Cap 7

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El despacho de su padre siempre había sido un sitio frío que intimida mucho, al igual que su dueño; ese día más que cualquier otro Gakushuu sintió que el peso en sus hombros se había multiplicado y que se iba derrumbar delante del director en cualquier segundo, todo rastro de valentía había desaparecido.

—Buenas tardes Asano—Lo saludó.

—Buenas tardes director Asano— le devolvió el saludo Gakushuu.

—Me imagino que ya habrás visto tus resultados; ahora me gustaría verlos yo— dijo Gakuho haciendo que Gakushuu se dirigiera hacia él y le diera el sobre con los resultados del test para después alejarse tres pasos de la mesa —escritorio—.

Gakuho abrió el sobre lentamente, haciendo que cada segundo que pasara se le hiciera un milenio a su hijo, un milenio en el que le gustaría no haber existido.

El mayor de los Asano abrió el sobre y lo leyó todo de arriba a abajo. Si ya su padre lo intimidaba de esa manera no quería saber cómo sería a partir de mañana cuando pudiera percibir su esencia. No quería saberlo.

El castaño levantó la mirada y miró a su primogénito.

—¿Omega?

La manera en la que lo había dicho hizo que Gakushuu se sintiera aún peor; sentía que se estaba hundiendo en un vaso de agua y que cada vez que superaba una ola venía otra más grande que hacía que se hundiera aún más; sentía que nada iba a mejorar, que las cosas iban a empeorar y que no podría salir nunca de la miseria en la que se estaba metiendo por culpa de su casta. ¿Por qué tenía su padre que decir su casta con tanto desprecio?

Gakushuu no cambió su expresión, siguió mirando a su progenitor con una expresión neutra.

—Te imaginarás como me siento al respecto de esto... no te echo la culpa, al fin y al cabo tú no la puedes elegir, —a tu casta— ni competir por ella, ni ganarla, pero esto solo demuestra que por mucho que te esfuerces la perfección no va a estar a tu alcance.

El silencio se había vuelto más pesado, las ganas de llorar y abrazar a su padre por muy crueles que estaban siendo sus palabras hacia él lo estaban matando. Pero no lo hizo.

—No opino lo mismo—, dijo el rubio fresa. Las palabras apenas le salían de la boca, pero si no le decía a su padre sus objetivos, su manera de pensar, su opinión, ¿A quién se lo diría? Si no era su padre ¿a quién se atrevería a contárselo?

—¿Ah no?

—No— dijo Gakushuu para respirar profundamente y seguir hablando.

<<Aunque sea un omega quiero conseguir las metas que me había propuesto desde un principio, quiero llegar a ser de los mejores por muchos obstáculos que haya, quiero que mi casta, algo con lo que no nací, pero ahora forma parte de mí no me impida nada, que simplemente sea algo más en mi vida aunque me implique unas cuantas dificultades; no opino que ser omega sea malo, simplemente es más difícil y menos aceptado que ser beta o alfa y me gustaría cambiar eso, no te digo que vaya a ser perfecto, simplemente el mejor en lo que pueda y no rendirme desde un principio solo por pertenecer a esta casta.

Cuando el rubio fresa terminó de hablar hubo un momento de silencio menos pesado que el anterior. Gakushuu sabía que su padre no lo odiaba, sabía que simplemente quería lo mejor para él, y aunque lo hiciera de la manera incorrecta, aunque él mismo ha creado un borde entre ellos, sabía que no era por odio, no sabía la razón, pero odio no era y podía ser cualquier cosa, incluso miedo, pero algo siempre le decía que no era ese sentimiento de desprecio, razón por la que nunca se quejó, porque no sabían el verdadero motivo de su conducta.

—Con que esas tenemos ¿eh?

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Hola 👋

Aquí otro capítulo, espero que os haya gustado ;)

¿Alguien le han dado sus notas de esta segunda evaluación/segundo trimestre?

Que os vaya bien :)

Chao <3

Que mi especie sea débil no me obliga a mi a serlo (Karushuu omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora