Cap 12

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El fin de semana fue igual que los días anteriores para Gakushuu, obviamente el rubio fresa no pensaba saltarse el instituto el resto de su vida, así que el lunes se despertó muy temprano, desayunó, se cepilló sus dientes, se duchó, se vistió, no se peinó—como siempre—, preparó su mochila, aunque no fue muy difícil ya que justo había faltado una semana y tenía que meter los mismo libro que había apartado el lunes anterior, bajó, salió de su casa y empezó a dirigirse al instituto. Lo único que no pudo "solucionar" para que nadie dijera nada de su imagen correcta fueron sus ojeras, pero ya le daba igual. Nadie iba a decir nada.

La mañana siguiente fue normal, llegó al hora del patio y se dirigió al baño para tomarse más supresores ya que estaba desapareciendo el efecto de los otros. Nadie le había dicho nada acerca de su "desaparición" y ojeras como previsto así que todo fue bien.

De camino al baño, como la última vez estaba Karma comprando sus batidos de fresa. Esta vez Gakushuu decidió simplemente ignorarlo, no le iba a regañar, además, Ren no estaba con él en ese momento para salvarlo pero si se metía en aprietos. 

Cuando paso por al lado del pelirrojo este con un movimiento rápido se colocó delante de él.

—¿Ahora me ignoras Asano?¿Estas dos semana que has faltado y esa ojeras son porque has estado pensando en lo que te dije?¿por fin te has dado cuenta de que soy superior a ti?— dijo Karma en tono de burla, lo que no sabía es que tenía razón y que le había dado Asano donde duele.

Sí, pensó Gakushuu, pero obviamente no lo iba  a decir en voz alta, tenía orgullo, inconscientemente bajo la cabeza y cuando la volvía subir a los dos segundo al haberse dado cuenta de lo que había hecho su mirado chocó con la del pelirrojo, que ya no lo miraba con una cara burlona ni con una sádica, sino con una seria, más seria d ello normal.

—¿Tengo monos en la cara o algo?— dijo Gakushuu para después pasar por al lado de Akabane siguiendo con su camino haciendo que este se sorprenda. El olor a cítricos de la semana pasada había aparecido otra vez y se había intensificado cuando el rubio fresa le había pasado por al lado.

No me contestó, bajo la cabeza, y olía a cítricos las dos veces que me he encontrado con él desde el test de omegaverse, un olor que le pega muy bien, pero que grita OMEGA. Pensó Karma uniendo los pocos puntos que tenía; se le pasó por la cabeza la idea de que Shuu trajera cítricos para merendar desde el día del test, pero era muy estúpida, y Akabane no era estúpido. Decidió simplemente ignorar el tema, no se iba a meter a menos que hiciera falta. No soy alguien desesperado por el cotilleo como personas que conozco, paso de meter las narices, pensó Karma para continuar con su rutina de siempre y volver a la clase E.

Gakushuu ya había llegado al baño, se tomó sus supresores y se miró al espejo, nadie usaba esos baños así que se tomó al libertad de pegarle un puñetazo al cristal y romperlo, vio como sus nudillos sangraban, pero no lloró; ya le daba igual.

Terminó el día y Gakushuu volvió a su casa, fue a su habitación e hizo su rutina de siempre. Cuando terminó los deberes se recostó en su cama y no se movió, no quería estudiar, no quería hacer nada; dormir era lo única buena opción que veía.

Cuando estaba apunto de caer en las manos de Morfeo su padre tocó la puerta.

—Asano, ¿Puedo pasar?— dijo su padre.

—Sí.— dijo Gakushuu sin levantarse de la cama.

Su padre pasó y se sentó en la silla de su escritorio al lado de su cama.

—¿No quieres entrenar hoy?— preguntó Gakuho.

—¿Para qué?— dijo Gakushuu.

—Para hacerte un omega capaz— Gakuho.

—Capaz—dijo Gakushuu con tono de burla—el otro día cuando me gritaste me di cuenta que siempre, por mijo que me esfuerzo quedará alguien, un/a alfa que me supere que me pueda aplastar, y cuando aplaste no me dejare en un segundo puesto como ha hecho Akabane, sino que me quitará todo por lo que  me he esforzado, y quien dice que no vaya a ser el mismo Akabane— dijo Gakushuu.

—Gakushuu— dijo Gakusuu llamando la atención de su hijo de manera inmediata— es diferente ser una persona capaz y ser la persona más poderosa. Míralo así;

>>Yumma Isogai de la clase E, es una persona muy capaz, es un líder innato, una persona respetada y muy querida, pero a la hora de la verdad no tiene poder alguno, pero puede sobrevivir a la perfección y hacerse notar sin ser lo más perfecto del mundo.

>>Nagisa Shiota, no es muy capaz, es un chico normal, pero tiene mucho poder y sabe como usarlo. Y luego hay casos especiales como Karma Akabane, una persona muy capaz y al mismo tiempo muy poderosa, sabe como usar todas cuchillas y mejora cada vez más.

>>No te estoy obligando a volver a entrenar, a continuar, pero tampoco quiero que en un futuro te arrepientas, no creo que Akabane te pegue si tú no le molestas— dijo el director Asano para luego salir de la habitación de su hijo dejándolo pensando otra vez. Gakushuu pegó un grito el cual fue apaciguado por su almohada. Todo esto era un lío.

Una explicación breve de lo que estaba pasando desde el punto de vista de Gakushuu, era que él, Gakushuu Asano, el hijo del director administrativo del Kunugigaoka, Gakuho Asano, el presidente del consejo estudiantil del Kunugigaoka, un ser que se podía considerar perfecto si no fuera por ciertos defectos, era un omega.

No era algo inútil, pero si débil y despreciado, y considerado lo que no era. Le surgieron ciertas inseguridades, pero ignoro algunas, otras fueron resueltas por si solas y otras las resolvió él con ayuda de Ren.

Después decido hacerse un omega capaz y cambiar todos los estereotipos, demostrar que no era algo inservible y que aunque si fuerza física le fallara seguiría tendiendo un poco y su inteligencia le ayudaría a llegar lejos sin se aplastado fácilmente; empezó a entrenar.

Todo bien hasta que su padre le demostró la verdadera distancia que había entre un omega y un alfa, además de recordarle las palabras de su rival y dándole la razón, algo que le dolía y sentía que le quitaba parte de su orgullo.

Y por último su padre le dice que no tiene que ser el más poderoso, sino que simplemente tenía que ser capaz como él quería desde un principio, algo que esta bien y le convenía, pero ahora que se lo pensaba mejor, eso también es una gran pérdida para su persona.

Tanto esfuerzo durante toda su vida para ahora solo ser una persona a penas notoria. No solo lo iban a aplastar los alfas sino su propio subgénero.

No quería ser lo más débil del mundo solo porque perdería algunas cosas... Era muy simple y lo estaba continuando, iba seguir con el entrenamiento, estaba decidido.

—¡¡¡Papaaaaaaa!!!— gritó Gakushuu, una palabra que pensó que no volvería a repetir nunca, mientras salía corriendo de su habitación y se dirigía a la sala.

—¿Y?—  le preguntó el Asano mayor a su hijo levantando una ceja.

—¿Qué tocaba hoy?— dijo el rubio fresa con una sonrisa segura y mucho más animado que al principio, muchas dudas para una estupidez.

Que mi especie sea débil no me obliga a mi a serlo (Karushuu omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora