de los dos con la tercera cuchara, Gakushuu empezó a hablar.

—Soy un omega—dijo Gakushuu sabiendo que el contrario ya se lo imaginaba —ya se lo he dicho a mi padre y... no se lo ha tomado a mal. Ren, aunque sea un omega, no quiero ser uno débil, quiero alcanzar mis objetivos y mis metas sin que mi casta sea un obstáculo, ya que es algo que va a formar parte de mí el resto de mi vida. No quiero que ser omega me ate a una vida que no quiero; mi padre me va ha ayudar a eso y me gustaría que tú también estés presente y que me ayudes.

—Por supuesto, me alegro que las cosas hayan resultado bien, nunca dudes en mi Shuu, eres como mi hermano pequeño.

—Gracias Ren, y como hermano mayor que eres me dejarás elegir peli ¿verdad?

—No.

...

Gakushuu hizo un puchero con los labios.

—¿Por qué?

—Me toca a mí.

—Pero yo la he pasado muy mal hoy.

—¿La elegimos juntos?

—La elegimos juntos-- coincidió Gakushuu orgulloso de si mismo.

Un rato después.

—¿Me puedes decir por qué estamos viendo un k-drama?

—No se, me lo recomendó Netflix— respondió Gakushuu. Normalmente solían ver anime, algún drama policíaco, un romance, una película de acción —de la roca normalmente—alguna que otra peli random de Will Smith o algún otro actor famosos, pero nunca un K-drama. El que estaba viendo en es momento de llamaba love alarm y no es que les estuviera gustando mucho.

—No es por ofender, pero la chica es la que comete la mayoría de errores, tal vez si no estuviera siempre mintiendo. Es estresante.

—Ya.

—Mira ya se está terminado.

—Sí...

...

—¡¡¡¿¿¿Se queda con el otro, pero es tonta o qué???!!!

—Que asco, si lo hubiera sabido desde un principio no la hubiéramos visto.

—¿Vemos otro K-drama?

—¿Para qué?

—Para comprobar si todos terminan de esta manera tan decepcionante.

...

—Vale.

Otro rato después

—Este me esta gustado.

—Ha sido todo muy cute.

—Sí.

Un amor precioso, el título no nos engañaba. ¿Vemos el siguiente capítulo?

—Va.

A la mañana siguiente Gakushuu se despertó por el sonido de la alarma. Paso la mirada por la habitación para ver en qué situación estaba. Ren estaba durmiendo con una almohada en el suelo. La tarrina de helado estaba a dos metros de su cama —probadamente le haya metido una patada y él dormido—, los platos de helado y las cucharas estaba en la mesilla de noche y la alarma seguía sonando aunque hoy no tuvieran instituto.

—Ren~ apaga la alarma, porfa~.

—La tienes tú más cerca.

—Te lo supli-

Gakushuu dejó de decir lo que estaba diciendo cuando un olor a chocolate inundó sus fosas nasales. La esencia de Ren.

—Gakushuu— Lo llamó Ren, —se nota demasiado que eres omega, y por cierto, hueles a cítricos.

Gakushuu no sabía que sentir. Su padre le dijo que al principio tendría que ocultarlo, pero si se nota tanto ¿Cómo lo haría?

Antes de que Gakushuu pudiera pensarlo más a fondo la puerta fue abierta por Gakuho.

—Buenos días Asano, Sakakibara.

—Buenos días director Asano-- dijeron los dos adolescentes al unísono.

—Ya se que es vuestro primer día oficial perteneciendo a las castas, pero me gustaría que Gakushuu empezara a entrenarse desde ahora. Mientras antes mejor.

—Vale. Estaremos en su despacho cuando hayamos terminado de prepararnos—dijo Gakushuu.

—Me parece perfecto— dijo el director para después salir de la habitación cerrando la puerta detrás de si.

—Buenos días mundo— dijo el castaño para empezar a preparase.

Recogieron todo el desastre de la habitación, desayunaron cada uno un sándwich de Nutella, se cepillaron los dientes, hicieron sus necesidades, se vistieron con unos vaqueros-gakushuu negros y Ren azules —y Gakushuu con una camisa azul cielo y Ren con una camiseta verde para después dirigirse al despacho —oficina— del director —uno que tenía en su casa—.

Cuando entraron parecía que nada de lo que pasó el día anterior fue verdad, el ambiente volvía a ser el mismo ambiente tenso y pesado de siempre poniendo a los dos amigos nerviosos, al rubio fresa más que al castaño.

—¿Empezamos?— preguntó el director desde su asiento detrás de su escritorio.

Gakushuu trago saliva antes de asentir. Allí en ese momento empezaba de verdad su vida como omega.

Que mi especie sea débil no me obliga a mi a serlo (Karushuu omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora